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Doble mensaje, ni media palabra

La compañía de teatro gestual Yllana representa dos espectáculos, '¡Muu2!' y 'Brokers' bajo un mismo techo: el Alfil de Madrid, que también gestionan

Silvia Hernando
Los cuatro intérpretes de '¡Muu2!', en el teatro Alfil
Los cuatro intérpretes de '¡Muu2!', en el teatro Alfil

Hace 21 años, soltaron el primer mugido: ¡Muu! Y tras todo este tiempo sin volver a emitir señales bóvidas, vuelven a soltar otro: ¡Muu2! Yllana, la veterana compañía que arrancó precisamente con aquella onomatopeya, y que desde entonces ha crecido para pergeñar una veintena de espectáculos de humor cocinados a base de sonidos y gestos, representa en el Alfil de Madrid (hasta el 20 de enero) la función que los vio nacer, aunque esta vez con nuevo elenco: Antonio Pagudo, Luis Cao, Juan Francisco Dorado y Fidel Fernández, que pervive de época primigenia. En el mismo teatro, que también gestionan como empresa, y con los mismos intérpretes, tienen en cartel Brokers (hasta el 18 de enero), una crítica -que no por muda deja de ser mordaz- sobre el mundo de las altas finanzas.

Un momento de la función 'Brokers'
Un momento de la función 'Brokers'

Concebido como un compendio de sketches, ¡Muu2! es una revisión del espectáculo original, que gira en torno al mundo de la tauromaquia, y del que se han tomado los mejores gags y se han añadido otros nuevos. “Es un espectáculo que no va a favor ni en contra de los toros”, explica Pagudo. “No vamos a saco”. Tanto desde el punto de vista del hombre como desde el del animal, los cuatro actores, permanentemente en escena, buscan, más que nada, un método para provocar la risa: “Es un pretexto para hablar del ser humano y de lo bobos que somos a veces”.

Para ejercer el derecho a juicio moral, la compañía se vale de la otra función que desarrollan en paralelo, y que se estrenó en 2008: Brokers, una sátira de la sociedad capitalista. “Al final sí que hay crítica, pero el resto es una parodia de cómo viven los millonarios”, puntualiza Fernández. “Es una reflexión sobre la corrupción y los dueños de la crisis, pero el objetivo, como siempre es que el espectador se ría cada pocos segundos”, añade Cao. Ante la disyuntiva de tener que decantarse por una u otra función, ¡Muu2! o Brokers, Pagudo se muestra salomónico: “Da igual, hay que venir a ver un espectáculo de Yllana, porque si ves uno, luego los vas a querer ver todos”.

Obcecados en el humor, los componentes de la compañía dicen no tenerle miedo a la tragedia. “Hemos pensado en hacer un mimodrama, aunque Yllana es más que eso”, apuntilla Cao. “Nuestra tarea es más de clown”. De su igualmente fija obsesión por el gesto, aseguran que supone una ventaja no solo para salir al extranjero, ya que la barrera idiomática se desdibuja, sino también para acercarse al público joven. “El mimo se convierte en fiesta de sonidos”, dice Pagudo, a quien termina la frase Fernández: “Hacemos rock and roll”. Tener dos espectáculos en cartel bajo un techo propio, no significa en cualquier caso que la situación sea boyante, especialmente por los palos que llegan de fuera. “Estamos sobreviviendo, pero las giras ya no son lo de antes”, dice Fernández que, como el resto de sus compañeros, achaca buena parte de la culpa a los recortes del gobierno: “Una cosa es pasar de la cultura, y otra es atacarla”.

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Sobre la firma

Silvia Hernando
Redactora en BABELIA, especializada en temas culturales. Antes de llegar al suplemento pasó por la sección de Cultura y El País Semanal. Previamente trabajó en InfoLibre. Estudió Historia del Arte y Traducción e Interpretación en la Universidad de Salamanca y tiene dos másteres: uno en Mercado del Arte y el otro en Periodismo (UAM/EL PAÍS).

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