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Ayuso agita el pulso entre Madrid y Cataluña

El choque por la organización del Mobile World Congress de Barcelona refleja la competición regional por el liderazgo económico en España

Juan José Mateo
Isabel Díaz Ayuso, este jueves.
Isabel Díaz Ayuso, este jueves. Borja B. Hojas (Getty Images)

La batalla es por organizar el Mobile World Congress, pero la guerra es por liderar la economía española. Solo unas semanas después de que la Comunidad se convirtiera en la principal economía del país, superando a Cataluña, Isabel Díaz Ayuso hizo ayer algo más que ofrecer a Madrid como organizadora de una convención tecnológica que genera cada año en Barcelona más de 400 millones de euros y 12.000 empleos. Lideró una opa hostil.

"Haremos todo lo que esté en nuestra mano para que también venga a Madrid", dijo ayer la presidenta de la Comunidad sobre el Mobile World Congress. "Iremos a por él".

Cataluña y Madrid, Madrid y Barcelona, protagonizan un pulso económico que les retroalimenta desde hace décadas. Ese círculo virtuoso, impulsado a través de conexiones como el tren de alta velocidad o el puente aéreo, lleva más de un lustro entreverado por el proceso independentista catalán. En consecuencia, ofrece una doble oportunidad estratégica, política y económica, que Díaz Ayuso ha explotado desde que accedió a la presidencia regional.

Septiembre de 2019. Es el primer viaje de la nueva líder de la Comunidad de Madrid. ¿Destino? Barcelona. ¿Objetivo? Confrontar con el presidente de Cataluña, Quim Torra; convencer al empresariado catalán de que abandone a los independentistas; y proponer que colabore con sus homólogos madrileños para que las compañías e inversores que dejen el Reino Unido por el Brexit acaben en una de las dos Comunidades.

"Entre Madrid y Barcelona generamos casi el 40% de la riqueza de España", recuerda entonces. "Tenemos una responsabilidad compartida", añade, apelando a buscar un crecimiento conjunto y colaborativo. "Unirse a los independentistas es el peor error que ha cometido esa parte del empresariado catalán".

En esas palabras no hay puntada sin hilo. Durante la crisis que colocó a España al borde del rescate, Cataluña sufrió más que Madrid. Su economía se hundió el doble. La recuperación, sin embargo, fue otra cosa. Cataluña empezó a crecer a ritmo de vértigo, muy por encima de la media española, gracias al turismo y las exportaciones. Tras ver cómo Madrid le adelantaba en 2012 y 2013, según los datos del INE, recuperó el primer puesto en 2014. Y, entonces, estalló el procès. Frenó la economía mundial. Y Madrid empezó a crecer por encima de Cataluña y de la media española.

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El discurso no es el único medio que usa Díaz Ayuso para lanzar su mensaje. Al desplazarse a Barcelona, intenta empezar a esculpir un perfil político nacional. Y al ser presentada en el acto por Cayetana Álvarez de Toledo, la portavoz de su partido, deja constancia de que su propuesta cuenta con el aval de toda la formación conservadora.

Ese no es un dato menor en la batalla financiera soterrada que disputan Madrid y Cataluña.

Los líderes de la Comunidad y la ciudad de Madrid pertenecen al mismo partido: Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida son del PP, y también coinciden en gobernar en coalición con Ciudadanos y gracias a Vox. No ocurre eso con los casos de Cataluña y Barcelona: Quim Torra (Junts per Catalunya) y Ada Colau (Barcelona en Comú) no solo pertenecen a formaciones distintas, si no que además han dejado claras sus discrepancias en público. La unidad de acción, y la coordinación administrativa, juegan a favor de Madrid.

Así, Martínez-Almeida no tardó en apoyar la propuesta de Díaz Ayuso sobre el Mobile World Congress.

"Lo que veo más cerca de Madrid es el incremento de la actividad económica", dijo ayer el regidor. "En un escenario nacional con un Gobierno social comunista, es obvio que tenemos muchas posibilidades de seguir atrayendo grandes eventos a la ciudad y la Comunidad", argumentó. "Cualquier gran evento, que lo tenga claro: será bien recibido. Aquí hay estabilidad política y estabilidad económica".

Rectificación

Los matices posteriores a la opa por el Mobile —que se trata de impedir que el congreso salga de España si van a más los desencuentros entre los organizadores y el ayuntamiento de Barcelona, no de arrebatarle la cita a la ciudad catalana— se compadecieron mal con esas palabras, que provocaron algo más que revuelo.

"Lo que tiene que hacer Díaz Ayuso es buscar proyectos para su ciudad, en lugar de copiar o robar las ideas de los demás", le respondió el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, haciéndose eco de las quejas de la alcaldesa, Ada Colau.

Las dos políticas ya chocaron cuando la regidora avanzó que pediría al Aeropuerto de Barcelona-El Prat eliminar las líneas de vuelos que tengan una alternativa ferroviaria, como la conexión entre Barcelona y Madrid, para contaminar menos. Una propuesta que Díaz Ayuso descalificó como "regresiva". Es la economía, pero no solo. Criticar a los políticos independentistas de Cataluña, igual que confrontar con Pedro Sánchez, también da votos entre el electorado conservador de Madrid.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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