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Cortés rompe el pantalón de Armani

El bailarín triunfa en el estreno en Barcelona de 'Gitano'

Fiel a sí mismo, a su raza gitana y a su particular forma de concebir el flamenco Joaquín Cortés estrenó la noche del viernes, su último espectáculo, Gitano, con un rotundo éxito. El Tívoli se vino abajo tras la representación, el numeroso público que llenaba el teatro dedicó largos y cálidos aplausos a este magnífico bailarín y a todo su equipo, pues Gitano está interpretado por 17 brillantes músicos, dos excelentes y jóvenes bailaoras, Gemma Moneo y Saray Fernández La Pititay un correcto cuerpo de baile formado por ocho mujeres. En esta ocasión el artista cordobés no escatimó su baile, se entregó con pasión y virtuosismo en cada una de sus numerosas intervenciones. Fue tanto su entusiasmo que se le rompió el pantalón de Armani.

Cortés concibe sus trabajos como auténticos shows de baile, luz, sonido e imagen, que en algunas ocasiones han podido pecar de efectistas pero en Gitano no es así. La calidad de todo el equipo artístico y la madurez interpretativa alcanzada por el autor, lo convierte en un espectáculo de gran calidad en todas sus facetas. La primera parte, más ortodoxa, se inicia con el baile de Moneo y La Pitita, que juntas y después cada una es solitario despligan todo su arte. Su zapateado es dinámico y encandila por la insolente juventud que destila. La primera intervención de Cortés, acompañado de todos los músicos y cantaores, es sobria, su endiablado y electrizante zapateado se muestra versátil. Su cuerpo, como el de un torero, embiste el espacio y ralentiliza el gesto en un quiebro provocador. Clava la mirada en el espectador al que domina y hace cómplice.

La segunda parte está presidida por una gran pantalla en la que se ofrecen atractivas proyecciones que tienen como protagonistas el agua y fuego. La música es un estallido vital que fusiona el góspel y el jazz pasando por la música afro. Las intervenciones de saxo a cargo de Ariel Bringuez Ruiz fueron de las más aplaudidas. Las impresionantes voces de Genara Cortés, Chelo Soto Robles y Samara Losada estremecieron al espectador. Cortés en esta segunda parte rayó la genialidad. Bailó con garra, zapateó a diferentes ritmos y desplegó toda su seducción hipnotizando al público a su antojo. El fragmento que baila mientras en la pantalla se proyectan llamas de fuego es de una gran belleza. Última función, hoy a las 19h.

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