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El jefe de la Armada chilena: “El quiebre de la democracia de 1973 no se puede repetir ni en Chile ni en ninguna parte del mundo”

Juan Andrés de la Maza es el primer comandante en jefe de la Marina que ha participado, junto a antiguos presos políticos de la dictadura de Pinochet, en un acto en isla Dawson por los 50 años del golpe de Estado

Juan Andrés De La Maza, comandante en jefe de la Armada, en Isla Dawson a 50 años del Golpe de Estado en Chile
Juan Andrés de la Maza en la Isla Dawson (Chile), el 13 de junio.Cristian Soto Quiroz
Ana María Sanhueza

“Yo siempre supe que en mi mandato me iba a tocar la conmemoración de los 50 años”, dice a EL PAÍS el comandante en jefe de la Armada chilena, Juan Andrés de la Maza (Santiago, 59 años). El almirante habla con un tono tranquilo y pausado. Es el tono de alguien que parece llevar mucho tiempo meditando y esperando este momento y lugar. El lugar es Isla Dawson, en el extremo sur de Chile, a unos 100 kilómetros de Punta Arenas, en el Estrecho de Magallanes y donde, entre 1973 y 1974, su institución, la Armada, mantuvo un centro de detención de presos políticos. Fueron traídos hasta aquí apenas las Fuerzas Armadas, lideradas por el general de Ejército, Augusto Pinochet, perpetraron el Golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973 que arrancó con una dictadura de 17 años. Entre ellos, hubo cientos de partidarios del derrocado presidente socialista Salvador Allende y miembros de su Gabinete, como sus ministros José Tohá y Orlando Letelier.

Tohá, quien fue ministro de Interior y de Defensa de Allende, es el padre de la ministra del Interior de Gabriel Boric, Carolina Tohá. De Dawson salió con desnutrición. Murió en 1974 en el Hospital Militar, en Santiago, después de evidentes torturas. Letelier, canciller y también exministro de Defensa, fue asesinado en 1976 en Washington, cuando la Dina, la policía secreta de Pinochet, puso una bomba en su auto.

Decir que esta es una gélida mañana en Isla Dawson es poco. De la Maza está vestido de uniforme y su gorra blanca de almirante, y las de decenas de marinos que han colaborado en esta conmemoración se mezclan entre los gorros de lana de colores que llevan puestos la mayoría de los 30 exprisioneros y sus familias. Han llegado en aviones de la Fuerza Aérea y en buques que la misma Armada ha puesto especialmente para una ceremonia que, junto al almirante, ha liderado la ministra de Defensa de Boric, Maya Fernández Allende, nieta de Salvador Allende.

El almirante conversa con ex presos politicos durante el homenaje.
El almirante conversa con ex presos politicos durante el homenaje. Cristian Soto Quiroz

De las barracas y galpones por donde el viento y el frío se colaban sin pausa no quedan vestigios. Dawson, un lugar de ejercicios de la Armada, es desde 2010 monumento histórico de Chile. Y, desde este 13 de junio, tiene una placa que dice: “En este lugar funcionó, entre el 21 de diciembre de 1973 y el 26 de septiembre de 1974, el campo de concentración de detenidos políticos de Río Chico, Isla Dawson, instalado por la dictadura cívico militar. Para que nunca más”.

De la Maza, que para el Golpe tenía nueve años, ha caminado por la isla entre los exprisioneros y sus familiares. Ha escuchado sus historias, sus discursos, y ha tomado café con ellos en la intemperie. Esta es la tercera vez que muchos de quienes estuvieron detenidos acá regresan al lugar. Pero es la primera que un comandante en jefe de la Armada ha decidido participar. “Cuando asumí como comandante en jefe, hace casi dos años, fue un mandato constitucional por cuatro años, no por 17″, dijo con ironía, en referencia a los años de Gobierno de Pinochet. Es una frase que ha valorado especialmente el exdiputado y exalcalde Camilo Salvo, el exprisionero de Dawson de mayor edad, 88 años. “Lo que ha dicho es que se somete a la Constitución y la ley, y que no va usar la fuerza para quedarse el tiempo que se le ocurra”, reflexiona.

Poco antes, De la Maza ha comentado a este periódico: “Estar aquí viviendo lo que lo que vivieron hace 50 años, en una época compleja en nuestro país, sin desconocer lo que pasó, para nosotros como institución es una muestra de que es verdad que queremos avanzar en esto”.

Pregunta. ¿Qué significa avanzar, ahora que está en un espacio de memoria?

Respuesta. Avanzar en el sentido de lo que como país nos ha costado seguir construyendo en estos 50 años, desde el 11 de septiembre de 1973. Y lo que pasó no puede volver a repetirse. Uno del pasado aprende cosas para no repetirlas.

De la Maza fue nombrado a la cabeza de la Armada en junio de 2021. Y esta no es la primera vez que viene Isla Dawson, pero sí la primera en la que está junto a los exprisioneros. “Yo quise venir a conocer como una iniciativa mía. A mí no me lo impuso nadie”.

P. ¿Por qué se decidió a hacerlo?

R. Porque hay que ser empático; no abstraerse del sentimiento que embarga a muchas personas. Hay que ponerse en el lugar de la otra persona.

De la Maza dice que el 97% de los marinos nacieron después del Golpe de Estado, y un 50% que lo hizo después de 1990. “Cuando yo le pregunto a los jóvenes, con quienes me relaciono mucho porque fui director de la Academia Politécnica Naval, ¿qué es el 11 de septiembre? Lo más cercano que se acuerdan es de las Torres Gemelas”, dice.

De la Maza recibe el libro de manos de Marco Antonio Berticevic con la cantata Nuestra Madre Grande compuesta en 1973 por exprisioneros de Isla Dawson.
De la Maza recibe el libro de manos de Marco Antonio Berticevic con la cantata Nuestra Madre Grande compuesta en 1973 por exprisioneros de Isla Dawson.Cristian Soto Quiroz

P. ¿Y qué les dice usted?

R. Que no, que esa es otra fecha, que también hay otro 11 de septiembre. Lo hago para saber si, efectivamente, van más atrás. Yo creo que la juventud está pensando en otras cosas, como el hidrógeno verde.

P. ¿Por qué cree que es importante que conozcan el 11 de septiembre chileno?

R. Porque el quiebre de la democracia que se produjo el 11 de septiembre no se puede volver a repetir. Y ojalá en ninguna parte del mundo. Aquí hay temas de derechos humanos, y en nuestros programas educativos, que llevamos hace algunos años, se enseñan en las distintas escuelas y academias.

P. ¿Y analizan casos de violaciones a los derechos humanos?

R. Sí, se enseñan derechos humanos y estudios de casos.

P. ¿Casos de la Armada?

R: Sí, tenemos tres estudios del casos: Víctor Jara; el exsacerdote Miguel Woodward y de Jaime Aldoney. Víctor Jara porque es un caso emblemático; Woodward y Aldoney por la Armada.

P. Para los 30 y 40 años del golpe las Fuerzas Armadas tenían otro tono.

R. Soy bien honesto en decirlo: yo nunca he oído en la institución hablar mal del 11 de septiembre. A los 30 años hubo un acto aquí en Dawson y también a los 40. Y nosotros como institución estuvimos aquí igual que ahora apoyando.

P. ¿Piensa que en esta conmemoración de los 50 años del golpe hay algo distinto?

R. Yo ahora me siento con la responsabilidad y soy la cabeza de la institución. Por eso dije: ‘Yo no me puedo restar’. Nunca se me pasó por la mente para estos 50 años quedarme sentado en mi escritorio en Valparaíso cuando estaba ocurriendo esto aquí. Sentí que tenía que venir.

De la Maza habla con el exministro Osvaldo Puccio en la Isla Dawson, el 13 de junio.
De la Maza habla con el exministro Osvaldo Puccio en la Isla Dawson, el 13 de junio. Cristian Soto Quiroz

P. En el buque escuela Esmeralda hubo violaciones a los derechos humanos. Miguel Woodward fue torturado allí. ¿Eso lo abordan?

R. Woodward es el caso emblemático...La Esmeralda es un caso aparte que tenemos que ver. La Esmeralda también nos presenta como país; es una embajada flotante. Así es que también es un tema; hay que ver cómo lo abordamos. En este minuto, no tengo una respuesta.

P. Esta tarde, Camilo Salvo, exprisionero en Dawson, dijo en un discurso que el estar todos aquí “es un paso para la reconciliación nacional”. Pero que “no puede haber perdón ni olvido hasta que sepamos dónde están nuestros detenidos desparecidos”. ¿Tienen información las Fuerzas Armadas?

R. Hablo por la institución mía, la Armada. Y la verdad es que empecé a recabar información, porque eran los temas que habían y que se iban a tocar en la conmemoración de los 50 años. Y, de verdad lo digo, derechamente, la institución no tiene más información. Vamos a cooperar en todo lo que se nos pida, vamos a continuar. (Pero) si me dicen ‘dame el nombre’, no lo puedo dar porque no lo tengo. No existe un registro.

P. ¿Pero han recopilado de acuerdo a los casos en que está involucrada la Armada?

R. Hemos ido recopilando antecedentes, pero no tengo información de ningún caso en ese sentido. No puedo entregar información que no tengo.

P. Hay otras instituciones de las Fuerzas Armadas involucradas en muchos casos y aún se espera que entreguen información.

R. Yo respondo por la Armada de Chile.

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Sobre la firma

Ana María Sanhueza
Es periodista de EL PAÍS en Chile, especializada en justicia y derechos humanos. Ha trabajado en los principales medios locales, entre ellos revista 'Qué Pasa', 'La Tercera' y 'The Clinic', donde fue editora. Es coautora del libro 'Spiniak y los demonios de la Plaza de Armas' y de 'Los archivos del cardenal', 1 y 2.

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