Dorian en ruta por Latinoamérica (II): Ciudad de México: Festival Vive Latino

De Monterrey llegamos al D. F., que como todo el mundo sabe es una de las ciudades más grandes y pobladas del mundo. 9 millones de personas (22 millones si contamos la Zona Metropolitana del Valle de México) se agolpan en esta urbe tan descomunal e inabarcable como humana, sofisticada y vibrante. Solo quienes viven ahí o la han visitado a fondo conocen sus rincones y saben lo especial que puede llegar a ser. En la Ciudad de México conviven barrios populares y grandes avenidas atestadas de coches con románticos jardines, barrios coloniales, antiquísimas cantinas, librerías exquisitas y algunos de los museos más espectaculares del mundo. Al forastero un poco avispado le extrañará descubrir lo vivible y disfrutable que puede llegar a ser esta gigantesca ciudad, que fue fundada en 1325 por los mexicas sobre una laguna y terminaría convirtiéndose en la capital del Imperio azteca.

Hemos venido al D. F. para actuar en el Vive Latino, uno de nuestros festivales favoritos del mundo y posiblemente la cita musical más prestigiosa de América Latina. Será nuestro tercer Vive Latino y el segundo concierto en La Ciudad de México que hacemos en poco más de un año, tras la presentación en sala de nuestro último álbum Diez años y un día en abril de 2015.

Vive Latino, euforia colectiva

Vive Latino tiene lugar en varios escenarios, entre ellos el Foro Sol, impresionante lugar con capacidad para 70.000 espectadores en el que recientemente han actuado The Rolling Stones y Coldplay. Este año compartimos cartel en el festival con bandas y artistas como The Prodigy, Café Tacuba, Savages, León Larregui, Carla Morrison, Bunbury, Two Door Cinema Club, Auténticos Decadentes o Goran Bregović, que clavó una soberbia actuación bajo un sol de justicia haciendo bailar a todo bicho viviente.

Este ha sido sin lugar a dudas nuestro Vive Latino más especial, ya que tras muchos esfuerzos la banda está consolidando su propuesta en tierra azteca y su vínculo con el público mexicano es hoy por hoy muy sólido. Nos emocionamos tocando canciones como Los amigos que perdí o El temblor, que de hecho fue compuesta en México, en algún lugar entre el D.F. y la mágica ciudad de Oaxaca.

Rematando nuestra actuación en el Vive Latino

Tras el Vive Latino la fiesta se alargó y descontroló considerablemente, así que una vez recuperados decidimos llevar a cabo una sesión intensiva de vida sana. Aprovechamos para dar un paseo en bicicleta por Reforma, importante arteria de la Ciudad del México que los domingos queda cerrada a los vehículos de motor.

Por la tarde recuperamos fuerzas comiendo unos deliciosos tamales en un típico restaurante oaxaqueño. Oaxaca es uno de los estados más emblemáticos de la República mexicana. Colinda con los de Puebla, Veracruz, Chiapas y Guerrero, y cuenta con centenares de kilómetros costa y una extraordinaria y exótica tradición gastronómica que incluye la preparación de diversas variedades de insectos y una importante producción de mezcal, bebida alcohólica elaborada a partir de la destilación del corazón del agave que encierra todo un mundo en el que profundizaremos en el siguiente artículo.

Deliciosos tamales oaxaqueños

Terminamos dando un paseo por la famosa Plaza del Zócalo y sus alrededores. En la Plaza del Zócalo se encuentran la Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional (sede del poder ejecutivo federal), el Antiguo Palacio del Ayuntamiento y el Edifico del Gobierno. En su corazón ondea una gigantesca bandera de México cuyo arriamiento se lleva a cabo todas las tardes por medio una solemne ceremonia. Agotados pero satisfechos por haber disfrutado de un gran Vive Latino regresamos al hotel para descansar. Nos esperan 3 largas jornadas de promo y un último concierto en México antes de partir hacia Bogotá, Colombia. 

Arriamiento de la bandera en la Plaza del Zócalo o Plaza de la Constitución

Paseo nocturno por la Calle Madero, centro D.F., muy cerca del Zócalo