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Comienza la ola de calor con Córdoba y Jaén bajo aviso rojo por temperaturas de 44°

El pico del episodio extremo, con valores hasta entre 10° y 15° por encima de lo normal, se producirá entre este lunes y el martes, día en el que la alerta máxima se trasladará a Aragón y a Castilla-La Mancha

Una mujer se abanica en el centro de Madrid este lunes, donde se espera que se alcancen los 40 grados. Foto: Manu Fernández (AP) | Vídeo: EPV
Victoria Torres Benayas

Un total de 12 de las 17 comunidades autónomas, en las que viven 26 millones de españoles, se encuentran bajo aviso por altas temperaturas este lunes, día en el que comienza la primera ola de calor del verano. La peor parte se la llevará Andalucía, donde el sur de Córdoba y casi todo Jaén ―con un millón de habitantes― están bajo aviso rojo, el máximo de una escala de tres, por el riesgo de que se alcancen 44°, localmente incluso 45°. El aviso es naranja, el segundo nivel, en Baleares, Castilla-La Mancha, Extremadura y Madrid por un rango que va de 43° a 39°; mientras que es amarillo, el mínimo, en Aragón, Castilla y León, Cataluña, Murcia, Navarra y La Rioja y Comunidad Valenciana, donde se prevén entre 39° y 34°.

El pico del episodio se producirá entre hoy y el martes, cuando el rojo se trasladará a Zaragoza, Teruel y Albacete, se ampliarán las zonas de las mismas comunidades en alerta, se doblarán los naranjas y se sumará Canarias al amarillo hasta alcanzar a 32 millones y medio de españoles bajo aviso. El miércoles, en principio el último día, habrá una bajada de las temperaturas en el norte y en Baleares y, aunque continuará el ambiente extremadamente cálido en la mitad sur, ya no habrá avisos rojos y se reducirán a 11 las regiones en alerta, junto con Ceuta y Melilla. También podría haber estos días tormentas secas, con poca o nada de agua pero con mucho aparato eléctrico y rachas de viento muy intensas, en el interior peninsular, sobre todo en el oriental. Este lunes hay avisos amarillos por este motivo en Andalucía, Aragón y Castilla-La Mancha, y el martes, en Aragón y la Comunidad Valenciana. Además, durante todo el episodio, el riesgo de incendios será muy alto o extremo en buena parte del país.

¿Son estas temperaturas las normales del verano? No, una ola de calor es, por definición, un episodio anómalo y extremo, aunque en las últimas décadas estos fenómenos están potenciados por el cambio climático, que los hace más frecuentes, tempranos, duraderos e intensos. Las máximas estarán en casi toda España entre 5° y 10° por encima de lo normal, salvo en el Cantábrico a partir del martes, incluso entre 10° y 15° en la zona oriental de Andalucía, Murcia, valle del Ebro y Canarias.

Más allá del potenciador de fondo, la causa directa, explica Rubén del Campo, portavoz de Aemet, es la “llegada de una masa de aire muy cálida y seca, procedente del norte de África, junto con la estabilidad atmosférica, que favorece su calentamiento por la presencia de cielos poco nubosos y la poca ventilación”. Esta masa viene “cargada de polvo en suspensión”, lo que complica los pronósticos, ya que una mayor o menor entrada de polvo hará que se disparen más o menos los valores.

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En Canarias, también se espera un episodio cálido que puede que llegue a los umbrales de ola a partir del martes, con temperaturas que podrían superar los 34° en amplias zonas y los 40° en el sur de Gran Canaria. Así, del calor extremo solo se librarán áreas del norte y del noroeste. Y, durante todo el episodio, las mínimas también serán muy elevadas, con noches tropicales generalizadas, en las que será difícil conciliar el sueño porque los termómetros no bajarán de 20°, e incluso tórridas, por encima de 25°, en el sur del área mediterránea y centro y sur de la Península.

¿Se puede llegar a romper el techo del calor nacional? La temperatura oficial más alta jamás medida en España está en 47,6°, alcanzados en La Rambla (Córdoba) en agosto de 2021. Ahora, “los 44°/45° son posibles en el alto Guadalquivir, en zonas próximas de Jaén, Murcia y la depresión del Ebro, a dos grados del récord. A día de hoy, parece difícil de batir, aunque no del todo descartable”, contextualiza Del Campo, para apuntar que todo depende de la cantidad de nubosidad y de polvo en suspensión y del viento en superficie. Sí se esperan récords de máximas en algunos observatorios, así como de mínimas en el sur del Mediterráneo, el centro y el sur peninsular. “Madrid puede tener su noche tórrida y en zonas de las medianías de Canarias puede haber una noche infernal, de casi 30° en el momento más frío del día”.

La predicción, día a día

Por días, las temperaturas, que comenzaron su escalada el fin de semana, seguirán subiendo este lunes. “El calor será intenso en todo el país, salvo en el noroeste peninsular y zonas costeras del Levante. Excepto en esas áreas, se superarán los 35° de manera en toda la Península y Baleares y los 40° en el centro y la mitad sur, mientras que se rondarán los 44/45° en el Guadalquivir y zonas próximas de la provincia de Jaén”, avanza el meteorólogo. Habrá algo de calima en el sur y el este de la Península y, en Canarias, comenzará el ascenso térmico, con 32° en el sur de Gran Canaria.

El martes, sumarán algunos grados en el este de la Península y en Canarias. “La madrugada será muy cálida, con noches tórridas en puntos del Mediterráneo e interior del centro y la mitad sur. De día, se superarán los 35° de forma casi general, salvo en el Cantábrico, y se rondarán los 40° en amplias zonas del centro y sur de la Península, así como en el nordeste, interior de Mallorca y Gran Canaria”, avanza Del Campo. Los valores más altos serán 44°/45° en el Guadalquivir y en interior del sureste, sobre todo en el este de Andalucía y Murcia. Pero mucho ojo a la depresión central del Ebro, donde se podría llegar a 43°/45°. En esta zona, en especial en Zaragoza, habrá tormentas secas, que podrán formarse en otros puntos del interior oriental, Pirineos y sistema Ibérico. “La calima se dejará notar, sobre todo en el sur y en el este de la Península y en los dos archipiélagos”, completa el portavoz.

El miércoles, “habrá un descenso térmico en el norte, donde los valores serán ya los propios de la época, pero no en el resto”. También bajarán algo las temperaturas en el interior de la Comunidad Valenciana y Baleares. Sin embargo, podría haber un repunte en el sur de Andalucía, Murcia y Canarias. Se superarán, por tercer día, los 35° en el centro y sur de la Península, zonas del este y Baleares. “Las temperaturas más altas, más de 40°/42°, se esperan en el Guadalquivir y el sureste peninsular donde, sobre todo en el este de Andalucía y en Murcia, podrían superarse los 42°/44°”, detalla Del Campo. En Canarias, más de 34° en muchos puntos y 40° en el sur de Gran Canaria. Seguirá habiendo calima, pero en la Península tenderá a ir remitiendo y apenas habrá precipitaciones, salvo alguna lluvia débil en el Cantábrico.

El jueves “seguirá siendo una jornada muy calurosa”, aunque “bajarán las temperaturas en el extremo oriental peninsular y en Baleares, especialmente en el sureste”. En el resto “no habrá cambios o incluso subirán un poquito”. Se superarán los 35° en el centro, este y sur de la Península y en ambos archipiélagos, con más de 40° en el Guadalquivir y el sur de Gran Canaria, donde habrá noches por encima de 20°/25°. Frente a este calor abrasador, 24°/25° en el Cantábrico, unos valores normales para la época del año, incluso algo bajos.

¿Cuándo se podrá dar por concluida la ola? De momento, la incertidumbre es alta y Aemet no ve un final claro. Aunque la extensión de las zonas afectadas se reduzca y es posible que el jueves ya no sea una ola de calor, las temperaturas continuarán siendo muy altas ese día y el viernes en el este, centro y sur de la Península, así como en Baleares, e “incluso no se descarta una nueva subida en algunas zonas de cara al fin de semana”.

¿Primera ola, pero no hubo ya otra en junio?

La playa de la Malvarrosa, en Valencia, a primeras horas de este lunes.
La playa de la Malvarrosa, en Valencia, a primeras horas de este lunes.Kai Forsterling (EFE)

Finalmente, tras analizar todos los datos, Aemet ha concluido que el episodio cálido de la última semana de junio, aunque fue muy intenso, especialmente en la mitad sur de la Península, no puede ser considerado ola de calor en sentido estricto, al no haber superado los umbrales requeridos de intensidad, extensión geográfica y persistencia.

"Realmente quedó muy, muy cerca de ser ola de calor", matiza Del Campo, que explica que el humo de los incendios de Canadá pudo contribuir en parte a que las temperaturas no subiesen tanto como inicialmente estaba previsto. "Este humo tuvo un efecto de apantallamiento, lo que impide que toda la radiación solar llegue a la superficie", explica el portavoz.



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Sobre la firma

Victoria Torres Benayas
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.

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