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Las interrogantes en torno al exmédico del Ejército que será indagado en el ‘caso Neruda’

Tras la reapertura de la causa, la Corte de Apelaciones ha ordenado interrogar a Eduardo Arriagada Rehren sobre dos procesos por violaciones a los derechos humanos en los que ha sido condenado, uno de ellos por evenenamiento

Pablo Neruda
Pablo Neruda en Nueva York, en 1966.Sam Falk
Ana María Sanhueza

Entre las siete diligencias que dictó la Corte de Apelaciones de Santiago cuando a fines de febrero resolvió reabrir el sumario de la investigación de las circunstancias de la muerte del poeta chileno Pablo Neruda, el 23 de septiembre de 1973, doce días después del Golpe de Estado, para despejar si fue a causa de cáncer con metástasis a la próstata o si fue envenenado en una clínica de Santiago por una inyección letal, está el interrogatorio al exmédico del Ejército, Eduardo Arriagada Rehren, de 80 años. Los magistrados entregaron dos focos para preguntar a la jueza a cargo del caso, Paola Plaza: “por su trabajo en inteligencia en base al clostridium botulinum”, la bacteria que habría causado la muerte del poeta, y para que “se le expongan los sucesos idénticos por los que fue condenado respecto de la víctima Archivaldo Morales Villanueva”. Además, pidió al Laboratorio de la Policía de Investigaciones (PDI) que realice un peritaje regresivo de edad para ver cómo se veía Arriagada el año en que falleció el Premio Nobel de Literatura.

La investigación del caso Neruda se inició en 2011, cuando su exchófer, Manuel Araya, aseguró en una entrevista a la revista mexicana Proceso que fue asesinado por una inyección letal en la Clínica Santa María de Santiago. Araya fue quien trasladó al poeta junto a su esposa Matilde Urrutia desde Isla Negra, una localidad costera a unos a unos 100 kilómetros de Santiago, donde vivía la pareja, hasta el centro asistencial, pues el escritor estaba enfermo de cáncer. El conductor, fallecido en junio de 2023, es la única persona en el proceso que ha sostenido la tesis del asesinato. En base a sus dichos se querelló el Partido Comunista (PC), donde militaba el Premio Nobel, y Rodolfo Reyes, sobrino de Neruda, junto a la abogada Elisabeth Flores.

La búsqueda de quién fue el último médico que estuvo con Neruda antes de morir nunca ha llegado a puerto. Y la interrogante la abrió uno de los médicos que atendió al poeta en la Clínica San María, Sergio Draper, fallecido en 2022. Declaró en varias ocasiones en la causa y dijo que entregó el turno a otro profesional, al que no había visto antes. Lo describió como alto y rubio, y lo identificó como un tal “doctor Price” o Prize, de quien la PDI hizo entonces un retrato hablado. Pero las pesquisas judiciales dieron cuenta de que no hay registro en Chile de que alguien con ese nombre haya estudiado medicina; tampoco aparece en el Colegio Médico ni como trabajador de ningún establecimiento de salud.

Dos condenas

Arriagada fue médico del Ejército y ha sido condenado en dos procesos por violaciones a los derechos humanos ocurridas en la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). El primero de ellos, que todavía debe ser revisado por la Corte Suprema, es el homicidio en noviembre de 1973 del locutor comunista Archivaldo Morales, conocido como Chito Morales, en la ciudad de San Fernando, Región de O’Higgins. Según el fallo de 2021, Arriagada, quien lo atendió después de que estuviera 43 días detenido e incomunicado, y sometido a torturas tras ser interrogado por orden de una fiscalía militar, “adopta la decisión de inyectarle vía endovenosa un medicamento compuesto de dipiridamol, con el propósito de provocarle una reacción del infarto al miocardio”. Para los querellantes podría haber una similitud con el caso Neruda, razón por la que pidieron su testimonio pese a que ya había declarado en el proceso, pero lo hizo antes de que fuera sentenciado por el crimen de Morales. La jueza Plaza rechazó esa petición, pero la Corte la concedió.

La segunda causa en la que fue condenado, y que ya tiene sentencia de la Corte Suprema, de diciembre de 2023, fue por el homicidio en 1981 de dos expresos de la Cárcel Pública, y el homicidio frustrado de otros cinco por envenenamiento por toxina botulínica a través de la ingesta de alimentos durante la dictadura.

Exhumación del cadáver de Pablo Neruda.
Exhumación del cadáver de Pablo Neruda.

En el cadáver de Neruda, que fue exhumado en 2013, un panel de científicos, el tercero que ha intervenido en el caso, encontró en 2017 en un molar del poeta clostridium botulinum, pero no se estableció cómo es que llegó su cuerpo. En febrero de 2023, el último grupo de especialistas que fue convocado, debía determinar si el origen de la sustancia tóxica era endógeno o exógeno a fin de verificar si estaba en los restos del poeta cuando falleció o si entró después a través de sedimentos. La jueza Paola Plaza no ha entregado los resultados de esos análisis, pero según el abogado del PC, Manuel Luna, el informe de los últimos expertos “determinó que la cepa a la que pertenecía la bacteria era Alaska E43, la más mortífera de este tipo”. Además se estableció que su presencia “era por una causa endógena, es decir, que estaba en el cuerpo de Neruda antes de fallecer”. “Sin embargo, ese solo antecedente no nos permite, desde una base técnico científica, afirmar que fue asesinado, pues en eso solo podemos avanzar con una metapericia que revise las conclusiones de todos los paneles y esclarezca si podemos vincular unas con otras”, ha manifestado Luna.

Fue por estas circunstancias que los querellantes insistieron en la reapertura del caso, que llevaba casi 13 años abierto y en el que han intervenido dos jueces: Mario Carroza durante siete años –desde 2018 es ministro de la Corte Suprema- y Paola Plaza, quien en septiembre de 2023 cerró el sumario al considerar agotada la investigación y sin procesados. La magistrada rechazó reabrir la causa, por lo que Luna y Reyes recurrieron a la Corte de Apelaciones.

Mientras Carroza estuvo en el caso interrogó a los vecinos de Neruda en su casa de Isla Negra, además de un hombre que hacía reparaciones en ese lugar. Según dijo el magistrado hace unos meses a EL PAÍS, “hubo versiones contradictorias. Unos señalaban que estaba muy mal, en un estado de cáncer avanzado. Otros, como el señor Araya, decían que no, que se comportaba bien, que estaba normal, que el cáncer estaba controlado. Esas eran las dos versiones. Ninguna definitiva respecto de la otra”. También explicó que Araya dijo que era amigo de Neruda, pero esa relación no se probó: “Lo que está claro es que el señor Araya era el conductor del vehículo y que trabajaba para Neruda, de eso no hay duda. Pero él agregó que era el guardaespaldas y que a su vez era como un amigo; esas son cosas que no están comprobadas”.

Un laboratorio secreto

Para 1973, cuando Pinochet lideró el golpe de Estado que derrocó al presidente socialista Salvador Allende, Eduardo Arriagada tenía 30 años. En ese entonces trabajaba como médico del Regimiento de Colchagua, en San Fernando, con el cargo de teniente de salud. En paralelo, era médico general de zona, del servicio público, con asiento en el Hospital de Chimbarongo, un municipio ubicado a unos 155 kilómetros de Santiago. Fue en ese puesto en el Ejército cuando atendió a Archivaldo Morales, a quien recibió en la enfermería del recinto militar, dice el fallo, después de que se desvaneciera a causa de las torturas mientras esperaba ser interrogado.

A partir de 1980 fue ascendiendo en su carrera en el Ejército, hasta que llegó a ser general de sanidad y entró al área de inteligencia. Según el fallo condenatorio por evenenamiento de presos de la exCárcel Pública de Santiago, ocurridos en 1981, en esa época era parte de un laboratorio secreto que dependía de la Dirección Nacional de Inteligencia del Ejército, DINE, ubicado en la calle Carmen, en el centro de la capital de Chile. La toxina botulínica que provocó la intoxicación de Morales, de acuerdo con el fallo, fue obtenida entonces por el Instituto Bacteriológico, tras solicitarla a Brasil, y llegó vía valija diplomática a Chile a través de la Cancillería. El receptor fue el laboratorio.

Cuando fue procesado en primera instancia por el caso de los envenenamientos de los reos, Arriagada fue expulsado del Colegio Médico. Entonces su defensa impugnó la sanción pues no había sentencia firme, pero en 2020 la Corte Suprema la confirmó.

Hasta 2023, cuando su condena fue ratificada por la Corte Suprema, Arriagada ejercía como médico en el sector privado.

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Sobre la firma

Ana María Sanhueza
Es periodista de EL PAÍS en Chile, especializada en justicia y derechos humanos. Ha trabajado en los principales medios locales, entre ellos revista 'Qué Pasa', 'La Tercera' y 'The Clinic', donde fue editora. Es coautora del libro 'Spiniak y los demonios de la Plaza de Armas' y de 'Los archivos del cardenal', 1 y 2.
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