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Un centenar de militantes abandona el PSOE de Collado Villalba con acusaciones de “pucherazo”

La candidatura del secretario general se impuso en las primarias a la alcaldía por solo dos votos de diferencia

López Acosta (de rojo), con otros militantes que abandonan el PSOE. Fotografía cedida por 'Aquí en la Sierra'.
López Acosta (de rojo), con otros militantes que abandonan el PSOE. Fotografía cedida por 'Aquí en la Sierra'.

Un centenar de militantes del PSOE de Collado Villalba anunció este martes que abandonaba el partido. Un tercio de la agrupación denuncia “pucherazo” en las primarias para elegir candidato a la alcaldía. El proceso se celebró el 17 de noviembre y el secretario general local, Victoriano Alcolea, venció por solo dos votos de diferencia (123 a 121) a la otra aspirante, Cristina Toral. Entre las personas que dejan el partido está Carlos López Acosta, que también renuncia a su acta de concejal. “Ha habido un proceso de sombras con hasta cuatro modificaciones del censo”, denuncia. Fuentes del PSOE explican que el caso ha sido elevado y recurrido a instancias regionales y federales sin que estas detectaran ninguna irregularidad.

“La agrupación de Collado Villalba no está dividida; ha saltado por los aires”, ha resumido López Acosta en una comparecencia en un hotel de la localidad. Lo ha hecho escoltado por muchos de los militantes que abandonan el PSOE, pero también por otros que se quedan, como el concejal Juan José Morales. Si lo hacen es porque creen que los ganadores de las primarias, partidarios de Alcolea, podrían haber incurrido en una vulneración de la ley de protección de datos y, de confirmarse, “alguien les debe pedir responsabilidades”.

Los seguidores de Toral, aquellos que abandonan el PSOE, denuncian la manipulación del censo hasta en cuatro ocasiones y explican que este no admite modificaciones después de su cierre, algo que ocurrió el 21 de mayo. Sostienen que el primer cambio se produjo el 26 de octubre, cuando Cristina Toral oficializó su precandidatura. “Ese día recibimos la primera certificación censal con 252 electores. El 30 de noviembre recibimos otra, con 276, y el mismo día de las votaciones otra con 275”, se queja López Acosta en conversación telefónica con EL PAÍS. En su opinión, durante esos meses se han dado“unos juegos de entradas y salidas” en el censo con el objetivo de dirigir el resultado de las primarias.

López Acosta señala que la secretaria de Organización, Beatriz Martín, sabía de lo ajustado de la votación: “Solo ella tenía acceso al censo, y apoyaba a Alcolea”. El ya exconcejal de Collado Villalba, donde el PSOE cuenta con cinco ediles y está en la oposición, alude al traslado a su agrupación de ocho militantes de Alpedrete y a 21 nuevas altas que se realizaron el mismo día del cierre del censo. Denuncia que se efectuaron directamente en Ferraz (sede nacional) y sin pasar por la Ejecutiva Local, como obliga la norma. La secretaria de Organización local replica que esas altas fueron avaladas por su ejecutiva el 7 de mayo, pero que no se llevaron a Ferraz hasta el último día. También rechaza que existieran cuatro modificaciones en el censo. “Hubo una rectificación, pero ya la resolvió el partido. Ningún recurso prosperó”.

Las acusaciones no quedan ahí. López Acosta acusa a Martín de incluir papeletas blancas en el proceso, cuando oficialmente no existían. “Para votar en blanco basta con introducir el sobre en la urna sin papeleta alguna”. Esta situación hizo que aparecieran papeletas en blanco y de la candidatura de Toral en el mismo sobre en dos ocasiones. Fueron declarados voto nulos en el recuento. De haber sido validados, las dos candidaturas habrían empatado a 123 votos. Los partidarios de Toral solicitaron que se dieran por buenos esos dos votos, pero instancias superiores lo rechazaron. “El tema de las papeletas se consensuó en la mesa, donde había apoderados de ambas candidaturas. Si en un sobre hay varias papeletas no se puede interpretar el sentido del voto”, explica la secretaria de Organización del PSOE en Collado Villalba.

Los militantes que abandonan el PSOE elevaron quejas por presuntas irregularidades al partido tanto a nivel regional como federal. En ambos casos fueron desestimadas. Luego reclamaron al Comité de Ética y Garantías, pero tampoco se detectó ninguna anomalía. El único recurso que les queda es intentarlo en la justicia ordinaria, algo que han descartado. “No queremos permanecer ni un minuto más en un partido que ha rechazado nuestros recursos y mira hacia otro lado, que ha consentido, avalado y ratificado el pucherazo”, ha insistido López Acosta. En opinión de Beatriz Martín, secretaria de Organización, el problema es que los partidarios de Toral “no han asumido el resultado”. E insiste: “Esto es una venganza: se van, pero haciendo daño al partido. Desde que Pedro Sánchez es presidente tenemos 50 nuevas altas; es bueno renovarse”.

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Una vida de socialismo

Carlos López Acosta renuncia a su acta de concejal, pero sobre todo al partido que ha sido su vida. Tiene 42 años y lleva afiliado desde 2005, poco después de la victoria electoral de José Luis Rodríguez Zapatero. Antes, en 1996, constituyó la agrupación local de Juventudes Socialistas y fue elegido su secretario general. Dejar el PSOE se le ha hecho especialmente duro. Estas siglas lo han visto nacer. Su padre, Carlos Julio López, fue el primer alcalde socialista de Collado Villalba (1979-1995) y su tío, José Acosta, lideró en los años noventa una corriente dentro del partido que supuso la extensión del guerrismo (por Alfonso Guerra) en la Comunidad de Madrid.

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