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Andalucía vista a través del ‘souvenir’

Una muestra analiza cómo se ha forjado la imagen de la región a partir de los recuerdos de viaje desde finales del siglo XVIII

Margot Molina
Muñecas flamencas de Artesanía Marín hacia 1975, en la muestra 'Recuerdos de viaje. Historia del souvenir en Andalucía', en el Museo de la Autonomía en Coria del Río (Sevilla).
Muñecas flamencas de Artesanía Marín hacia 1975, en la muestra 'Recuerdos de viaje. Historia del souvenir en Andalucía', en el Museo de la Autonomía en Coria del Río (Sevilla).paco puentes

"Los primeros viajeros, los que llegaron a finales del siglo XVIII, se llevaban lo que podían meter en una maleta. Eran prendas iguales que las que usaban entonces en Andalucía y que se hacían por encargo. No había tiendas de ropa ya confeccionada, lo que más les llamaba la atención eran las chaquetillas tipo marsellés y los gorros castoreños", ha comentado Rocío Plaza, profesora de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla y comisaria de la muestra que analiza la construcción de la imagen de Andalucía a partir de los recuerdos de viaje. Navajas, guitarras, abanicos, castañuelas, sombreros, mantones, figuras de terracota, muñecas, carteles, postales y fotografías forman parte del centenar de objetos de la muestra Recuerdos de viaje. Historia del souvenir en Andalucía, organizada por el Centro de Estudios Andaluces, que se inaugura este jueves en el Museo de la Autonomía de Andalucía, en Coria del Río (Sevilla), y podrá verse hasta el 16 de febrero.

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La exposición muestra cómo a través de la potente iconografía andaluza, de sus fiestas y tradiciones, que difunden esos primeros viajeros se fija una imagen tópica de la región, aunque a Plaza, autora de un libro con el mismo título de la exposición publicado en 2012 por el Centro de Estudios Andaluces, elude utilizar el término "tópico". "El turismo es un fenómeno con apenas 200 años que, al principio, era exclusivo de personas con un alto nivel de vida y, después de la Segunda Guerra Mundial, con la incorporación de las clases medias al mercado del turismo y los grandes trasatlánticos, se populariza e impulsa la producción industrial de los recuerdos de viaje", explica la comisaria.

En la primera parte de la muestra, El viaje, entre maletas llenas de etiquetas de los hoteles andaluces de principios del siglo XX, algunos de los cuales aún se mantienen en pie como el Miramar de Málaga, el Alhambra Palace de Granada o el Colón de Sevilla, puede verse un ejemplar del libro Castile and Andalucia (1853), de la inglesa Louisa Tenison, propiedad de la Fundación Focus, junto a algunas de las primeras guías de viajes de España y Portugal de 1900 del alemán Karl Baedeker. "Louisa Tenison y su marido, el fotógrafo Edward King Tenison, viajaron por España entre 1850 y 1853. Ella era una persona inteligente y cultivada, además de escritora fue pintora y fotógrafa y muchos de los dibujos y grabados que incluyó en su libro son suyos. Pasó la mayor parte del tiempo entre Sevilla y Granada, donde llegó con su biblioteca. Le gustaba pasarlo bien y en el libro cuenta que montó una caseta en la Feria de Abril en 1852, debía de ser una de las primeras puesto que la cita nació como una feria de ganado en 1846", ha explicado Rocío Plaza.

Barros policromados malagueños, figuras artesanales que se conviertieron en algunos de los primeros recuerdos que compraron los viajeros en el siglo XIX.
Barros policromados malagueños, figuras artesanales que se conviertieron en algunos de los primeros recuerdos que compraron los viajeros en el siglo XIX.PACO PUENTES

La exposición hace un recorrido visual desde las imágenes que tomaba a finales del XIX Rafael Garzón, pionero de la fotografía turística, en sus estudios de Córdoba, Granada y Sevilla, y Julio Beauchy, en su taller de Sevilla, hasta las postales de los años setenta del siglo pasado, pasando por las que editaban los primeros grandes hoteles para que sus huéspedes se las llevaran como recuerdo. Cambia la estética de la imagen, pero el mensaje permanece; al igual que ocurre con los pequeños muñecos cabezones de barro de los años setenta, esos que se venden aún en las tiendas de recuerdos por parejas, nuevas versiones de los famosos barros malagueños. La muestra termina con una sección, Revisiones contemporáneas, en la que los artistas Pilar Albarracín y Rogelio López Cuenca "reflexionan sobre la identidad andaluza y analizan cómo elementos auténticos de la cultura local se simplifican para convertirse en souvenirs destinados al consumo global", afirma la comisaria.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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