La primera etapa del ‘Caso Audios’ golpea a la centro derecha en medio de la campaña municipal chilena
La percepción de la corrupción en Chile Vamos, la coalición de los partidos de oposición tradicionales, se dispara y los expertos critican la falta de estrategia del sector ante la crisis protagonizada por el abogado Luis Hermosilla
El Caso Audios, protagonizado por el influyente penalista Luis Hermosilla, imputado por los delitos de lavado de activos, soborno a dos funcionarios públicos y fraude tributario, ha golpeado a la derecha chilena cuando faltan menos de dos meses para las elecciones municipales, un termómetro clave de cara a las presidenciales de 2025. En base a la información que se ha filtrado hasta ahora de los chats del abogado, uno de los nombres que se ha visto más salpicado es Andrés Chadwick, primo y exministro del Interior en las dos Administraciones de Sebastián Piñera (2010-2014, 2018-2022), para quien la Fiscalía prepara un interrogatorio en la calidad de testigo. La percepción ciudadana sobre la corrupción en la coalición Chile Vamos, que agrupa a la derecha tradicional, se disparó en medio del escándalo: escaló 15 puntos, hasta los 37, desde junio de 2023, según una encuesta publicada esta semana por Criteria. A nivel general, los consultados que creen que todos los partidos han incurrido en más casos de corrupción subió cinco puntos, llegando a 45.
Los expertos critican la falta de estrategia del sector para enfrentar la crisis y advierten del daño que le puede causar en los comicios de octubre aunque, advierten, todavía es pronto para calibrar el impacto porque pueden salir a la luz nuevos nombres. El politólogo y académico de la Universidad de Chile Octavio Avendaño, sostiene que el grueso de la crítica se está centrando en Chile Vamos, “entre otras cosas porque Chadwick y Sebastián Piñera aparecen involucrados”. Ahora, aclara, sí es muy probable que considerando que pueden aparecer más empresarios, jueces y otras figuras públicas de relevancia en las filtraciones “se transforme en una crítica a las élites y pase algo parecido a lo que ocurrió en Argentina con el discurso anti casta”. Quienes podrían sacar provecho de esto, plantea son los republicanos y los socialcristianos, que se vinculan a una derecha más antipolítica y anti-élite.
Durante los dos Gobiernos de Piñera, Hermosilla fue un importante asesor jurídico del ministerio del Interior que encabezaba Chadwick. Según conversaciones reveladas por el medio Ciper Chile, el exfiscal regional metropolitano oriente de Santiago, Manuel Guerra, discutieron en 2016 que había que contactar a ‘Andrés’ para darle una salida al Caso Penta, una trama de financiación ilegal de campañas electorales que impactó principalmente a la derecha. En 2019, Hermosilla defendió a Chadwick, su amigo de larga data, de una acusación constitucional presentada por parte de la izquierda. El abogado pidió un informe en derecho al profesor alemán Kai Ambos que, según la Fiscalía, pagó con dinero de la corredora de bolsa STF Capital del empresario Daniel Sauer, detenido desde abril por otra causa relacionada: el caso Factop.
Esta semana también se reveló que a mediados de 2020, cuando Hermosilla era asesor de la cartera del Interior de Piñera, hizo gestiones para que el ministerio de Vivienda, liderado por Felipe Ward, tramitara en dos meses y medio unos documentos que podrían tardar hasta dos años para que el holding Grupo Patio, que dirigía Álvaro Jalaff, muy cercano al penalista, pudiese edificar en una zona rural de la región Metropolitana. El seremi regional del Minvu de esa época, Manuel José Errázuriz, confirmó a Ciper que recibió presiones del entonces ministro para “apurar la tramitación”, y luego de la publicación, la Fiscalía abrió una investigación para indagar si Ward cometió irregularidades.
El diputado y presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Guillermo Ramírez, uno de los principales partidos de Chile Vamos, ha defendido a Chadwick. El martes, en T13 radio acusó que existe un “aprovechamiento político” de parte del oficialismo sobre este caso debido a la amistad “innegable” entre Chadwick y Hermosilla. El secretario general de la UDI, Juan Antonio Coloma, por su parte, dijo que el Caso Audios y las elecciones municipales “son cosas que no tienen nada que ver”. Tras un silencio inicial, el discurso de la derecha tradicional ha estado marcado por frases como “hay que dejar que las instituciones funcionen” y esperar a que la investigación siga su curso. La alcaldesa Evelyn Matthei, la principal carta del sector para las presidenciales, ha sido quizá la más tajante con un “tiene que caer quien tenga que caer”.
María José Naudon, abogada y analista política, califica la estrategia de la derecha como “débil”. “No veo a la coalición articulada, pensada, sino permanentemente reactiva, sobre todo al principio. Este es un caso que se podía prever el impacto que iba a tener”, señala. “Es el típico caso que evidentemente puede impactar en las elecciones de octubre y saltar sobre la candidata de Evelyn Matthei, la encuesta de Criteria lo demuestra con claridad” añade. Ahora, recuerda que Hermosilla representó recientemente al jefe de asesores del presidente Gabriel Boric, Miguel Crispi, en medio de la investigación por el caso Convenios, pero dejó su defensa tras el escándalo de la grabación, que estalló hace nueve meses. Naudon postula que hay que centrarse en probar si las acciones del abogado eran lícitas, y no en si era más o menos amigo de sus clientes.
El analista Cristián Valdivieso, director de la encuestadora Criteria, ve a la derecha “paralizada porque no sabe hasta dónde va a llegar el caso”. Es complejo, señala, porque para abordar una crisis hay que poder dimensionarla, “pero acá no pueden poner un círculo de hasta dónde llega la enfermedad, puede ser una crisis generalizada, pero puede tornar en una septicemia”. Aclara que todavía es temprano para saber si va a afectar solo a Chile Vamos porque depende de los audios que se vayan conociendo, que pueden expandir sus ondas radiactivas: “Puede que aparezcan audios donde paguen todos, pero si siguen afectando principalmente a Chile Vamos, todos se van a desmarcar”.
Chile Vamos, dice Valdivieso, debe limitar el tamaño de la crisis después de las Fiestas Patrias chilenas del 18 de septiembre y no esperar a las municipales porque, si empieza a aparecer información que los comprometa, “va a tener un costo muy grande”. “No solo porque el oficialismo va a usarlo en la campaña, sino también los republicanos y los socialcristianos porque compiten en muchos lugares. Si fuera la derecha monolítica sería mas facil, porque no tendrían fuego amigo”, plantea. En la encuesta de Criteria, la percepción de corrupción en el Partido Republicano, de la extrema derecha, saltó 14 puntos, hasta los 26.
A diferencia del silencio inicial de la derecha, el presidente Gabriel Boric no tardó en celebrar cuando se le dio prisión preventiva a Hermosilla. “Qué bueno que los que se creían poderosos vayan también a la cárcel”, dijo el mandatario, provocando críticas de distintos sectores por pronunciarse en esos términos sobre una formalización (una audiencia de comunicación de cargos en la apertura de una investigación) que no se sabe cómo acabará. “Las críticas por abordar la formalización del señor Hermosilla no me afectan ni hacen cambiar de opinión las críticas de un sector de la élite que cree que a los poderosos no se les puede tocar”, refrendó esta semana.
Para Naudon, el mundo político en su conjunto debe aportar a no generalizar con que son todos corruptos; favorecer la transparencia, que los juicios avancen; resolver la debilidad institucionalidad, como el nombramiento de los jueces; y marcar la diferencia con los casos concretos que vayan saliendo, actuando con claridad y sin lealtades. “El problema más relevante es la sensación de la ciudadanía de que las estructuras básicas del Estado están corruptas. Esa percepción es la que va pavimentando la posibilidad de gobiernos autoritarios y populismos”, advierte.
Sobre los dichos del presidente Boric, Valdivieso señala: “Si concordamos que tenemos una crisis política tremenda, donde el valor de los partidos y las instituciones están en el suelo, el presidente apuntala a la lógica de que todos son corruptos y todos tiene algo que ocultar y por tanto no cuida la institucionalidad. De alguna manera cae en un juego populista, que él tanto critica, que crea un otro, como los malos, y él se instala como parte del pueblo y la gente que es abusada. Eso tiene una retórica populista que no mejora la institucionalidad y lo que hace al final del día es darle fuerza a los populistas de verdad”.
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