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Seis líderes pendientes del examen a sus jefes en las elecciones generales

Los números uno de cada formación han invertido su prestigio en movilizar el voto

Juan José Mateo
Mónica Oltra e Íñigo Errejón se abrazan durante un mitin.
Mónica Oltra e Íñigo Errejón se abrazan durante un mitin. Manuel Bruque (EFE)

Las elecciones generales de este domingo no deciden solo el próximo Gobierno de España. Actúan como el percutor de un efecto dominó que también afectará a los líderes regionales de Madrid. Los pesos pesados de la política en la Comunidad han invertido gran parte de su prestigio en hacer campaña en favor de sus líderes nacionales. El resultado de los comicios no solo medirá su capacidad movilizadora a través de los votos que coseche su formación en la región. También marcará su futuro. Esto es lo que se juega cada uno de los números uno de las seis fuerzas con representación en la Asamblea de Madrid en las elecciones generales.

El acalde de Las Rozas, José de la Uz, e Isabel Díaz Ayuso, en un acto.
El acalde de Las Rozas, José de la Uz, e Isabel Díaz Ayuso, en un acto.Ricardo Rubio (Europa Press)

El liderazgo de Diaz Ayuso. La presidenta regional se ha volcado en la campaña de Pablo Casado, al que ha acompañado en mítines y desayunos informativos. La Comunidad de Madrid siempre ha sido uno de los graneros electorales más fiables del PP. Sin embargo, en los últimos comicios generales, el PSOE se impuso en la región por primera vez desde 1986. Nada cambió un mes después en las elecciones autonómicas: con Díaz Ayuso como sorprendente y casi desconocida candidata, el PP sufrió su primera derrota desde 1991.

Desde entonces, la política popular ha demostrado su habilidad para tejer alianzas consiguiendo un difícil pacto a tres entre el PP, Cs y Vox para ser investida presidenta regional. Eso le ha permitido ganar peso interno en un partido con menos cuotas de poder institucional que nunca; y para intentar proyectarse como una referencia en la política autonómica (viajando, por ejemplo, a Barcelona) y nacional (intentando confrontar con Pedro Sánchez a cuenta de los impuestos).

Aunque ahora ella no es la candidata, las generales son el primer termómetro para medir la valoración que hacen los madrileños de su trabajo y de esa estrategia. También pueden ser un trampolín: el PP afrontará próximamente la elección del nuevo presidente de la formación en Madrid, lo que dará a Díaz Ayuso la oportunidad (si así lo quiere) de intentar acumular tanto poder como el que tuvieron en su día Esperanza Aguirre o Cristina Cifuentes.

El futuro de Gabilondo. En mayo, Ángel Gabilondo se convirtió en el primer socialista en ganar las elecciones autonómicas en Madrid desde 1987. El resultado, muy similar al obtenido en 2015, no le sirvió para gobernar. Y eso rodea de incógnitas su futuro: ¿se presentará una tercera vez a la presidencia regional? ¿Le ofrecerá Pedro Sánchez un puesto en su Gobierno si consigue la mayoría suficiente para mantenerse en La Moncloa? En ese caso, y si aceptara, ¿quién le sustituiría?

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Ángel Gabilondo, en un acto electoral.
Ángel Gabilondo, en un acto electoral.Xoan Rey (EFE)

Gabilondo mantiene firme e inalterada su vocación de trabajar por Madrid. Ni busca ni pide otro destino que el de seguir en la Asamblea regional, ni siquiera reclama mantener la portavocía, como dijo en una entrevista con EL PAÍS. Pero algunos cargos socialistas ya elucubran sobre cuál podría ser el futuro del partido en Madrid si Sánchez cuenta con el exministro de Educación para la política nacional.

José Manuel Rodríguez Uribes, exdelegado del Gobierno en la Comunidad y hoy diputado, tiene un gran peso especifico en el grupo parlamentario, según apuntan fuentes del PSOE regional, que destacan su labor como portavoz adjunto. También Pilar Llop, exdelegada del Gobierno para la violencia de género y actual diputada, es destacada por otros interlocutores. Y la diputada Pilar Sánchez Acera se ha consolidado como referente interno de una federación que ya demostró con Gabilondo que estaba dispuesta a abrir sus puertas a independientes. 

En la organización regional, que dirige José Manuel Franco, consideran que si hay algún cambio no será inmediato.

Examen para Aguado. En las últimas elecciones generales, con Albert Rivera al frente, Ciudadanos superó al PP en Madrid por 85.000 votos. Un mes después, con Ignacio Aguado al frente, quedó por detrás, a casi 90.000 papeletas de la formación conservadora. El balance de hoy medirá cuánto de esos resultados tuvo que ver con el cabeza de cartel y cuánto con la coyuntura política. También, las conclusiones que han sacado los votantes de Ciudadanos de su pacto con el PP y con Vox para llegar al Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Ignacio Aguado, Begoña Villacís y Albert Rivera, en un acto de Cs.
Ignacio Aguado, Begoña Villacís y Albert Rivera, en un acto de Cs.Marta Fernández Jara (EFE)

Es todo un examen para el líder regional, que ha consolidado su posición interna al convertirse en vicepresidente regional y ascender a la Ejecutiva permanente de su partido.

Esa suma de poder institucional y orgánico permiten a Aguado afrontar con tranquilidad relativa la crisis interna que se puede abrir en Ciudadanos si se cumplen los sondeos, que pronostican un drástico empeoramiento de su representación en el Congreso de los diputados.

En ese caso, todas las miradas del partido se dirigirán hacia Rivera, Inés Arrimadas y hacia Madrid. Es aquí donde el partido ha asentado sus bases más sólidas (con Cataluña) en número de afiliados; y es aquí, aprovechando su gobierno de coalición con el PP, donde intenta construir un escaparate desde el que enseñar sus propuestas a toda España.

La continuidad del Más Madrid postErrejón. La retirada de Manuela Carmena, la previsible entrada de Íñigo Errejón al Congreso y la dimisión de Clara Serra obligan a Más Madrid a buscar nuevos liderazgos regionales. Pablo Gómez Perpinyà será el portavoz, Tania Sánchez se encargará de orquestar con él la oposición al gobierno regional de PP y Cs, y Rita Maestre será el gran referente del partido en Madrid.

No es un cambio menor. Errejón sumó 471.000 votos en toda la Comunidad en las últimas elecciones regionales (14,6%). Carmena se fue hasta los 503.000 solo en la capital (30,9%). Nada resume mejor la influencia decisiva de los candidatos, más en un partido que nació alrededor de ambos, hasta el punto de ilustrar con sus rostros sus papeletas.

Es seguro que Errejón intentará hacer política madrileña desde la Cámara Baja, y que intentará combinar el proyecto nacional de Más País con el regional de Más Madrid.

El líder, sin embargo, ya no podrá estar en el día a día. Y Más Madrid necesita echar raíces en los principales municipios de la región, construir una organización y establecer su marca en todos los rincones de la Comunidad para consolidarse como alternativa autonómica. El reto de combinar ese proyecto con el de hacer oposición en el Ayuntamiento de la capital y la Asamblea pondrá a prueba la estructura de la plataforma.

Rocío Monasterio, en un mitin de Vox.
Rocío Monasterio, en un mitin de Vox.ÁLVARO GARCÍA

El precio de los votos de Vox. Todos los sondeos apuntan a que el partido de extrema derecha puede ser el gran beneficiado de la repetición electoral. Si eso ocurre, Madrid, Comunidad en la que está el corazón de la organización y el grupo más numeroso de sus afiliados, habrá jugado un papel fundamental. En consecuencia, Rocío Monasterio recibiría un espaldarazo justo en un momento de máximas dudas, cuando las investigaciones de EL PAÍS han revelado sus polémicos lofts o que lideró su estudio de arquitectura sin haber entregado el trabajo de fin de carrera.

La líder del partido en Madrid no ha tenido un papel menor en la campaña de las generales. Al contrario. Por ejemplo, representó a la formación de extrema derecha en el último debate electoral de la campaña.

Tanto el PP como Cs, socios en el gobierno de coalición de la Comunidad, vivirán pendientes del resultado de Vox durante la noche electoral. Dependen del partido de Monasterio para aprobar los Presupuestos y cualquier otra ley durante lo que queda de legislatura. Y el precio de esos votos se encarecerá o abaratará en función de la coyuntura política, que en las próximas semanas quedará definido por cuatro factores clave: el resultado electoral, Cataluña, la evolución de la economía y la formación del Gobierno de España.

Balón de oxígeno para Serra. El partido de Pablo Iglesias apenas logró grupo propio en las últimas autonómicas, herido por la escisión de Más Madrid y penalizado por la pérdida de su candidato (Errejón) a solo unos meses de las elecciones. Ahora, señalan hasta sus rivales, es previsible que recupere espacio electoral en Madrid, mejorando su resultado de las autonómicas en detrimento de la plataforma rival. Sería un balón de oxígeno para Isabel Serra, que lucha por darse a conocer entre el gran público, y su grupo parlamentario, en el que conviven Podemos e Izquierda Unida.

Isabel Serra, en el centro junto a Alberto Garzón, en un mitin de Unidas Podemos.
Isabel Serra, en el centro junto a Alberto Garzón, en un mitin de Unidas Podemos.Ricardo Rubio (Europa Press)

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Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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