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Povisa despide a 13 trabajadores una semana después de renunciar al ERE

El hospital, la empresa privada con mayor plantilla de Vigo después de Citroën, ha echado a la calle a 60 personas en cuatro años

El hospital concertado Povisa ha vuelto hoy a la carga con los despidos al comunicar a 13 trabajadores la extinción de sus contratos. Se trata de 10 celadores y tres personas adscritas al archivo clínico, a los que tratará de aplicar el despido objetivo por causas organizativas, con 20 días por año trabajado y un máximo de 12 mensualidades. El anuncio se produce tan solo una semana después de que la dirección del centro, que disfruta de un concierto con el Sergas por 70 millones de euros anuales, renunciara al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que le iba a costar su trabajo a 56 personas.

Povisa entregó por la mañana las cartas de despido y comunicó al comité de empresa una medida con la que trata de “seguir mejorando la eficiencia del hospital”. Con estos despidos, asciende a 60 el número de trabajadores que han perdido su empleo en los últimos cuatro años en Povisa, que es la empresa privada con mayor plantilla de Vigo después de Citroën. Además la dirección del hospital también anunció hoy la modificación del turno laboral de otros 16 celadores y siete auxiliares, con el objetivo de “adaptar las funciones del personal a su capacitación profesional y los turnos a la creciente demanda de jornadas reducidas por guarda legal”.

Povisa explicó que el despido de los celadores se debe a “la asunción de sus tareas por parte de personal sanitario cualificado” y a que “buena parte de sus funciones ha ido quedando sin contenido”. Respecto a los trabajadores del archivo clínico, afirma que son puestos en la calle por “la nula carga de trabajo derivada de la progresiva implantación, desde el año 2009, de la historia clínica electrónica”. El anunció de la empresa generó un enorme malestar entre los trabajadores, que se reunirán el lunes en asamblea.

Povisa anunció el pasado día 19 la renuncia al ERE, ante la “imposibilidad” de tener a tiempo el informe de la auditoría de 2014, año en que tuvo unos beneficios de más de 1,3 millones. El comité de empresa, en cambio, considera que las causas de esa renuncia radican en una cláusula en el concierto con el Sergas, suscrito el pasado año, que prohíbe subcontratar servicios sin autorización de la consellería. El mantenimiento del empleo fue el principal argumento que empleó la Xunta para renovar por 10 años el contrato con Povisa, por el que este hospital es el de referencia para más de 130.000 tarjetas del área de Vigo.

En el caso de los despidos anunciados hoy, el comité sospecha que se trata de una medida para forzar la negociación de un nuevo convenio colectivo, después de que los juzgados paralizasen la intención del centro de sustituirlo por el sectorial provincial. El comité de empresa rechaza el argumento empresarial de que los celadores se despiden porque su función está vacía de contenido, ya que las tres categorías que conviven en Povisa (celadores, auxiliares y enfermería) también coexisten en el resto de hospitales del Sergas. Los representantes de los trabajadores niegan igualmente que las 4.500 personas que decidieron cambiar de hospital en el período voluntario supongan un importante quebranto para las arcas de la empresa, ya que “se compensan” con los que el Sergas deriva a Povisa.

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