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Interior atribuye al detenido en Santiago la bomba de Baralla

Raúl Aguilleiro es un conocido activista por los presos de Resistencia Galega

Guardias civiles desplegados este viernes en el casco histórico de Santiago
Guardias civiles desplegados este viernes en el casco histórico de SantiagoÓscar Corral

Dos días después del atentado que destrozó la planta baja de la casa consistorial de Baralla, la Guardia Civil detuvo ayer en Santiago a un conocido militante independentista al que el Ministerio del Interior responsabiliza de la colocación de la bomba en el municipio lucense. Las fuerzas de seguridad arrestaron en su domicilio a Raúl Agulleiro Cartoy, de 24 años, con antecedentes por dos detenciones anteriores y que desarrollaba una notoria actividad pública en defensa de los presos de la organización armada Resistencia Galega. La investigación, que sigue abierta, está siendo coordinada por el Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional. Agulleiro, al que se aplicó la legislación antiterrorista, fue trasladado a Madrid antes de ser puesto a disposición del juez.

 La detención se produjo a media tarde de ayer en una vivienda de la Rúa do Espíritu Santo, en el casco histórico de Santiago, que fue cortada y acordonada por una decena de coches patrulla de la Guardia Civil. Agulleiro Cartoy, natural de la localidad lucense de Barreiros y con domicilio en la capital de Galicia, había sido detenido en dos ocasiones anteriores por un delito de daños y por atentado a la autoridad en incidentes durante actos convocados por grupos independentistas. En un comunicado, el Ministerio del Interior le señala como presunto autor de la colocación de la bomba contra el Ayuntamiento de Baralla y lo define como integrante del “sector más radical del Movimiento Independentista Gallego”. Agulleiro había actuado públicamente en varias ocasiones de portavoz de grupos de apoyo a militantes independentistas encarcelados bajo la acusación de pertenecer a Resistencia Galega como el colectivo Que Voltem á Casa.

El caso sigue abierto porque los investigadores sospecharon desde el primer momento que en el atentado participaron dos personas, una que habría colocado la bomba y otra que la aguardaba en un vehículo. Antes del arresto de Agulleiro, el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, había expresado sus sospechas de que el ataque a la casa consistorial fuese cometido por activistas sin fichar ya que los miembros de Resistencia Galega más conocidos se encuentran en prisión. Fuentes de la investigación confirmaron además que el artefacto explosivo colocado en Baralla, que contenía cinco kilos de pólvora, tenía un mecanismo de retardo elaborado con un reloj de pulsera.

Los investigadores, al mismo tiempo, siguen tras la pista de Antón García Matos, alias Toninho, al que consideran líder de Resistencia Galega e instigador de sus atentados. García Matos, un histórico independentista que ya perteneció al desparecido Exército Guerrilheiro, lleva años en la clandestinidad, presumiblemente en Portugal.

Los daños ocasionados por la explosión en el Ayuntamiento de Baralla superan los 200.000 euros, según cálculos del alcalde, Manuel González Capón del PP.

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