Las inundaciones que vienen: danas, borrascas y medicanes, las tormentas del Mediterráneo ganan virulencia

Las lluvias torrenciales que han azotado Grecia, Libia o España en el mes de septiembre son causa directa de fenómenos atmosféricos diferentes, pero con un denominador común: el calentamiento global aumenta su intensidad

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La borrasca

alcanza vientos de

más de 80 km/h

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La borrasca alcanza

vientos de más de 80 km/h

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La borrasca alcanza

vientos de más de 80 km/h

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La borrasca alcanza

vientos de más de 80 km/h

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El 4 de septiembre se genera, a partir de una dana, una borrasca que se denominará 'Daniel'

Entres los días 5 y 6 en algunos pueblos al norte de Atenas se registra más lluvia que toda la que cae en España en un año.

Tasa de precipitación (mm/hora)

2 5 10 15 20 30 50

El 9 de septiembre, tras moverse hacia el sur, la borrasca adquiere características de ciclón tropical.

El ciclón toca tierra en Libia: las inundaciones que provoca hacen colapsar dos presas. Hay miles de muertos y desaparecidos.

El huracán Daniel, el más mortífero registrado en la zona, es un caso ejemplar para saber cómo son y serán las tormentas en el Mediterráneo.

Precipitación acumulada a 11 de sept (mm)

3 10 30 100 300 1000

Los fenómenos meteorológicos como Daniel, capaces de generar lluvias torrenciales e inundaciones en los países del Mediterráneo, afectarán cada vez con mayor intensidad el sur de Europa y norte de África como consecuencia del calentamiento global. Seguir el recorrido de este reciente medicane (Mediterranean hurricane, o huracán mediterráneo) permite ver cómo nacen, siendo masas de aire frío, y se desarrollan hasta convertirse en ciclones.

La popular y problemática dana

Las danas son conocidas en España: las lluvias que generó la última, a primeros de septiembre, causaron tres fallecidos.

Dana es el acrónimo de Depresión Atmosférica Aislada en Niveles Altos. En esencia, una dana es una bolsa de aire frío a mucha altura. Se produce por la separación de una masa de aire frío del chorro polar, una corriente que pasa por el norte de Europa y que circula a unos 10 kilómetros de la superficie, en el límite entre la troposfera y la estratosfera.

Cómo se forma una dana

1.

A veces, la corriente de chorro polar, que transita por el norte de Europa, se separa hacia el sur

Aire frío

2.

La masa de aire frío adopta la forma de una gota, de ahí la expresión “gota fría”

A su vez, el aire caliente sube hacia el norte

Aire cálido

3.

Se genera una masa de aire frío estancada que choca con el aire caliente y húmedo del Mediterráneo

En esta colisión se pueden generar fuertes lluvias

Cómo se forma una dana

A veces, la corriente de chorro polar, que transita por el norte de Europa, se separa hacia el sur

1.

Aire frío

2.

La masa de aire frío adopta la forma de una gota, de ahí la expresión “gota fría”

A su vez, el aire caliente sube hacia el norte

Aire cálido

3.

Se genera una masa de aire frío estancada que choca con el aire caliente y húmedo del Mediterráneo

En esta colisión se pueden generar fuertes lluvias

Cómo se forma una dana

A veces, la corriente de chorro polar, que transita por el norte de Europa, se separa hacia el sur

1.

Aire frío

La masa de aire frío adopta la forma de una gota, de ahí la expresión “gota fría”

2.

A su vez, el aire caliente sube hacia el norte

Aire cálido

Se genera una masa de aire frío estancada, que choca con el aire caliente y húmedo del Mediterráneo

3.

En esta colisión se pueden generar fuertes lluvias

Cómo se forma una dana

1.

A veces, la corriente de chorro polar, que transita por el norte de Europa, se separa hacia el sur

2.

La masa de aire frío adopta la forma de una gota, de ahí la expresión “gota fría”

3.

Se genera una masa de aire frío estancada, que choca con el aire caliente y húmedo del Mediterráneo

Aire frío

En esta colisión se pueden generar fuertes lluvias

A su vez, el aire caliente sube hacia el norte

Aire cálido

También se le llama gota fría -del alemán kaltlufttropfen- por la forma que adopta de una gota al desprenderse de la corriente en chorro polar. Sin embargo, desde hace años este término ha quedado casi en desuso y se ha optado por hablar en su lugar de dana, tal y como explica en este artículo José Antonio Fernández Monistrol, jefe del Departamento de Infraestructuras y Sistemas de la Aemet.

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Aunque es habitual asociar dana con lluvias e inundaciones, no siempre conllevan fenómenos extremos. Es más, las danas pueden producirse en cualquier momento del año. Pero una dana suele aportar muchos de los ingredientes necesarios para generar las temidas lluvias torrenciales, sobre todo a finales del verano y otoño, cuando la temperatura del mar es más elevada.

Cuando hay una dana, las lluvias se generan por el choque entre la masa de aire frío y el aire cálido y cargado de agua del Mediterráneo

Formación de nubes cargadas de agua

Dana

Aire frío

Lluvias

Aire cálido

y húmedo

Cuando hay una dana, las lluvias se generan por el choque entre la masa de aire frío y el aire cálido y cargado de agua del Mediterráneo

Formación de nubes cargadas de agua

Dana

Aire frío

Lluvias

Aire cálido

y húmedo

Cuando hay una dana, las lluvias se generan por el choque entre la masa de aire frío y el aire cálido y cargado de agua del Mediterráneo

Dana

Aire frío

Formación de nubes cargadas de agua

Lluvias

Aire cálido

y húmedo

Cuando hay una dana, las lluvias se generan por el choque entre la masa de aire frío y el aire cálido y cargado de agua del Mediterráneo

Dana

Aire frío

Formación de nubes cargadas de agua

Lluvias

Aire cálido

y húmedo

Este fenómeno es frecuente en todas las regiones del hemisferio norte que están bajo la influencia del chorro polar. Pero adquiere relevancia en la zona del Mediterráneo, donde el mar cálido proporciona humedad y las danas generan lluvias más intensas que provocan las inundaciones. Una dana puede transformarse en una borrasca, e incluso ir más allá y formar un medicane.

Las danas, con el calentamiento global, cada vez tendrán mayor potencial de causar destrozos por su mayor virulencia, explica a EL PAÍS Juan Jesús González Alemán, doctor en Física e investigador en dinámica y modelización atmosférica en la Aemet. “Lo que va a suceder es que a lo mejor vendrán menos, pero de esas, habrá más que tengan potencial destructivo”, alerta. Aparte del aumento de su potencial destructivo, “se espera que este otoño aumente el número de danas y borrascas que lleguen a la zona mediterránea por la presencia de El Niño”, destaca el experto.

Borrascas, BFA y ciclogénesis explosivas

Filomena, Isaak, Denise, Álex... Aunque tal vez la más conocida y recordada en España en la actualidad sea Gloria. Todos ellos son nombres de borrascas, zonas donde el aire caliente sube y gira alrededor de una zona de baja presión, y que traen consigo viento, lluvia y nubosidad. Pero no tienen nombre todas las que hay: se bautizan solo las que tienen gran impacto en bienes y personas, según detalla la Aemet.

En España, las borrascas son fenómenos meteorológicos comunes, especialmente durante el otoño e invierno, cuando la península suele estar más expuesta a las que se desplazan desde el Atlántico hacia el este.

En una borrasca, el aire cálido asciende en el centro de la baja presión, se enfría, se condensa y forma nubes cargadas de agua

Formación de nubes

Aire frío

Aire frío

Lluvias

El aire cálido

asciende

Zona de baja presión

En una borrasca, el aire cálido asciende en el centro de la baja presión, se enfría, se condensa y forma nubes cargadas de agua

Formación de nubes

Aire frío

Aire frío

Lluvias

El aire cálido

asciende

Zona de baja presión

En una borrasca, el aire cálido asciende en el centro de la baja presión, se enfría, se condensa y forma nubes cargadas de agua

Formación de nubes

Aire frío

Aire frío

Lluvias

El aire cálido

asciende

Zona de baja presión

En una borrasca, el aire cálido asciende en el centro de la baja presión, se enfría, se condensa y forma nubes cargadas de agua

Formación de nubes

Aire frío

Aire frío

Lluvias

El aire cálido

asciende

Zona de baja presión

Dentro de las borrascas, hay una categoría llamada borrasca fría aislada, o BFA por sus siglas. Es un fenómeno meteorológico que, al contrario de una borrasca común, tiene un núcleo de aire frío, y que generalmente trae consigo temperaturas muy bajas. Se denomina “aislada” porque puede formarse de manera independiente.

En otoño es cuando empieza a aparecer el ya familiar término de ciclogénesis explosiva, muchas veces mal empleado, tal y como destaca Alejandro Roa en un artículo de la Asociación Meteorológica Española. No es un fenómeno en sí, sino un proceso: se genera cuando una borrasca en forma de ciclón -de ahí ciclogénesis- se fortalece de forma muy rápida.

En España, especialmente en las regiones costeras del Atlántico y el Cantábrico, así como en el norte de Europa, las ciclogénesis explosivas son relativamente comunes durante los meses de otoño e invierno.

Medicane, el huracán del Mare Nostrum

Los medicanes, de la contracción Mediterranean hurricane, son un fenómeno meteorológico muy poco habitual pero muy dañino. Y, de acuerdo con los pronósticos de la comunidad científica, serán cada vez más problemáticos. A grandes rasgos, el término medicane se refiere a una borrasca o ciclón con características tropicales en el Mediterráneo. “En Libia, lo que debería ser una borrasca normal al final ha tenido un carácter tropical, muy probablemente un medicane”, expone el físico, aunque “hasta que no se haga un estudio con más profundidad no se puede determinar”.

Estos fenómenos se caracterizan por su forma cíclica alrededor de un ojo claramente visible y, aunque la velocidad del viento varía mucho, suele ser en torno a 90-120 km/h. Conservan sus características tropicales hasta alcanzar los tres días y recorren entre 1.000 y 3.000 kilómetros. Cuando tocan tierra, estos ciclones pierden progresivamente sus características hasta disiparse. Su combustible es la energía y la humedad del mar.

Anatomía de un

ciclón tropical y/o medicane

Tasa de precipitación (mm/hora)

2

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10

15

20

30

50

100 km

Ojo

Pared

del ojo

Bandas lluviosas

Giran en sentido contrario a las agujas del reloj (en el hemisferio norte)

Fuente: EUMETSAT, imagen del ciclón tropical Freddy, 21 de febrero de 2023.

Anatomía de un ciclón tropical y/o medicane

Tasa de precipitación (mm/hora)

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100 km

Ojo

Pared

del ojo

Bandas lluviosas

Giran en sentido contrario a las agujas del reloj (en el hemisferio norte)

Fuente: EUMETSAT, imagen del ciclón tropical Freddy, 21 de febrero de 2023.

Anatomía de un

ciclón tropical y/o medicane

Tasa de precipitación (mm/hora)

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Giran en sentido contrario a las agujas del reloj (en el hemisferio norte)

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Bandas lluviosas

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Fuente: EUMETSAT, imagen del ciclón tropical Freddy, 21 de febrero de 2023.

Anatomía de un

ciclón tropical y/o medicane

Tasa de precipitación (mm/hora)

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Giran en sentido contrario a las agujas del reloj

(en el hemisferio norte)

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Bandas lluviosas

100 km

Fuente: EUMETSAT, imagen del ciclón tropical Freddy, 21 de febrero de 2023.

“Hay un poco de confusión por el término”, señala González Alemán. El autor que le puso ese nombre lo hizo para demostrar la posibilidad teórica de la existencia de huracanes en el Mediterráneo, pero se acabó utilizando para referirse a los ciclones con características tropicales, una especie de híbridos entre borrasca y ciclón tropical. Sin embargo, “en los últimos años, estamos viendo que cada vez tienen más potencial de convertirse en ciclones tropicales de acuerdo con esa idea teórica. Ahora sí estamos empezando a ver ciclones que sí se comportan como medicanes”, asegura el experto.

Ahí es donde entra en juego el estudio publicado en 2019 por González Alemán: lo que está haciendo y hará el cambio climático es que estos ciclones dejarán de ser ‘ciclones con características tropicales’ y terminarán siendo ciclones tropicales, incluso con posibilidad que sean huracanes de mayor categoría. Hasta la fecha, el medicane de mayor potencia registrado ha sido Ianos, en 2020, cuyas ráfagas de viento alcanzaron los 195 km/h, equivalente a un huracán de categoría 2 en la escala Saffir-Simpson, que clasifica la intensidad de estos fenómenos.

Daniel y otros medicanes históricos, desde el aire

Daniel

4-12 de septiembre de 2023

ITALIA

GRECIA

100 km

LIBIA

Ianos

14–20 de septiembre de 2020

ITALIA

GRECIA

100 km

Numa

16–19 de noviembre de 2017

ITALIA

ALBANIA

GRECIA

100 km

Qendresa

7-9 de noviembre de 2014

TÚNEZ

LIBIA

100 km

Imágenes: EUMETSAT (NASA).

Daniel y otros medicanes históricos, desde el aire

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Imágenes: EUMETSAT (NASA).

Daniel y otros medicanes históricos, desde el aire

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Qendresa

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7-9 de noviembre de 2014

7-9 de noviembre de 2011

14–17 de enero de 1995

FRANCIA

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ESPAÑA

LIBIA

100 km

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Imágenes: EUMETSAT (NASA).

Daniel y otros medicanes históricos, desde el aire

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4-12 de septiembre de 2023

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7-9 de noviembre de 2014

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LIBIA

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Imágenes: EUMETSAT (NASA).

Los huracanes y tifones son el mismo fenómeno meteorológico: ambos son un ciclón tropical que, como norma general, produce vientos de más de 118 kilómetros por hora. Sin embargo, estas tormentas se llaman de distinto modo según el lugar donde se producen. Cuando una de estas fuertes tormentas se genera en el Atlántico norte, en el Caribe y en noreste del Pacífico, se denomina huracán. Cuando se produce en el noroeste del Pacífico se llama tifón, y en el Índico se les denomina sencillamente ciclones.

Ciclones tropicales registrados desde 1980

Escala de categorías Saffir-Simpson

0

1

2

3

4

5

Huracanes

Huracanes

Ecuador

Ciclones

Medicanes

Ciclones

Tifones

Ecuador

Ciclones

Ubicación de medicanes detectados en el Mediterráneo

Número de fenómenos detectados entre 1948 y 2011

0

1

2

3

4

5

Dos zonas donde se forma el mayor número de medicanes: en el Mediterráneo occidental y en el Mar Jónico.

Fuente: NOAA, Cavicchia et al., 2014.

Ciclones tropicales registrados desde 1980

Escala de categorías Saffir-Simpson

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Ubicación de medicanes detectados en el Mediterráneo

Número de fenómenos detectados entre 1948 y 2011

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Dos zonas donde se forma el mayor número de medicanes: en el Mediterráneo occidental y en el Mar Jónico.

Fuente: NOAA, Cavicchia et al., 2014.

Ciclones tropicales registrados desde 1980

Escala de categorías Saffir-Simpson

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Ubicación de medicanes detectados en el Mediterráneo

Número de fenómenos detectados entre 1948 y 2011

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Dos zonas donde se forma el mayor número de medicanes: en el Mediterráneo occidental y en el Mar Jónico.

Ciclones tropicales registrados desde 1980

Escala de categorías Saffir-Simpson

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Ubicación de medicanes detectados en el Mediterráneo

Número de fenómenos detectados entre 1948 y 2011

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Dos zonas donde se forma el mayor número de medicanes: en el Mediterráneo occidental y en el Mar Jónico.

Fuente: NOAA, Cavicchia et al., 2014.

En cuanto a los medicanes, hay dos regiones donde su génesis ocurre más a menudo: una es en el Mediterráneo occidental, entre el mar que baña las Baleares, la costa oeste de la península y Sicilia y Cerdeña; la segunda es en el mar Jónico, entre Sicilia y Grecia, extendiéndose hasta el norte de Libia.

Más intensos que antes

Tanto danas, borrascas como ciclones de características tropicales van a disminuir su frecuencia en el Mediterráneo, pero van a incrementar su intensidad con el calentamiento global, según el sexto informe de evaluación del IPCC sobre los efectos del cambio climático.

Un estudio realizado por científicos de la World Weather Attribution (WWA) asegura que estos fenómenos extremos se han vuelto más intensos y probables. “Para la zona que incluye Grecia y partes de Bulgaria y Turquía, el cambio climático inducido por el hombre hizo que un evento tan extremo como el observado fuera hasta 10 veces más probable y hasta un 40% más intenso”. En cuanto a lo observado en Libia, “un evento así de extremo se ha vuelto hasta 50 veces más probable y hasta un 50% más intenso en comparación con un clima 1,2 grados más frío”, aseguran.

“El daño causado por el ciclón de Libia no ha sido solo por la rotura de las presas de Derna; desde el punto de vista científico, la precipitación ha marcado valores nunca antes registrados en esa zona. Ahora, estos fenómenos tienen mayor potencial de causar destrozos, y esto lo está haciendo el cambio climático”, coincide González Alemán. Uno de los factores clave, destaca, es el aumento de la temperatura del Mediterráneo.

A diferencia de otras regiones, en Europa no se hace un seguimiento de los ciclones tropicales. “Los científicos estamos haciendo presión para que se haga algo parecido a otras regiones como el Atlántico Norte o el Pacífico”, destaca el experto de la Aemet. Un problema son los modelos que se usan actualmente para hacer pronósticos. “Los modelos están basados en un clima del pasado, un clima de hace 40 o 50 años. Ahora el clima está cambiando, y hay que investigar nuevos modelos para que se adapten a esta nueva realidad climática”, concluye.

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