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Joan Fontcuberta, el artista ubicuo

Se estrena un documental sobre su vida, comisaría varias exposiciones y publica un ensayo junto al filósofo Xavier Antich

Imagen de la exposición 'Un mundo paralelo', comisariada por Fontcuberta, en el Arts Santa Mònica.
Imagen de la exposición 'Un mundo paralelo', comisariada por Fontcuberta, en el Arts Santa Mònica.

Acaba de estrenarse en el Canal 33 Joan Fontcuberta. El que queda de la fotografía,un documental de Carles Prats y Roger Grasas que recorre la vida del artista multimedia y teórico de la posfotografía. De los relatos de familiares, amigos y jóvenes artistas surge el retrato de un hombre tranquilo en las formas e inquieto en el pensamiento, que se enamoró de la fotografía aunque nunca se conformó con lo que la herramienta le ofrecía.

Con una aproximación empática y cercana, el documental relata sus diversos momentos creativos: desde las imágenes que a finales de los ochenta lo convirtieron en uno de los más importantes fotógrafos españoles, pasando por los célebres fakes que le dieron a conocer en el mundo, hasta las investigaciones actuales que se cristalizan en ensayos y comisariado de exposiciones sobre la posfotografía. “Estamos rodeados por miles de imágenes, la gran mayoría de las fotos que podría hacer ya existe. Por eso, desde hace unos años me centro en resucitar las imágenes, en hacerlas revivir y ahora quiero ir más allá, quiero buscar las invisibles, inaccesibles, censuradas o que no se han tomado nunca, las imágenes que faltan”, explica Joan Fontcuberta que a partir de sus personajes imaginarios, cargados de contenido político y crítico, desde el astronauta ruso hasta el artista desconocido, ha realizado una verdadera pedagogía de los mecanismos del engaño para empoderar el público, enseñándole a descubrir la ficción que se oculta detrás de la verdad impuesta por el poder hegemónico y los medios de comunicación de masa. “El arte conceptual me parece soporífero”, asegura Fontcuberta en la película, que surge de decenas de horas de grabación realizadas a lo largo de dos años. El artista, que actualmente tiene muestras en Italia, Eslovaquia, Suiza y Bélgica, ha demostrado en múltiples ocasiones, por ejemplo con el inexistente artista Ximo Bereguer, lo fácil que es engañar a los expertos.

Revelaciones visuales

Se titula Revelacions. Dos assaigs sobre fotografia (Arcàdia), el libro escrito por Fontcuberta y el filósofo Xavier Antich, que incluye reproducciones en color de obras del artista. El volumen, que se presentó la pasada semana en la Fundació Foto Colectania (donde en 2017 durante una conferencia performance se reveló el mencionado fakedel artista Ximo Berenguer) es "una despedida y un homenaje a un tipo de fotografía que está desapareciendo sustituido por una nueva forma de tratar la imagen", en palabras del propio autor.

De la construcción del fake como estrategia para denunciar la posverdad y debatir el acceso al conocimiento, Fontcuberta ha pasado a las nuevas formas de entender la fotografía directamente vinculadas con la aparición de las nuevas herramientas digitales. Es el caso de Un mundo paralelo, la exposición abierta en el centro Arts Santa Mònica hasta el 15 de septiembre, en la que reúne 12 jóvenes artistas que trabajan con Google Street View, en una estrategia de reciclaje de imágenes en la que el propio Fontcuberta ha sido pionero.

La muestra, producida por la Fábrica de las Artes Roca Umbert, se abre con un proyecto de Mario Santamaría, que exhibe los selfies involuntarios hechos por el dispositivo de Google en sus barridos. “Desde 2011 Google ofrece visitas virtuales a los principales museos del mundo, reconstruidos a partir de múltiples tomas fotográficas. Buscando espejos y otras superficies reflectantes en estas visitas, se encuentran los autorretratos de la cámara de Google”, explica Santamaría. Participa en la muestra también uno de los autores del documental, Roger Grasas que ha documentado los cambios experimentados por algunos de los lugares visitados por Darwin.

El viaje imaginario es uno de los tres grandes temas de la muestra, junto con la memoria histórica y los errores de la tecnología. Entre estos destaca ID de Albert Gusi que ironiza sobre la paradoja del afán de privacidad en las redes sociales que se plasma en los rostros difuminados de las personas involuntariamente inmortalizadas por Google. “Lastima que el algoritmo no sepa distinguir entre los rostros de transeúntes y de los anuncios publicitarios de modo que paradójicamente las empresas gastan millones para el rostro de personajes famosos que serán borrados en aras de la defensa del anonimato”, explica Fontcuberta que acaba de volver de México donde ha estado investigando para su nuevo proyecto sobre las “fotos amnésicas”.

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“Busco imágenes que se están estropeando, porque materializan la paradoja de un dispositivo de memoria afectado por Alzheimer y son como un recordatorio de la soberbia humana y su vano intento de conquistar la eternidad”, concluye el artista, que estrenará la obra en México en febrero, durante la feria MACO.

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