“Si L’Albufera recibiera un gran aporte de agua se recuperaría en dos o tres años”

Los ecosistemas húmedos son muy resistentes y reaccionan muy rápidamente a la calidad de agua que les llega. "Si mañana le aportáramos a L'Albufera un chorrazo de agua de calidad, la tendríamos recuperada en dos o tres años", ha defendido la directora-conservadora del parque natural, Paloma Mateache, en la apertura de la conferencia internacional Living lakes 2019, que se celebra en Valencia hasta el jueves.

El parque natural valenciano, de 21.000 hectáreas y situado a unos 10 kilómetros de la capital, está en proceso de recuperación pero "todavía estamos en mala situación, es una zona todavía muy hipertrófica pero hemos avanzado", explica Mateache. La conservadora insiste en que L'Albufera necesita "tener más agua y de mejor calidad porque de lo contrario nos quedaremos en solo en este primer  empujón".

La solución para este singular espacio es mejorar su agua. "Hay que mejorar todos los sistemas de depuración de los municipios de alrededor para que las aportaciones tengan una calidad óptima y debe llegar más flujo a lo largo de todo el año, y no como ahora que solo recibe agua por retornos de riego o cuando llueve", enfatiza la responsable del parque. "Tenemos que proteger pero también recuperar, si no aceleramos nos vamos a quedar como siempre", apostilla.

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Unos 200 expertos y representantes de autoridades de todo el mundo acercan en la capital valenciana experiencias y conocimientos bajo el lema Un mundo sin humedales es un mundo sin agua. La presidenta de la  ONG organizadora, la alemana Marion Hammerl, ha explicado que las amenazas que sufren estos ecosistemas naturales son comunes: la sobreextracción de agua, la contaminación, no solo de los pesticidas sino también del vertido de aguas residuales sin tratar; las urbanizaciones ilegales, la desecación de suelo para ganar parcelas agrícolas, las especies invasivas, o los efectos del cambio climático.

Hammerl ha echado mano del pueblo indígena de los Huicholes, en México, que considera a los lagos "los espejos de los seres humanos, por lo que tenemos que conseguir que estos espejos brillen otra vez", ha comentado la presidenta de la ONG a modo de metáfora.

El secretario de Estado de Medio Ambiente en funciones, Hugo Morán, invitado a la apertura de la conferencia, ha expuesto la necesidad de elaborar un nuevo plan estratégico para los humedales que actualice la actual normativa de hace 20 años.

Morán ha destacado el papel de los humedales como "solución basada en la naturaleza" que permitirán a España hacer frente a la pérdida de biodiversidad y mitigar los efectos del cambio climático, informan fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica.

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ciudad anfitriona de la conferencia, ha hecho hincapié en que L'Albufera "es un tesoro que tenemos que cuidar y reivindicar" y ha recordado alguna de las medidas adoptadas por el Gobierno local para reducir la contaminación cerca del parque natural. Desde reducir la velocidad de los coches, hasta la reconversión de motores eléctricos de los barcos, o el reciclaje de la paja del arroz. "Se han de hacer muchas más cosas pero vamos en la buena dirección", añade el edil. 

El lago Chapala

Durante los tres días que dura la conferencia se tratará la situación en que se encuentran diferentes lagos del mundo. Uno de ellos es el lago Chapala de México. La socióloga mejicana Noris Bilet, socióloga, representantes de un grupo defensor del lago, ha insistido en los peligros que acechan al lago más grande de México, de más de 100.000 hectáreas de superficie. 

"Estamos intentando detener las construcciones ilegales de alrededor del lago, el mayor problema además de la contaminación", afirma Bilet. Las aportaciones de agua son fundamentales para la salud el embalse, en torno al cual se concentra una de las poblaciones más altas. "Se ha convertido en un lugar donde todo el mundo quiere vivir, es el paraíso, pero el lago no puede sostener un boom urbanístico tan grande", advierte la socióloga.

El Chapala es el lago mas grande de México, tercero de Latinoamérica y sirve a una población de ocho millones de habitantes. Es además un lugar sagrado para los prehispánicos, rodeado de yacimientos rupestres y hábitat estacional de miles de aves.