Los Poderosos Acusados Injustamente
Le he pedido a Federico Trillo que se haga cargo de la Asesoría Jurídica. Me ha dicho que se lo va a pensar
Al presidente la comparecencia le habría gustado mucho, pero el corpóreo estaba como una moto, que solo lo vio por televisión a ratos. Se conectó conmigo y no pude ni meter baza…
—Es que no pude aguantarlo completo, Luis, que me quemaba la sangre… Qué bárbaro, qué manera de insultarme… Con lo que hemos sido él y yo, uña y carne, oye… Pues no me llamó persona inadecuada, el tío… Y se calló lo de… Y encima negó aquello…
—Bueno, Luis, ya sabes cómo es…
—Ya te digo, veinte años a su lado, fíjate si le conozco… Pedro J. me dice… Esto… Liaño me dice que me calme, que las cosas legales llevan su tiempo, pero es que se me revuelven las tripas… Tú que los tienes cerca, Luis, haz algo, hombre, haz algo…
Le conté lo de los libros y lo que le había pedido Mariano a Cospedal…
—Pues lo mismo le mando una carta a Mariano ofreciéndome a organizarle lo de los sobres… legales, claro, que todo era legal… ¿No dijo eso?… ¿Y quieres que me tranquilice? Es que no puedo, tú, no puedo…
—Vamos Luis, que vengo del despacho de la bruja, que iban a hacerle una entrevista los de la tele y la he armado. Te hubiera gustado…
—Cuenta, cuenta…
—Pues nada, que los de maquillaje le colocaban un rizo y ¡zas!, soplido y rizo desbaratado. Le pintaban un ojo, y ¡zas!, el lápiz que se iba hasta la oreja… Dos horas han tardado, tú, que la arpía solo hacía que blasfemar…
—¡¡¡Czjill?kñdn?nxn?x!!!
—… Lo he dejado estar por los chicos del maquillaje, que me daban pena, que se estaban llevando unas broncas de aquí te espero…
—Bien, bien… Leña, Luis, leña… Y yo aquí, mientras concretamos la batalla jurídica, te cuento que estoy creando un partido político, que tengo unas ideas buenísimas…
—Pero qué me dices, Luis…
—Se van a poner de los nervios en Génova, ya verás, que con nuestra práctica en el manejo de maletines podemos hacerles un agujero… Por lo pronto voy a organizar unas elecciones internas aquí en Soto. Se lo he planteado al baranda como un ejercicio de formación cívica, que no me digas que no tiene su aquel que yo vaya a dar Educación para la Ciudadanía… Aún no tenemos nombre decidido. Pensé en llamarle el PADHPM, Poderosos Ayer, Desharrapados hoy, Poderosos Mañana, pero me pareció muy largo. Por ahora me he quedado con PPIA, Partido de los Poderosos Acusados Injustamente, que tiene su cosa, porque pondríamos en grande PP y en pequeño IA. Entre medias, una gaviota —ya veremos el color— con un dedo corazón enhiesto en el centro, que ya sabes que gustó mucho a la prensa…
—Hombre, Luis…
—Calla, calla, que se enteren de que vamos en serio, que me ha hecho aquí un dibujito un amigo chino, Lin Tse Deng, se llama, y ha quedado espectacular. Es que Lin, la verdad, tiene unas manos de buten, oye, que te hace unos billetes de 500 que son un primor… Emblema culioso, decía mientras pintaba el dedo…
—Bueno, sí, sigue, sigue…
—Pues verás, he nombrado a un joven emprendedor ruso, Serguéi, encargado de las relaciones internacionales, que habla un montón de idiomas, el tío. Contactos, todos: Palermo, Moscú, Hong Kong… Me quiere presentar a un tal Adelson, de Las Vegas… Te va a gustar, me ha dicho… De secretario de organización voy a nombrar a un moldavo, Mircea, que le llaman Carnicerito de Chisináu, vete a saber por qué. Le he visto buena mano para llevar a la gente. Y esto sé que te va a gustar: le he pedido a Federico Trillo que se haga cargo de la Asesoría Jurídica. Me ha dicho que se lo va a pensar, que le ha dolido mucho lo de nombrar a Liaño…
—¿Y qué le has contestado?
—Que como es embajador no quería molestarle, pero que si se pone estrecho, lo mismo le recuerdo lo de aquella pasta, ya sabes…
—Ya, ya…
—Y espera que ahora llega lo mejor: vamos a ofrecer la presidencia del PPIA a Francisco Pérez de los Cobos, el del Tribunal Constitucional, que si ha sido capaz de ocultar a todo el mundo durante años que era afiliado el PP y que nos hacía trabajitos, no me digas que no es un tipo que nos interesa…
—Hombre, visto así…
—El problema está en el tesorero, que todos queremos el cargo, fíjate Díaz Ferrán, que yo esto lo hago muy bien, que a mí lo de la pasta, que si los fondos, que si saco por allí y meto por acullá… Al final he tenido que imponerme, que el cargo de tesorero es mío y de nadie más. Me ha apoyado Carnicerito. ¿Pasa algo, don Luis? Nada, Mircea, nada, tranqui… Lo inmediato es conseguir en las próximas elecciones algunas concejalías guapas, que si Pozuelo, que si Marbella… No sé yo si El Bigotes…
Pillé en ese momento una llamada de Mariano a Cospedal.
—No es por meter prisa, que conste, pero esos sobresueldos…
—Estoy en ello, presidente, estoy en ello…
(Recibido en Génova telegrama muy urgente de Federico Trillo. “Todavía sin aportación para querellarme contra The Times. Stop. Secret slush fund, recuerdo. Stop. Informo haber recibido interesante oferta para incorporarme a gran partido en formación. Stop. Vosotros veréis. Stop. Tengo memoria de elefante. Stop. Advierto. Stop”).
