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La aventura del narcotráfico en el Estrecho

Luis Tosar se vuelve a poner a las órdenes de Daniel Monzón en la película ‘El niño’

Rocío García
Luis Tosar en el rodaje de 'El niño'.
Luis Tosar en el rodaje de 'El niño'.josé haro

Por fin Daniel Monzón vuelve a reírse. Seguro que no lo ha dejado de hacer durante el largo año de paralización de su proyecto por los problemas financieros de Telecinco, que retrasó el rodaje de la película El niño cuando estaba todo ya a punto, pero ahora la risa del director de Celda 211 es más franca y sonora. El niño, un filme que promete convertirse en uno de los grandes títulos del año próximo –se habla del mes de septiembre para su estreno- está a punto de finalizar su rodaje en las playas de San José, en Almería. Tras el éxito cosechado con su anterior filme, Celda 211, -ocho premios Goya, entre ellos mejor película, director, guion adaptado y actor protagonista; 13 millones de euros recaudados y más de dos millones de espectadores- Monzón vuelve a repetir con Luis Tosar de protagonista, esta vez acompañado de Eduárd Fernández, Sergi López, Bárbara Lennie, además de los jóvenes noveles Jesús Castro y Jesús Carroza. Tosar interpreta a un policía obsesionado con un gran narcotraficante que se topa en su camino con un chaval con ganas de aventura y dinero fácil.

Con un presupuesto que ronda los 7 millones de euros, este thriller de acción y amistad narra las aventuras de un pequeño narcotraficante en el Estrecho de Gibraltar, en esa frontera sur de Europa, donde, a lo largo de catorce kilómetros, se viven situaciones de riesgo, adrenalina y enriquecimiento. Después de semanas por diferentes localizaciones del sur –Barbate, Algeciras, La Linea de la Concepción, Sotogrande, Tetuán, Ceuta y Marruecos,- El niño ha recalado en las plácidas aguas almerienses para rodar las escenas de acción más trepidantes y simular allí, en el kilómetro y medio de distancia que hay entre las dos hermosas rocas de la playa de los Genoveses, el turbulento mar del Estrecho. Es una historia real, basada en hechos reales, el tráfico de hachís entre Marruecos y España, y rodada con una intención más que realista. Aquí no hay efectos especiales.

En la madrugada del pasado viernes, cielo negro y la luna casi desaparecida, se vivió y rodó una auténtica persecución de un helicóptero de la Policía Nacional, pilotado por el capitán Luis Bardón, 25 años al frente de este aparato, a una auténtica lancha con tres toneladas de supuesto hachís, empaquetado en fardos, esta vez conducida por el actor real, el que hace de El niño, Jesús Castro, 19 años y natural de Vejer de la Frontera (Cádiz). Después de ocho meses en el sur de España, junto al coguionista Jorge Guerricoechevarría, investigando y hablando con delincuentes y policías, Monzón ha unido las dos tramas –la de los adolescentes aventureros y la de los policías que luchan contra el tráfico de drogas, sabiendo que es algo imposible de detener- en una historia fronteriza entre el bien el mal, pero con un tono absolutamente realista. “Todo es real y cotidiano”, aseguró el realizador a un grupo de periodistas en una visita al rodaje. Tan real y cotidiano, como las botas de agua y el chaleco salvavidas con los que rodó esa noche Daniel Monzón, escondido entre los fardos de la lancha mientras la potente linterna del helicóptero les perseguía a escasísimos metros del agua.

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