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Fútbol chileno
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

‘Reventón’: el peligroso invento de los hinchas chilenos

Decenas de fanáticos chilenos fueron detenidos en Buenos Aires por intentar ingresar masivamente a La Bombonera sin tener tickets. Una práctica violenta y masiva que ya se ha hecho recurrente

En Río, hinchas chilenos intentan burlar la seguridad en el partido contra España en el mundial de Brasil 2014.
En Río, hinchas chilenos intentan burlar la seguridad en el partido contra España en el mundial de Brasil 2014.Julian Finney (Getty Images)

Los periodistas de todo el mundo presentes en la sala de prensa del Estadio Maracaná aquel 18 de junio del 2014 sintieron un ruido atronador. Eran las vallas metálicas que cedían ante la presión de más de 200 hinchas chilenos ansiosos por ingresar –sin tickets– a presenciar el duelo en que la selección comandada por Jorge Sampaoli le ganaría a España, vigente campeón del mundo, por dos goles a cero.

La policía brasileña que custodiaba todas las sedes de la Copa del Mundo, actuó con prontitud y rigor, aunque sólo fue posible detener a 85 fanáticos, que debieron abandonar el país en un lapso de 72 horas. La sanción impuesta era fruto de las intensas negociaciones entre la Cancillería chilena y la justicia carioca. La FIFA, escandalizada, tomó medidas para que el hecho no se repitiera, sobre todo cuando actuara Chile, que terminaría eliminada en octavos ante los anfitriones, mediante lanzamientos penales. Desde entonces el acto de irrumpir masivamente sin entradas en un recinto deportivo fue conocido como un reventón.

En la competencia local los reventones son frecuentes en los estadios donde hacen de local los equipos de mayor convocatoria: Colo Colo y la Universidad de Chile. Permiten que accedan en tropel al recinto los hinchas que no compraron un ticket, pero además aquellos líderes ultras que tienen prohibición de ingreso a los estadios. Por eso son coordinados y violentos, afectando principalmente a guardias de seguridad que no tienen recursos disuasivos para impedirlos.

Esta semana en el barrio de La Boca en Buenos Aires se vivió nuevamente el fenómeno, esta vez provocado por violentos ultras colocolinos, que habían advertido la situación debido a que llegaron más de seis mil y había entradas para poco más de dos mil. Desbordaron los perímetros de seguridad de la policía en los accesos a La Bombonera y trataron de forzar los torniquetes. Los que no ingresaron provocaron desórdenes, quemaron neumáticos y se trasladaron luego al barrio turístico de Puerto Madero, donde volvieron a enfrentarse con los gendarmes.

Los que lograron ingresar se batieron a duelo verbalmente con la barra local y provocaron de una manera inusual: rompieron billetes de la devaluada moneda argentina, recordando que miles de compatriotas cruzan diariamente la frontera para comprar el por mayor abarrotes en los supermercados. Tras el triunfo de Boca Juniors por uno a cero hubo nuevos desmanes en las calles aledañas. El saldo total de la excursión fue de 56 detenidos.

La situación no es nueva. Cada viaje por torneos continentales significa para la Garra Blanca, el grupo de ultras del club, la posibilidad de consolidar la violenta fama que los precede desde 1998, cuando centenares de barristas apedrearon la Comisaría 10 de Maipú con un saldo de 32 detenidos y varios policías heridos. Hubo gestiones oficiales del Gobierno para liberarlos y fue el club quien finalmente pagó la fianza.

La violencia desbordada se vivió nuevamente el 2004, el 2011 y, especialmente en el 2017, cuando otra vez los hinchas destrozaron dependencias policiales en Mendoza, agredieron a gendarmes argentinos y saquearon negocios aledaños. Los 34 detenidos debieron permanecer 12 días en prisión, hasta que nuevamente las autoridades políticas chilenas mediaron para su liberación y el club asumió los costos.

Esta vez la situación escaló porque el Comité de Seguridad en el fútbol, el organismo de tuición policial sobre las barras argentinas, emitió un dictamen que prohíbe a los fanáticos de Colo Colo asistir a nuevos partidos durante la temporada 2023, y levantó un informe a la Confederación Sudamericana para que se establezcan nuevas sanciones disciplinarias contra el club.

La violenta fama de los hinchas chilenos ha significado severas sanciones tanto de local como de visitantes, pero nada parece dar resultado. Los reventones siguen sucediéndose y las autoridades políticas chilenas suspendieron esta semana amistosos de Colo Colo y Universidad de Chile ante Deportivo Cali de Colombia en Valparaíso por temor a desmanes e irregularidades en la organización del evento por parte de los clubes, todavía incapaces de elaborar un plan contra la violencia.

Por eso, cuando el próximo 29 de junio Colo Colo se juegue la clasificación a segunda fase de Copa Libertadores frente a Deportivo Pereira, seguramente habrá aforo reducido en el Estadio Monumental, en Santiago. Un arma de doble filo, porque permitirá un mejor control si van menos aficionados. Pero abrirá el apetito a quienes quieran ingresar sin tener entradas. Y el reventón, otra vez, se hará presente.


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