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El confidente policial exculpa a Navarro y Ciro del intento de secuestro de Soriano

Añade al hijo de Soler y a un asesor en las reuniones mantenidas para cobrar la deuda Se planificaron tres posibles vías de secuestro

Juan Soler, a la salida este mediodía de los juzgados de guardia de Valencia.
Juan Soler, a la salida este mediodía de los juzgados de guardia de Valencia.MÒNICA TORRES

El testigo protegido que desbarató el intento de secuestro del expresidente del Valencia, Vicente Soriano, declaró el pasado lunes de nuevo ante el juez instructor. Su declaración, prevista inicialmente por la mañana pero aplazada a la tarde, transcurrió a lo largo de dos horas a cara descubierta, respondiendo a las preguntas de los abogados de los cinco imputados que no tuvieron la oportunidad de interrogarlo en su comparecencia inicial ante el juzgado, cuando el caso se encontraba bajo secreto de sumario.

El confidente señala a Juan Bautista Soler y a Abdellatif Laaboudi, conocido como Tati, como los inductores del intento de secuestro y exculpa a dos de los imputados en la causa, el abogado Juan Carlos Navarro y el restaurador Ciro d'Anna. El letrado declaró que lo nombró ante la policía porque Tati le habló de él en referencia a unas cuentas bancarias problemáticas. Y respecto al segundo, que incluso en las conversaciones que mantuvo, siempre se evitó hablar de los detalles del secuestro si en la reunión estaba presente Ciro.

De sus respuestas se desprende que el intento de secuestro se preparó desde antes de las navidades de 2013 cuando mantuvo su primera reunión con Soler y se le ofreció ejercer de intermediario para cobrar la deuda que tenía con Soriano. Soler se puso en contacto con él por intermediación de Tati, porque era conocido por ellos su especialidad en "el cobro de deudas". En una segunda reunión, en el despacho de Soler, se le aportó documentación sobre la deuda para que empezara "su mediación", una reunión en la que también estaba presente el hijo de Soler y un asesor del mismo que no conocía.

Sin embargo, no fue hasta una tercera reunión mantenida con Soler, a finales de enero, que se habla de buscar "otras alternativas" y se le entregaron fotos de Vicente Soriano y su mujer, en presencia de Soler y de Tati, sin que en este caso estuviera presente el hijo de Soler.

Tras esta reunión el testigo protegido decidió contactar con la policía el 27 de marzo de 2014. En posteriores encuentros con Tati y Soler se le mencionó la existencia de unos colombianos, se facilitaron los detalles del secuestro y se ofrecieron tres alternativas para el rapto: si lo realizaban entre semana, se realizaría o bien a la salida de Soriano de la cafetería Vela, donde desayunaba todos los días, o bien a la salida de su domicilio; y si era en domingo, a la salida de la iglesia a la que acudía regularmente.

Los encargados de ejecutar el plan serían tres colombianos contratados por Tati. Sin embargo su identidad continúa siendo un misterio. El confidente contactó con Miguel Fernández (el quinto imputado) para que les hiciera de guía por Valencia y llegó a reunirse con ellos en dos ocasiones pero nunca supo sus nombres, tan sólo que eran "gente de Madrid y de la guerrilla".

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Tras conocer los preparativos, los investigadores policiales decidieron que el confidente acudiera a la siguiente reunión con un micrófono que registró la principal prueba de cargo contra Juan Bautista Soler. En esta grabación del 3 de abril, se le oye dar el "ok" hasta en tres ocasiones, para llevar adelante el secuestro de Soriano e intentar conseguir así los cerca de 100 millones de euros que le adeudaba. Poco después, el 7 de abril, la policía detenía a Soler.

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