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La herida colonial y las utopías fallidas como material artístico

El creador visual Naeem Mohaiemen revisa la historia de su país, Bangladés, a través de recuerdos familiares en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo

Una imagen de la película 'Two Meetings and a Funeral', de Naeem Mohaiemen en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla.
Una imagen de la película 'Two Meetings and a Funeral', de Naeem Mohaiemen en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla.PACO PUENTES
Margot Molina

El ensayo Orientalismo, en el que Edward Said en 1978 analizó la relación de poder entre Oriente y Occidente, donde Europa siempre ha partido de una supuesta posición de superioridad, es la base de la exposición Desoreintalismos que se inaugura este miércoles en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) de Sevilla. La muestra, una colectiva con ocho artistas del norte de África y Oriente Próximo [aunque dos de ellas son españolas con fuertes lazos con Egipto] reúne obras realizadas entre 1950 y 2020 y se complementa con otra, Orientalismos, que podrá verse en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) a partir del 6 de marzo. En Valencia se exhiben obras de 1800 a 1956.

El tema del colonialismo cultural centra también la exposición de media carrera de Naeem Mohaiemen (Londres, 51 años), la primera individual en España de este creador visual que a partir del país de su familia y donde él paso buena parte de su infancia, Bangladés, explora las utopías fallidas. “Todas sus piezas giran en torno a la herida colonial, que se independizó de Pakistán tras una guerra en 1971 y después sufrió varios golpes de Estado militares, pero narrada a través de la memoria familiar”, ha explicado Juan Antonio Álvarez Reyes, comisario de la muestra y director del CAAC.

Mohaiemen, que reside actualmente en Nueva York, presenta obras realizadas entre 2010 y 2019, la mayoría audiovisuales, pero también instalaciones, dibujos y fotografías. “Muchas de estas obras se basan en fotografías tomadas por su padre hasta los años cincuenta, en la casa familiar donde vivía con sus nueve hermanos y reflejan cómo era el país cuando formaba parte del Imperio británico [hasta 1947]. Cuenta la historia política del país pero a través de lo domestico”, ha añadido el comisario.

En la exposición, que como Desorientalismos estará abierta hasta el 23 de agosto, destacan la película de tres canales Two Meetings and a Funeral, que participó en 2017 en la Documenta 14 de Kassel y con la que fue finalista del prestigioso Premio Turner en 2018. El filme, de 90 minutos de duración, analiza a través de sus protagonistas dos proyectos políticos fracasados: el Movimiento de los Países No Alineados y la Organización de Cooperación Islámica.

Mientras que en la instalación Baksho Rohoshyo, la pieza más reciente fechada en 2019, incluye una hoja de contacto con 61 imágenes tomadas por el padre del artista en los cincuenta. Mohaiemen, su padre y dos de sus tías van comentando cada una de las instantáneas y, a través de ellas, puede seguirse los cambios políticos que experimentó el país. El artista traslada al dibujo las fotografías y reproduce los comentarios que han suscitado cada una de ellas.

Desorientalismos presenta obras de ocho artistas, siete mujeres y un hombre (Kamrooz Aram) en las que puede verse “como Occidente estereotipa los productos culturales de Oriente, los exagera y banaliza”, ha precisado Álvarez Reyes. Un proceso similar al que ocurrió con Andalucía a finales del XIX a través de la visión de los viajeros románticos.

La exposición comienza con cuatro obras de finales de los setenta de la artista turca Gülsün Karamustafa, con temas relacionados con los textiles y el movimiento de la llamada “pintada subversiva”. Los diseños geométricos de los artesanos marroquíes, los mismos que cautivaron a los artistas de las vanguardias históricas, son la base de la obra de la marroquí Amina Agueznay; mientras que los seis lienzos del iraní residente en Estados Unidos Kamrooz Aram están poblados de arabescos: los motivos geométricos y florales del Islam.

Por otra parte, la investigadora y artista israelí Ariella Aïsha Azoulay presenta vídeos en los que se cuestiona sobre el concepto apropiacionista de los museos occidentales, dispuestos a mostrar el arte de otras culturas a las que ha colonizado; pero no a recibir a sus ciudadanos. El conflicto entre Israel y Palestina centra la propuesta de Juamna Manna y la turca Asli Çavusoglu muestra en Rojo/Rojo una serie de sutiles dibujos realizados con dos pigmentos distintos: el color armenio preparado de forma tradicional y el turco, que se fabrica industrialmente.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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