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El ‘post’ que sacó del anonimato a una escultura gótica

Internet y las redes sociales se convierten en herramientas útiles para identificar nuevas obras de arte y difundir el patrimonio

José Ángel Montañés
El 'San Pedro' de la iglesia de Bellver de Sió, de Jordi de Déu.
El 'San Pedro' de la iglesia de Bellver de Sió, de Jordi de Déu.Joan Valero

En junio de 2018, Joan Yeguas, conservador de Renacimiento y Barroco del MNAC, visitaba la iglesia de Sant Pere de Bellver d’Ossó, pequeño núcleo vinculado a Ossó de Sió (Urgell) de menos de cien habitantes. En el interior de la iglesia le sorprendió una talla de piedra de 120 centímetros de alto, tallada en gres y en buen estado de conservación y restos de policromía. Yeguas, activo en redes sociales, sobre todo Facebook, donde es diaria su aportación con imágenes del patrimonio que se cruza ante su cámara, realizó una foto de la estatua y la subió su cuenta con el comentario: “Obra top del Urgell conservada ‘in situ’. ¿Es inédita (me refiero a si está estudiada)?”. A los pocos minutos, otro historiador del arte, Alberto Velasco, también muy activo en las redes que puede encender internet con sus tuits sobre el patrimonio de Sijena o las polémicas subvenciones al Instituto de Nova Historia, se limitó a apuntar el nombre del experto en escultura gótica catalana, Joan Valero, que al nombrarlo recibió una notificación en su cuenta. Al momento, Valero escribió: “¿Ostras, hay una imagen central?”. “Después, cuando llegue a casa”, contestó rápidamente Yeguas. “Me parece que se le puede poner nombre y apellido”, continuó Valero, mientras que Velasco remachó: “Estoy intrigado”.

El 'San Pedro' de la iglesia de Bellver de Sió, de Jordi de Déu.
El 'San Pedro' de la iglesia de Bellver de Sió, de Jordi de Déu.Joan Valero

La intuición de Yeguas fue cierta: la escultura era inédita y tenía un padre reconocido: Jordi de Déu, un escultor del siglo XIV de origen griego (esclavo para más señas) que después de trabajar y pertenecer a otro escultor Jaume Cascalls, trabajó en el Panteón Real de Poblet y en la fachada gótica del Ayuntamiento de Barcelona, entre otros lugares.

El rostro donde se identifica la mano de Jordi de Déu.
El rostro donde se identifica la mano de Jordi de Déu.Joan Yeguas

Tras su difusión, la escultura ha pasado en pocos meses de ser una desconocida a protagonizar un artículo firmado por Joan Valero en el último número de la revista URTX que edita el Museo Comarcal de l’Urgell de Tàrrega. Valero asegura que se trata de una imagen de San Pedro (titular de la iglesia de Bellver d’Ossó), que estuvo hasta hace poco en la fachada, pero que, posiblemente, en origen perteneció al altar mayor. Para él no hay duda de que Jordi de Déu es el autor, después de analizar el rostro (disposición del cabello y cejas arqueadas) y los pliegues del manto. La escultura, concluye, podría datarse entre 1377 y 1380. Entre los candidatos a haberla pagado, el noble Dalmau de Mur o su sucesor, Dalmau de Queralt, señores de la localidad entonces.

Las redes sociales, más allá de selfies, fotos de mascotas y comidas, están llenas de fotos de arte y patrimonio que suben personas a sus cuentas y ayudan a difundirlo llegando a todos sin necesidad de visitar centro o museo alguno, sobre todo a los más jóvenes que viven, conversan y se informan a través de redes, algo de lo que han tomado buena nota los museos para captar nuevos públicos.

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Las redes e internet son las herramientas que ha utilizado en Amical Wikimedia, una organización independiente que promueve Viquipèdia (la Wikipedia catalana), para identificar nada menos que 21.666 fotos datadas entre 1880 y 1930 de patrimonio, paisajes y vida social y cultural que pertenecen a la Memoria Digital de Cataluña del Departamento de Cultura. Al final, 15 personas han colaborado distribuyendo y asignando estas imágenes en los artículos correspondientes a Viquipèdia: 663 fotografías han pasado a ilustrar artículos que hasta ese momento no tenían imagen o no tenían imagen del pasado. Otros habían desaparecido o cambiado, como la masía de Can Codina de Sant Joan Despí, la Casa de la Coromina de La Vall de Bianya, la Puda de Montserrat o el Pi de les Tres Branques, además de iglesias y monasterios como el de Santa Maria de Poblet o La Seu Vella de Lleida y cruces de término como la de Belltall, la del Pal de Castellbò o la de Can Grau de Begues.

Iglesia con un huerto de Sant Martí de Solamal entre 1890 y 1923, de Cèsar August Torras i Ferreri.
Iglesia con un huerto de Sant Martí de Solamal entre 1890 y 1923, de Cèsar August Torras i Ferreri.

Imágenes en abierto

“Todo partió cuando un usuario detectó que algunas de las imágenes no cuadraban con la descripción y nos pidió que le ayudáramos a corregirlo. Y entre varias personas, en un trabajo de inteligencia colectiva, se ha conseguido identificar la mayoría de ellas”, explica Esther Solé, coordinadora de proyectos de Amical Wikimedia. “Las primeras llamadas se articularon vía Twitter, donde hay personas muy activas, como Yeguas y Velasco. Les mencioné para que le echaran un vistazo y así comenzó todo. Pero las listas estaban en abierto y de hecho, hay imágenes que todavía no está identificadas y siguen ahí por si alguien las puede identificar. Lo lancé por Twitter, pero podría haber sido por Facebook e Instagram, es indiferente, porque las listas están en Vikipèdia. Todo el mundo puede colaborar”. Según Solé, “es el primer proyecto que se hace a tan escala en Vikipèdia, pero la intención es seguir haciendo otros si sale la oportunidad de nuevos fondos que entren en el dominio público”.

Un esclavo con buena mano

J. Á. M.

El mundo del arte está lleno de creadores con historias apasionantes. Hace poco el Prado y el MNAC dedicaron una gran exposición a uno de ellos, Bermejo, tan misterioso como excelente pintor. Jordi de Déu, el escultor de la pieza que ha abandonado el anonimato después de darse a conocer en las redes es otro.

Nació en Grecia, en Mesina, pero fue comprado, no sabemos por qué, como esclavo por otro gran escultor, Jaime Cascalls. La primera noticia que consta sobre él es en el año 1363 cuando está junto a su amo trabajando en las tumbas reales del Monasterio de Poblet. Entre 1370 y 1377 hace junto  a Cascalls las estatuas de los apóstoles de la puerta principal de la catedral de Tarragona.

Trabajó en sendos retablos de Vallfogona de Riucorb y Santa Coloma de Queralt, en 1385 y 1386. Y en Barcelona realizó también esculturas para la pared del coro de la catedral y una escalera del templo; unos trabajos que, por su buena mano, le permitieron alcanzan la libertad, momento en el que decidió, seguramente, cambiar el nombre de Jordi de Déu por Jordi Joan.

En el monasterio de Santa Maria de Ripoll labró 50 capiteles para el claustro y ya en 1400 se ocupó de la decoración de la fachada gótica del Ayuntamiento de Barcelona, donde hizo los escudos y, posiblemente, el enorme arcángel sobre la puerta.

A falta de más datos biográficos, su vida ha sido novelada por Vicenç Aguado en L'Escultor de Déu, en 2016.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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