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Marbella exporta el sonido del lujo

La música del Starlite Festival cumple cinco años y planea un salto internacional a Asia y América

Un Rolls-Royce en la entrada del Starlite en Marbella (Málaga), el pasado 24 de julio.
Un Rolls-Royce en la entrada del Starlite en Marbella (Málaga), el pasado 24 de julio. GTRESONLINE
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El Starlite Festival llegó a Marbella por todo lo alto en el verano de 2012, como un nuevo concepto de diversión y con la intención, en el fondo, de recuperar el esplendor vivido por la ciudad en las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado, durante su época dorada. “Siempre hemos dicho que queríamos ser la Fórmula 1 del ocio y del entretenimiento”, recuerda su fundadora, la empresaria Sandra García-Sanjuán, metida ya de lleno en la quinta edición del evento. DJ’s todas las noches, cocina internacional y de autor, moda, bailoteo, copas, números de circo y espectáculos musicales para todos los gustos se mezclan con los conciertos en vivo de clásicos de la música que hacen muy difícil catalogar el festival.

“Es especial y diferente, ecléctico”, puntualiza García-Sanjuán. Porque el elenco de artistas es de lo más variopinto. Este año, la cita arrancó con Robert Plant, el letrista del grupo de rock Led Zeppelin, quien dio paso en pocos días a Charles Aznavour, legendario cantante melódico francés de 92 años.

Este lustro ha servido para consolidarlo y evitar improvisaciones: “Al principio nos estábamos definiendo, funcionábamos mucho con prueba y error”, incide la empresaria. Ya no solo se cuelga un cartel de lujo de conciertos sobre el escenario. Esta cita con glamur ha ganado días y ha diversificado su oferta.

Agosto comenzó con la voz de Tom Jones, que repite tras actuar en 2014, y la organización se garantiza una buena entrada las próximas noches con El gusto es nuestro 20 años (Ana Belén, Víctor Manuel, Joan Manuel Serrat y Miguel Ríos), el 5 de agosto; Malú, el día 8 y Alejandro Sanz, el 9. En medio de todo esto, este jueves los más románticos pueden escuchar en directo a José Luis Perales o moverse con el rock en español de Alejo Estivel (Tequila), Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez (M-Clan) y Leiva el día 12.

El Starlite ha sido este año más madrugador que otros y la Cantera de Nagüeles, un auditorio natural de piedra al aire libre, acoge actividades durante 38 jornadas consecutivas. El certamen, con un presupuesto de ocho millones de euros, se desarrolla desde el 14 de julio hasta el 20 de agosto y ha incorporado un ciclo de cine clásico y una zona de boutiques. “No hay un festival en España que dure tantos días, posiblemente no lo haya en Europa”, opina la inventora de la idea, quien el 6 de agosto será la anfitriona, junto al actor Antonio Banderas, de una de las galas benéficas más relevantes del país, con decenas de celebridades dejándose fotografiar y soltando dinero por una causa solidaria.

Starlite da trabajo durante estos 40 días a cerca de 800 personas. Consumir una cerveza cuesta 10 euros y el combinado de alcohol más barato, 15. A partir de ahí, cada cual decide su gasto. “Cualquiera puede estar tomándose una copa al lado de un famoso o de una top model. Es un punto de encuentro de personas conocidas no solo en el escenario, sino también entre el público, y eso da mucho glamur”, subraya García-Sanjuán. El evento está pensado, por su oferta, para todos los públicos, desde familias, a gente joven, abuelos o parejas.

150.000 asistentes

Se trata de una marca de ocio demandada. El año pasado cerró con una entrada de 150.000 personas y sus creadores estiman que casi han llegado al techo de público. Mientras el Starlite Festival se consolida en Marbella, este año ha iniciado su salto internacional con una edición celebrada en México el pasado marzo, donde una carpa de 15.000 metros cuadrados de superficie y 22 metros de altura sustituyó al escenario natural que forma la cantera de la Costa del Sol. Hay propuestas también de exportar la idea a Singapur, Moscú, Miami y Brasil.

Pero desde la organización del festival no se da puntada sin hilo. La expansión de este formato de ocio, como se hizo con México, se estudiará al detalle porque el objetivo es “llegar a la excelencia” en cualquier actividad que se emprende. A García-Sanjuán le gusta ahora repetir una expresión que alguien le dijo sobre su proyecto: “Starlite es un parque temático de la felicidad”. Al menos de ocio y diversión, sí.

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