Los arquitectos que sostienen la televisión
Los guionistas de programas se reúnen para reclamar mayor visibilidad y relevancia de su trabajo
Ningún programa de televisión existiría sin guionistas. Ni las series, ni los realities, ni los talent shows,ni los concursos, ni los espacios de humor. Es lo que el sindicato de guionistas ALMA proclamó en un encuentro que organizó en Madrid la semana pasada.
En Operación triunfo, Ana Boadas era la encargada de “hilvanar lo que decía el presentador, los vídeos y las preguntas a los concursantes”. En el programa de La 1, el trabajo se dividía en dos partes. Por un lado, la Academia funcionaba de forma autónoma, generando contenido durante 24 horas. Todo ese material lo visionaba un equipo de unas 16 personas siempre de guardia que resumían lo ocurrido por horas. Los redactores seleccionaban lo que interesaba para el programa y, con ese material, Boadas preparaba el contenido de las galas. Además, trabajaba con el presentador Roberto Leal la forma en la que debía formular las preguntas a los concursantes. “Estos meses yo he sido su cara B, me he convertido casi en su coach. Tienes que hacer las preguntas con empatía para sacar lo que quieres de los concursantes”, dice Boadas.
El canal en el que se emite un programa influye también en el guion. En el caso de Operación triunfo, de TVE, el material que se seleccionaba tenía que ser lo más neutral posible, dando igual protagonismo a cada concursante “aunque unos fueran más televisivos y seguidos que otros”. “Si hubiera estado en otro canal, quizá se habría potenciado más las relaciones personales”, reflexiona. En Tu cara me suena se potencia más una faceta u otra de los participantes en función de sus características. “También hay gags de plató buscados claramente que tratan de implicar a los famosos en el espectáculo con un humor muy blanco, para todos los públicos”, cuenta Ana Joven, que fue guionista del programa durante seis ediciones. El espacio de Antena 3 también cuenta con un único escritor para sus galas y tres redactores.
En El puente, reality del canal #0 de Movistar en el que los participantes, conviviendo en un lugar apartado del mundo (en la primera edición, en Patagonia; en la segunda será Vietnam), tienen que trabajar juntos para construir un puente, el trabajo de guion se hace antes y después de la grabación por tres guionistas. También cuentan con un equipo de visionadores y redactores que clasifican y seleccionan el material. “Si ves nuestros guiones, son como los de una ficción”, señala Amalio Rodríguez.
Una mezcla de temáticas sociales y humor es la que domina Radio Gaga. Este espacio de #0 tiene como única guionista a Joana Pardos, aunque cuenta con mucha aportación de Quique Peinado y Manuel Burque, los dos presentadores. La dificultad aquí es encontrar el equilibrio para hacer humor con temas complicados, “llevar la función de un extremo a otro”. Como explica Pardos, antes de grabar formulan un guion imaginario, “como una carta a los Reyes, un guion lo suficientemente cerrado para contar lo que quieres pero lo suficientemente abierto para que entren las perlas que da la realidad”.
Con la realidad también trabajan programas como Pesadilla en la cocina (La Sexta), aunque, como explica Carlos Bianchi, su proceso de guion es parecido al de la ficción en los pasos que se dan. “Es un programa con mucho trabajo de escritura pero nada amañado. Muchas veces ocurren cosas más graves que las que emitimos y las dejamos fuera porque no se creerían”, dice Bianchi, que también ha trabajado en espacios como Dame veneno (#0) o El jefe infiltrado (La Sexta). Porque ya se sabe que la realidad supera a la ficción. Pero para que en televisión la realidad se entienda, hace falta un guionista.
Un chiste cada 30 segundos
Late Motiv, el programa que Andreu Buenafuente presenta de lunes a jueves en #0, tiene detrás siete guionistas. Entre todos dan forma al monólogo con el que arranca el humorista y que coordina el guionista Marcos Mas. "Yo busco un gag cada 30 segundos. Si encadenas un minuto sin risas, el presentador empieza a pasarlo mal", cuenta Mas. De una reunión surgen las ideas para el resto de piezas que darán forma al programa.
El material para Late Motiv sale tanto de la actualidad como de "cosas más costumbristas", apunta el guionista. "Las noticias graciosas no funcionan tan bien porque ya son graciosas por sí mismas. Funciona mejor sacar humor de noticias que no lo son. Trato de no censurarme para no limitarme. Si piensas en todo el que se puede ofender, no haríamos nada", remata.
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