“Madrid no envidia la oferta musical de Europa”
David Jiménez-Zumalacárregui está al frente de Heart of Gold, una promotora de conciertos que cumple una década de vida y está detrás de festivales como Black is Black o Huercasa Country Festival
Dice que empezó a dedicarse a la organización de conciertos “después de largas conversaciones en los bares a altas horas de la noche” y “para traer a esas bandas que adoraba”. David Jiménez-Zumalacárregui (Madrid, 48 años) es uno de los promotores con más solera de Madrid. Al frente de Heart of Gold, la promotora que cumple una década de vida, este apasionado de la música “sin etiquetas geográficas” está detrás de los festivales de soul Black is Black y el Huercasa Country Festival. Los conciertos que llevan su firma suelen ser de esos músicos que siempre adoran los melómanos, incluso los críticos musicales. Dream Syndicate, Eli Paperboy Reed, Quique González o Hoodoo Gurus son algunos de los últimos. A fin de cuentas el nombre de su promotora está sacado de un tema de Neil Young.
¿Ser promotor musical en 2019 es estar un poco loco?Es una profesión de alto riesgo económico y que absorbe bastante tiempo pero, claro, si te gusta la música no te queda más remedio. Es un trabajo muy bonito y que me hace disfrutar de muy buenos momentos y sobre todo la capacidad de poder conocer un montón de gente maravillosa, lugares y grupos increíbles. Suelo borrar con bastante facilidad del disco duro de mi cerebro los momentos amargos y a la gente tóxica.
¿Qué es lo más importante de su trabajo?
El respeto al público y a los artistas, ser profesional, apasionado en lo que haces y para mí al menos es muy importante trabajar con los artistas que me gustan. Me resulta muy difícil trabajar con artistas que son basura y que actúan para grandes corporaciones que son aún más basura. Lo he tenido que hacer a veces para pagar las facturas y que salgan las cuentas, pero ahora estoy en un momento en el que por suerte o acierto no necesito hacerlo. Créeme que soy bastante más feliz.
¿Cuál fue su primera experiencia como promotor?No me atrevería ni a llamarlo promotor. Simplemente ayudaba a amigos que tenían grupos a montar conciertos en Madrid. El primero fue en San Mateo Seis y se lo organicé a dos grandes amigas que tenían una banda de garage que se llamaban Las Best Tias. De teloneros, un grupo punk pop madrileño que respondía al nombre de Slurp!
Heart of Gold se especializó en música internacional desde el principio. ¿Por qué?Ya desde mi época empresarial anterior con Love To Art casi siempre organizábamos giras internacionales. Supongo que es una cuestión de gustos personales y porque mis principales influencias son anglosajonas. Desde pequeño me obsesioné con el rock and roll en todas sus vertientes y modas, y así hasta el día de hoy. Hay bandas de aquí que me gustan mucho, sobre todo Nuevo Catecismo Católico, Los Clavos, Los Enemigos, La Granja, pero siempre he mirado hacia afuera. Quizás Bruce Springsteen, Neil Young, The Jam y The Clash tengan la culpa.
¿Cómo ha visto evolucionar Madrid en esta década desde su perspectiva de promotor?
Hay más salas, muchos más conciertos y más público. A veces tendemos a añorar el pasado, pero la realidad es que ha evolucionado a mejor. Hubo una época que sólo había una sala como Revólver y unos pocos garitos con conciertos. Sí que es verdad que Malasaña era la capital del rock y lo echo de menos. Garitos como Agapo, Flamingo, Malandro, el Jam, el Clash… son irrepetibles.
En Madrid hay conciertos todas las semanas de todo tipo de artistas. ¿La considera una ciudad puntera musicalmente que no tiene nada que envidiar a otras capitales europeas?Creo que a nivel de oferta no tenemos nada que envidiar, pero sí a nivel de calidad de los recintos. La mayoría de salas son discotecas que no están adecuadas ni acústicamente ni a nivel de producción técnica para poder dar un buen servicio. Faltan aforos intermedios entre 2000 y 3000 personas. Por no hablar del poco respeto que tenemos con la música a nivel educativo. Es increíble que un país tan musical como España maltrate sistemáticamente la música en el entorno educativo.
¿Cuál sería el músico soñado al que le gustaría montarle un concierto?A Bruce Springsteen en una sala pequeña como El Sol, con la E Street Band tocando el Born To Run y The River. Eso sería rock and roll en estado puro. Una utopía quizás pero de los sueños se vive.
Lo mejor y lo peor de ser promotor
Asegura que lo mejor de organizar conciertos en Madrid “es el público con diferencia” y “salas míticas como El Sol”. Mientras tanto, confiesa que lo peor es “la gran cantidad de trabas que los promotores privados” tienen para poder utilizar espacios públicos, “muchos de ellos en desuso e inutilizados”.
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