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El Sun Festival reina en el sur

La cita malagueña pretende igualar a eventos como el FIB o el BBK Live

Alex Kapranos, de Franz Ferdinand, en la actuación del grupo en el Sun Festival.
Alex Kapranos, de Franz Ferdinand, en la actuación del grupo en el Sun Festival.García-Santos

“Estamos sudando, pero da igual, porque somos de Murcia y allí hace 50º grados de media”. Sean Frutos, vocalista de Second, parecía estar arrepintiéndose de haber escogido una camiseta negra de manga larga para subirse ayer al escenario de día del 101 Sun Festival (del 11 al 13 de julio). Una bruma espesa había tomado Málaga por segundo día consecutivo, y el calor apretaba. La ciudad mediterránea parecía haberse despertado en Londres, aunque con una temperatura selvática. Justo el hábitat de los Crystal Fighters —plato fuerte del segundo día de esta primera edición del festival—, británicos de formación pero tropicales de sonido, aunque fabriquen sus ritmos tribales con txalapartas vascas.

Aún faltaban doce horas para que los artífices de Cave Rave se subieran al escenario, pero el público calentaba motores con los murcianos desde el mediodía. El Sun Festival había instalado su cuartel diurno en La Térmica, centro cultural de la Diputación de Málaga, y allí se reunieron, al olor de la primera cerveza del día, en torno a 300 festivaleros aún resacosos por los conciertos de la noche del viernes. No habían podido con ellos ni las coreadas canciones de Lori Meyers ni los elegantes y bailables temas de Franz Ferdinand, cabeza de cartel de un certamen que aspira a ser la referencia estival del pop y el rock en el sur de España.

Con 11.000 abonos vendidos en su estreno, el Sun Festival ha cumplido las expectativas de los organizadores. “Queríamos darle un festival internacional a Andalucía, como existe en otras partes del país”, explica Jorge Cambronero, director general de Planet Events, promotora de la cita. En Levante, el FIB o el Arenal Sound, en el norte el BBK... La comunidad autónoma sí cuenta con el Dreambeach, antes Creamfields, una de los puntos de encuentro de la electrónica, y un buen puñado de pequeños festivales independientes. ¿Por qué esta ausencia de grandes eventos?

Cambronero lo achaca al abrupto final del Espárrago Rock, una cita pionera nacida en 1989 en Granada. Durante 15 años pasaron por el festival figuras como Lou Reed, Iggy Pop o Neil Young, que llegaron a congregar a más de 20.000 personas. Pero en 2004, sus promotores se declararon en suspensión de pagos, debido en buena medida a la cancelación de la edición anterior por el mal tiempo. “Su desaparición dejó el terreno un poco seco, porque desde entonces no ha habido un festival de este tipo”, reflexiona el organizador del Sun Festival.

La nueva cita propone un cartel ecléctico pero con grandes nombres

La propuesta de esta nueva cita es proponer un cartel ecléctico en la línea de un pop aproximadamente indie: grandes nombres internacionales y nacionales (Franz Ferdinand, Amaral, B.R.M.C.), grupos independientes pero conocidos (Lori Meyers, Second), bandas más minoritarias (Triángulo de amor bizarro, Polock) y promesas traídas del extranjero (Spector, Temples, Family Rain).

Pero los miles de asistentes que desde el viernes abarrotaban el Estadio de Atletismo de Málaga, brincando ante los escenarios enfrentados (lo que permite ver a todos los grupos por los que se ha pagado sin que haya grandes pausas entre ellos), no lo hacían solo por la música. Planet Events tiene a su favor la playa y el buen tiempo, baza que ha funcionado bien al FIB (Benicàssim) o al Sónar (Barcelona) y que les da ventaja frente a la veteranía del BBK Live de Bilbao, con quien comparten fin de semana. Wachu y Lorena habían reservado alojamiento en el festival vizcaíno, pero cambiaron su rumbo al oír hablar del Sun Festival. “Pensamos que al ser el primer año no estaría tan masificado [por la cita bilbaína pasaron 40.000 personas el viernes]. Hemos venido unos días antes para disfrutar de la playa. Además, también podíamos ver a Franz Ferdinand", comentan estas dos chicas de Huesca. Tanto el grupo escocés como Crystal Fighters pasaron el jueves por el BBK, y el evento malagueño ha compensado esta duplicidad con la presencia de B.R.M.C. en la que será su única fecha festivalera.

El otro as en la manga de la organización es su apuesta por el público local, que supone la mitad de los asistentes. El fuerte marketing lanzado en la ciudad se suma a su carácter de festival urbano: “Lo que más me gusta es que puedo venir andando”, bromea Víctor, refugiado a la sombra mientras continúan los conciertos en La Térmica. “Para una vez que hacen algo en Málaga, había que venir", apostilla Ana, también malagueña. Ambos alaban la organización del festival: fácil acceso al recinto, nada de retrasos ni aglomeraciones... “Me ha sorprendido el ambiente de festival que hay, para ser el primer año. Parecía que estaba en el Arenal o en el FIB. Es como si llevaran cinco ediciones”, comenta Noelia, otra asistente que se confiesa habitual de las citas musicales de verano.

Las expectativas se han cumplido gracias a los 11.000 abonos vendidos

En nada se parece, ciertamente, el inicio del Sun Festival con los orígenes del que la organización apunta como su antecesor. El Espárrago Rock nació como anexo a una feria dedicada al vegetal, y tardó años en alcanzar la cifra de espectadores que han logrado los malagueños. Claro que eran otros tiempos, y no existía entonces el boom festivalero al que se apunta el Sun Festival, confiando en que dure la ola.

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