Parte de la memoria de la movida se instala en Gibraleón
El artista Pablo Sycet crea una fundación y lleva su colección, unas 3.000 obras la mayoría de los creadores que marcaron los ochenta, al municipio onubense
Gibraleón, un pueblo de Huelva con 12.600 habitantes, va camino de convertirse en un hito en el mapa de quienes buscan el camino artístico de la movida madrileña. Pablo Sycet, artista plástico, diseñador gráfico, letrista y comisario de exposiciones, es también un coleccionista que ha reunido unas 2.500 obras del siglo XX, especialmente de la década de los ochenta. Con ese conjunto, al que ha sumado 500 piezas suyas, ha impulsado una fundación para que su legado permanezca en el municipio en el que nació hace 67 años.
Se trata de obras de Carlos Berlanga, Sigfrido Martín Begué, El Hortelano, Ceesepe, Ouka Leele, Fabio McNamara, Guillermo Pérez Villalta, Alberto García-Alix, Javier Porto o Miguel Ángel Campano, que Sycet, también parte de aquel movimiento con el que una parte de la juventud española dejó atrás las brumas de la dictadura, ha ido atesorando. Cronológicamente su colección comienza, con todo, con la Escuela de París —Picasso, Miró, Manolo Hugué o Luis Eduardo de la Rocha— e incluye también piezas de la Nueva Figuración (de Luis Gordillo a Carlos Alcolea o Carlos Franco).
El artista, que vive entre Madrid y Gibraleón, añadirá a esas 2.500 obras otras 500 suyas, la mayoría pintura sobre papel y cartón, y las albergará en un centro que está proyectando con recursos propios. “Es un castillo de naipes, pero muy costoso en todos los sentidos. Un proyecto en el que ahora empezamos a ver un poco de luz. La Fundación Olontia, de carácter privado, nació a finales de 2018, tiene siete patronos y yo soy el presidente honorario. De momento, hemos visto dos terrenos para la sede y hasta que esto no sea una realidad seguiré realizando exposiciones propias y prestando obras para otros montajes”, explica Sycet, letrista de Fangoria durante 25 años (1990-2015) y autor de algunos de los éxitos de Luz Casal como Loca o Sentir.
A la espera de esa sede, ya se pueden consultar en la web de la Asociación de Amigos de la Fundación Olontia unas 1.700 obras. “Se está catalogando la colección gracias a una ayuda de la Junta de Andalucía que aporta el trabajo de tres personas (un fotógrafo y dos archiveras) durante siete meses. Comenzaron a trabajar en diciembre del año pasado y terminarán con las 2.500 obras el próximo junio”, añade Sycet. La mitad son originales, entre pintura, dibujo y escultura, y el resto, es obra gráfica y fotografías.
“Confío en que, a pesar del parón que hemos tenido por el estado de alarma, puedan terminar con la catalogación de la colección, quedarán mis pinturas y la documentación”, comenta Sycet, quien confiesa que nunca le ha gustado desprenderse de sus obras. “Me he ganado la vida como diseñador gráfico y letrista, así que no me he matado por vender y ahora me alegro”.
La documentación será una parte fundamental del proyecto, ya que el artista guarda mucho papel relacionado con la movida. Conserva los diseños originales de portadas de discos como los que hizo junto a Carlos Berlanga de Fan fatal en 1989, para Alaska y Dinarama, así como otras dos portadas que descartaron o la pintura De sol a sol, un encargo que Berlanga le hizo a Pérez Villalta en 1984 para un maxi single que nunca se grabó. “Además, tengo muchos originales de las letras de canciones de Berlanga, de su época en Alaska y Dinarama, de Luz Casal o Fangoria”, apunta Sycet que ha realizado un buen número de exposiciones de su colección. “De Carlos Berlanga guardo óleos, dibujos, diseños tipográficos, de moda y 12 letras autógrafas de sus canciones. Fue la persona más versátil y de más talento que he conocido en mi vida”, afirma.
Entre las muchas exposiciones que ha comisariado a partir de sus propios fondos, una de las más curiosas es Al pie de la letra, en el Palacio de los Condes de Gabia (Granada, 2016) cuando presentó casi 200 obras en las que el foco está puesto en esa parte del cuerpo. “Soy un obseso de los pies desde pequeñito, me han atraído siempre. Desde el punto de vista artístico, el pie ha estado ninguneado, es la parte del cuerpo que nos conecta con la tierra pero, salvo en los temas mitológicos, siempre está tapado. Así que cuando veo un pie voy a tiro hecho y lo tengo fácil porque es un tema que le interesa a poca gente”, desvela el artista que actualmente acumula 237 obras sobre esta temática y seguirá sumando. También ha realizado, entre otras, Viaje alrededor de Carlos Berlanga (Madrid, 2009); El papel de la Movida (Madrid, 2013); La persona y el verbo (Sevilla, 2016); Warholiana (Santa Fe, 2017) o La aventura del Equipo Múltiple (1969-1972) (Sevilla, 2019).
“Tengo muchas cosas que he ido intercambiando con otros artistas, pero siempre he comprado en galerías y también he encontrado verdaderas maravillas en subastas, como dos obras figurativas de Elena Asins de principios de los sesenta, justo antes de que abandonara para siempre la representación por la abstracción geométrica. Son cosas que se han conservado porque alguien las tenía en su casa, porque cuando ella murió en 2015 dejando todo su legado al Reina Sofía entre sus obras no había nada figurativo, debió de destruir todo lo de su época anterior”, comenta Sycet, entusiasmado con las futuras exposiciones –cuando la situación sanitaria lo permita, prestará las 76 fotos y la documentación de Los años vividos, de Javier Porto, a la Universidad de Valladolid- y todos los proyectos que tiene en mente para la fundación. “No será un mero contenedor de arte”, sino que aspira a convertirse en trampolín para otras iniciativas. Algunas ya están en marcha, como la publicación de libros o la Feria Transfronteriza de Arte Contemporáneo, celebrada el pasado enero en el Centro Olontense de Arte Contemporáneo.
Babelia
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