Pensamientos de un hombre de contradicciones
Frases del cineasta que además fue escritor, director, productor, editor y académico de la Lengua
El director de cine José Luis Borau, fallecido hoy viernes, también guionista, escritor y productor dejó en sus declaraciones y discursos sus pensamientos y reflexiones. Aquí va una pequeña muestra:
-"La influencia del cine en la vida real, no nos engañemos, es escasa". Una muestra de su escepticismo cuando recogió en San Sebastián, en mayo de 2009, un premio por su defensa de los derechos humanos.
-"El ser humano parece no haber caído en la cuenta de lo que realmente ha supuesto la irrupción del cine en nuestra mente y, de rebote, en el afán de comunicarnos con el prójimo". Cuando leyó su discurso de ingreso en la Real Academia, en noviembre de 2008, ensalzó la omnipresencia cinematográfica en el habla y la escritura.
"Siempre busqué productores para todas mis películas; pero al final me liaba la manta a la cabeza y acababa produciendo yo, porque lo único que quería era que la película se hiciera". En una entrevista con EL PAÍS en abril de 2008, Borau, ligado a algunas de las mejores películas del cine español, se mostraba, abrumado por la entrada en la RAE.
"Uno hace el cine como el amor. Como puede". Con una frase suya le ha recordado José Luis Cuerda
-"Uno hace el cine como el amor. Como puede". Con esta frase que sintetiza su humor y socarronería le ha recordado hoy otro cineasta veterano, José Luis Cuerda, en Twitter.
-"Siempre me califico, con bastante desconsuelo, de hombre niñoide". En una charla con este periódico, el director recordaba su infancia, de niño crítico y aislado.
-"El lenguaje ha sido una obsesión para mí". El autor de películas como Furtivos publicó El cine en nuestro lenguaje, libro en el que mostraba siempre su preocupación por cómo hablamos y escribimos.
-"La piratería es una alimaña". Como presidente de la Sociedad General de Autores y Editores su preocupación era aumentar los ingresos de los socios por la gestión de derechos de autor, aunque ello le supuso dejar más de lado su oficio.
-"Yo me lo guiso, yo me lo como, y a mí se me indigesta". Otra definición con humor de su manera de hacer cine, la única, según decía, que sabía.
-"Escribir me ha producido siempre placer, pero también dolor". Ganador de un premio de narrativa concedido por el Ayuntamiento de Oviedo por Camisa de once varas (Alfaguara), compartía en sus películas y sus escritos una misma idea: la experimentación.
-"El cine negro español incorporó al imaginario del género personajes y situaciones típicamente nuestros". También teorizó sobre el cine negro. Su ejemplo fue Crimen de doble filo, filme que dirigió en 1964, cuando aún había que sortear la censura.
