El eterno resplandor del ‘Chupete’ Suazo

Fue el fin de semana de las despedidas. En San Ciro, y entre lágrimas, Zlatan Ibrahimovic le dijo adiós al fútbol a los 41 años, entendiendo que el entusiasmo solo no basta para extender una carrera llena de triunfos. Karim Benzema, el jugador que más títulos le dio al Real Madrid, partía de Chamartín para extender su carrera en el inflado futbol árabe. Lionel Messi se marchó de París con más penas que glorias y Andrés Iniesta, al borde de los 40, se deja tentar para extender su vida útil en algún rincón del planeta tras expirar su contrato en Japón.

Los talentosos y goleadores tienen ese privilegio: llevar al límite su trayectoria sin importar el factor edad. Algo que no pesa para los arqueros, donde, por ejemplo, Gianluigi Buffón piensa extender su vínculo un año más en el Parma, que no pudo ascender el fin de semana. Jugaría así con 45 años en el cuadro que lo vio nacer.

Mientras todo esto ocurría con gran despliegue mediático, Humberto Suazo celebraba un nuevo gol en el fútbol chileno, defendiendo la camiseta de San Luis de Quillota ya cumplidos los 42 años. El aporte en las redes del delantero, conocido universalmente como Chupete, le permite a su modesta escuadra estar al tope de la tabla de posiciones de Primera B, alimentando la ilusión del artillero de retornar a la división mayor, más aún al decir, tras el festejo de su gol número 300, que “tendré 60 años y seguiré haciendo lo mismo”.

Suazo decidió retornar a las canchas tras un breve retiro pues sentía que sus condiciones estaban intactas. Campeón con Colo Colo, ídolo en el Monterrey mexicano y con breve paso por el Zaragoza, soportó el duro descenso con La Serena en la temporada anterior para firmar con San Luis, uno de los cuadros donde inició su carrera. Formado en la Universidad Católica, fue el último centro delantero neto de la selección chilena, clasificando al Mundial de Sudáfrica, donde Marcelo Bielsa insistió en alinearlo pese a sus problemas de lesiones.

Rivalizó hasta hace algunos meses con otro veterano artillero, Esteban Paredes, quien dijo adiós a los 41 años tras batir el récord histórico de goles en el fútbol chileno, aunque no tuvo el historial de Suazo en la selección. Chupete, en todo caso, tiene otra marca en mente: ser el goleador con más edad en anotar en la liga chilena.

En el listado hay nombres ilustres. Raimundo Orsi, argentino naturalizado italiano y campeón del mundo con la azzurra en 1934, jugó su última temporada en Chile en 1943, defendiendo al Santiago National cuando ya había cumplido los 41 años. Mario Alberto Kempes, otro que alzó la Copa, celebró cinco goles en 1995, a los 42 años, jugando por Fernández Vial. Un registro parecido al del mítico Angel Labruna, que festejó una vez a los 41 años, con los colores del Rangers de Talca.

El récord de longevidad sigue en poder de otro argentino, Roberto El Muñeco Coll, quien saltó a la cancha jugando por Palestino con 43 años y 108 días a cuestas en 1968. Cuesta despedir a los goleadores y cuesta aún más que se despidan. Jaime Ramírez, un ilustre delantero de la selección chilena que remató en tercer lugar en la Copa del Mundo de 1962, marcó con 40 años en la Copa Libertadores de 1972 defendiendo a Unión San Felipe. Y, en la gran mirada, el camerunés Roger Milla anotó en el mundial de 1994 con 42 años y 39 días.

Si la aspiración de Suazo de seguir extendiendo su carrera se concreta, todos esos registros pueden sucumbir. E incluso amenazar el reinado de Kazuyoshi Miura, el japonés que con 56 años hace acto de presencia en el Oliveirense de la segunda división portuguesa. Bastará recordar que Stanley Matthews fue nombrado caballero por la Reina de Inglaterra y llegó a jugar hasta los 50.

Mientras tanto, en un fin de semana lleno de lágrimas y despedidas, Humberto Chupete Suazo sigue soñando con estirar un sueño goleador que, en su caso, parece no tener final.