La última aventura de ‘Águila Roja’

Águila Roja ha mirado decenas de veces al peligro desde cerca, ha salvado al mundo de cientos de injusticias y librado una lucha con sus emociones otras tantas durante las nueve temporadas que lleva en antena. Solo queda un capítulo para desvelar si Gonzalo de Montalvo (interpretado por David Janer) alcanza el ansiado final feliz que esperan los seguidores o sucumbe para siempre a la maldad de sus enemigos, ahora que se ha destapado su identidad y tienen más poder que nunca para eliminarlo.

Ni la crisis, ni los recortes de TVE, ni las considerables bajadas de audiencia de las tres últimas temporadas han podido aniquilar al justiciero del Siglo de Oro. Con 116 capítulos a sus espaldas, el próximo jueves 27 Águila Roja se despide de la televisión para siempre.

La fama de la serie se ha forjado sobre una seña de identidad que ha mantenido desde su arranque en el año 2009 hasta el final: la aventura. Así la idearon los creadores, Juan Carlos Cueto, Daniel Écija y Carmen Ortiz. Pilar Nadal, productora y guionista, se sumó al proyecto en sus inicios. “TVE quería hacer algo completamente distinto a lo que había en aquella época. Por aquel entonces no se trabajaba con el género de aventuras”. Si bien también ha tenido sus buenas dosis de drama, romance y comedia, la razón de ser de la serie siempre ha sido la acción, y así será hasta el último momento. “No va a ser un final plácido, será trepidante. Cada personaje va a tener el cierre que se merece. Y hay una última secuencia con Satur (Javier Gutiérrez) que para mí define lo que es la esencia de Águila Roja. Es un broche maravilloso”, adelanta Nadal con cautela para no desvelar nada de un desenlace en el que se decidirá los destinos de los personajes interpretados por David Janer, Inma Cuesta, Javier Gutiérrez, Myriam Gallego y Francis Lorenzo.

Marco Castillo, el único director que ha participado en las nueve temporadas, arroja un poco de luz sobre el futuro amoroso del héroe y Margarita (Inma Cuesta). “Habrá diversidad de opiniones entre el público porque la relación podía acabar de muchas maneras, pero hemos escogido la más factible. Pienso que no va a decepcionar”.

Los dos aseguran que sienten satisfechos con el balance de todos estos años en antena y la acogida de la serie por parte del público y la crítica, aunque reconocen que ha sido un camino tortuoso. El momento más crítico al que se enfrentaron fue en la séptima temporada, cuando la audiencia se desplomó de los casi 4.000.000 de espectadores de la sexta entrega a 2.500.000, en gran parte por los vaivenes de la programación y la fuerte competencia de las otras cadenas. Pero para los responsables de Águila Roja, la mayor dificultad que han vivido, hasta el punto que se plantearon cerrarla precipitadamente, fueron los recortes de TVE. “El 60% es visual, es una serie de aventuras que siempre se ha caracterizado por la acción, por los exteriores, por las escenas espectaculares. Fue un momento crítico. No queríamos hacer peor la serie, así que tuvimos que aprender a contar las tramas de otra manera”, recuerda la productora. “Los medios eran muy limitados, y no podíamos perder nunca el nivel”, apunta Marco Castillo.

Superado el bache, esta temporada Águila Roja ha levantado un poco el vuelo y ha recuperado la fidelidad de la audiencia, convirtiéndose en lo más visto de los jueves al rozar los tres millones de espectadores. También presume de ser una de las series nacionales que más ha viajado, y ya se ve en 45 países. Nadal considera que la barrera del contexto histórico no impide que la historia pueda conquistar al público fuera de España. “El contenido es muy universal, los conflictos son reconocibles para todo el mundo”.