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Morella amplía su cantera de dinosaurios

El primer yacimiento de la zona cercana a la mina de arcillas del Mas de la Parreta saca a luz restos de un ejemplar saurópodo de hace 125 millones de años

El nuevo hallazgo en Morella.
El nuevo hallazgo en Morella.Vega del Moll

Morella sigue arrojando historia. Un equipo de paleontólogos acaba de localizar en un nuevo yacimiento en las inmediaciones de la ciudad amurallada de la comarca castellonense de Els Ports restos de un dinosaurio saurópodo, de unos 20 metros de longitud, que habitó la zona hace algo más de 125 millones de años, en pleno Cretácico Inferior. Junto a él, se han reconocido también restos óseos de tortugas y cocodrilos y dientes de dinosaurios carnívoros del grupo de los espinosaurios.

El ejemplar que ha salido ahora a la luz se caracteriza por su largo cuello, de entre 7 y 9 metros, su enorme cola y sus patas columnares para soportar las 50 toneladas de peso que podían llegar a alcanzar. “Son los vertebrados más grandes que han existido nunca sobre la tierra”, explica el paleontólogo José Miguel Gasulla, miembro del Grupo de Biología Evolutiva de UNED y director del seguimiento paleontológico de la Concesión Minera Vega del Moll, donde ha emergido el último hallazgo. En su versión cinematográfica sería ‘Piecito’, protagonista de la película de animación En busca del Valle Encantado, o el “dinosaurio cuellilargo como lo conocen los niños”, señala Gasulla. Un ejemplar herbívoro cuyas enormes vértebras del dorso y el cuello (de hasta 80 centímetros) estaban huecas para restar volumen a su morfología ósea y ampliar su posibilidad de movimiento, necesaria para alcanzar las copas de los árboles. “Sabíamos esto, pero ahora lo hemos constatado: sus vértebras están llenas de pequeños tabiques interiores, con bolsas de aire entre ellos. Así se quitaba peso, pero no resistencia”, apunta.

Es el primer hallazgo que se produce en el yacimiento Palau-1 que estrena la Concesión Minera Vega del Moll, el área de explotación extra ubicada a unos 200 metros del Mas de la Parreta y que triplica la superficie de esta última, con la que la paleontología morellana se garantiza “varios años” de investigación. Con ella arranca una nueva etapa, tras las prospecciones de la cantera de arcilla del Mas de la Parreta, que han arrojado de la mano de sus 18 yacimientos 5.000 de los 7.000 restos fósiles que ha sacado a la luz el subsuelo de la capital de Els Ports.

“El Mas de la Parreta ha sido una fuente absoluta de material, y no me cabe duda de que esta nueva concesión minera aportará más incluso”, indica el experto.

El Grupo de Biología Evolutiva de la UNED al que pertenece Gasulla, junto a miembros de la Asociación Paleontológica de Vinaròs (Castellón), lleva medio año trabajando en esta nueva zona, que sigue abriendo horizontes para la paleontología provincial. “El registro fósil de la comarca de Els Ports está poniéndose al nivel de los más importantes de Europa. Hemos descrito dos especies nuevas, Morelladon beltrani y Vallibonavenatrix, y estamos trabajando ahora de lleno con los saurópodos”, explica José Miguel Gasulla.

Los restos de saurópodos localizados en el Mas de la Parreta habían sido casi inexistentes. Por eso el hallazgo de estos restos en la nueva concesión minera “presentan un elevado interés científico ya que, preliminarmente, se pueden atribuir a un representante del grupo de los titanosauriformes”.

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La presencia de saurópodos titanosauriformes en Morella está documentada en yacimientos como El Canteret, Mas de Eroles o Mas de Romeu y, especialmente, en Sant Antoni de la Vespa. Los recientes estudios sobre estos materiales apuntan a que los titanosauriformes presentes en el Cretácico Inferior de Els Ports pueden pertenecer a formas aún desconocidas que difieren en algunos caracteres con el resto de los miembros del grupo conocidos en la Península Ibérica. Sin embargo, la información disponible hasta este momento no ha sido suficiente para soportar de forma robusta esta propuesta. La información que pueden aportar los restos de Palau-1 puede relanzar el estudio de estos dinosaurios y, por lo tanto, contribuir a mejorar el conocimiento sobre las faunas dinosaurianas de la Comunitat Valenciana y de sus relaciones con registros cercanos como el titanosauriforme Tastavinsaurus sanzi, encontrado hace unos años en Peñarroya de Tastavins (Teruel) en niveles estratigráficamente próximos.

La pandemia del coronavirus apenas ha logrado frenar durante tres semanas la intensa actividad paleontológica en esta montañosa comarca. Fue durante el “parón lógico” de la industria cerámica castellonense, que frenó también la actividad de la empresa de extracción de arcillas rojas Vega del Moll, que explota la fructífera cantera del Mas de la Parreta y, desde ahora, también su área colindante.

“Ha sido poco tiempo, hemos podido trabajar con cierta comodidad, y por supuesto con todas las medidas preventivas que impone la situación sanitaria actual”, concluye Gasulla. El breve frenazo ha dado sus frutos. El subsuelo de Morella, sigue pidiendo paso.

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