‘Descubrir los descubrimientos’

La última apuesta del editor Joan Tarrida al frente de Galaxia Gutemberg pretende ampliar un catálogo hasta ahora centrado en la recuperación de clásicos de la literatura del siglo XX, para dar cabida a autores relevantes de la narrativa contemporánea internacional, que por diversos motivos son desconocidos o poco valorados en España. La nueva colección se llama Galaxia Nova y ayer fueron presentados en Madrid sus dos primeros volúmenes, Las solidaridades misteriosas, del francés Pascal Quignard, y El eco de las ciudades vacías, de la canadiense de origen chino Madeleine Thien. En noviembre se publicará Absolución, la primera novela del californiano Patrick Flanery.

“Estos tres títulos pretenden ser una declaración de intenciones”, aseguró Tarrida en un encuentro con periodistas. “Literatura de calidad, escritores de todas las lenguas y trayectorias heterogéneas”. Los hay consagrados, como Quignard, autor de más de cincuenta libros y traducido en todo el mundo – su novela Las sombras errantes mereció el premio Goncourt 2002 -. También narradores noveles como Flanery, colaborador de diversas revistas literarias, al que New Yorker ha considerado tras la publicación de ‘Absolución’ un novelista “inteligente y excepcionalmente dotado, y solo acaba de empezar”.

La obra de Madelein Thien, que se encuentra en Madrid para presentar su libro, recrea la historia brutal del genocidio de los jémeres rojos en Camboya a través de la historia de Janie, una investigadora en Montreal que nos sirve de guía en el descubrimiento del horror a través de la recuperación de fragmentos de su propio pasado. “Poca gente conoce que durante la guerra de Vietnam, Camboya era un país neutral, pero EE.UU la bombardeó con millones de kilos de bombas por ser ruta de Ho Chi Min durante la guerra”, cuenta Thien. Aquellos truenos, afirma, están en la base de algunas de las posteriores pesadillas. “Los jémeres rojos fueron apoyados al principio por muchos camboyanos, pero después quisieron instaurar un comunismo ortodoxo que acabo tratando de borrar los vínculos de la gente con su pasado, con su familia, con sus amigos”. El resultado fue el exterminio de 1.700.000 personas, un tercio de la población y, recuerda Thien, “muchos de ellos fueron miembros de los propios jémeres rojos”.

“Descubrir los descubrimientos”, podría ser, según el editor, la filosofía de la nueva colección que ya tiene programadas varias ediciones para el año próximo de autores como Mario Levi, Lawrence Norfolk, Graham Swift y Yiyun Li. El propósito es publicar de seis a ocho libros al año, con precios asequibles – los de Quignard y Thien están entorno a los 17 o 18 euros – y con predominio de autores de habla inglesa, aunque también de escritores de origen francés, chino, palestino iraquí, turco o noruego.

No habrá en Galaxia Nova autores españoles o latinoamericanos, quienes seguirán teniendo su lugar en Galaxia Gutemberg. Tarrida defendió el libro impreso y dijo que de la facturación anual de Galaxia Gutemberg, alrededor de 1.700.000 euros anuales, sólo unos 17.000 vienen del mundo digital. “El libro digital será el futuro, pero aún no lo es. Y por eso seguimos haciendo lo que sabemos hacer”.