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Unos 100 manifestantes protestan por la privatización del servicio de lavandería

Se han concentrado frente a la sede de la Fundación Once, el grupo empresarial al que pertenece la empresa concesionaria

Alrededor de 100 personas se han concentrado este miércoles frente a la sede de la Fundación ONCE, en el número tres de la calle de Prim, para protestar por la privatización del servicio de lavandería, que desde el uno de diciembre está en manos de la empresa Flisa, del grupo empresarial de la ONCE.

"Dinero por aquí, dinero por allá, de la lavandería no nos moverán", han coreado los manifestantes entre los que había trabajadoras de la lavandería, de CC OO y empleados de la ONCE. Inocencio Rial, miembro de CC OO de la ONCE ha sido uno de ellos. "Es importante que no se puedan usar a discapacitados para justificar los recortes en sanidad. Creemos que la ONCE se ha prestado al abaratamiento de los costes. Y estamos aquí para reforzar la protesta de nuestros compañeros", ha sentenciado por el megáfono.

Los empleados de la lavandería,  que están en huelga indefinida desde el 6 de diciembre, también han alzado la voz para denunciar las condiciones en las que trabajan desde que Flisa entró a gestionar el servicio. "Guardan ropa hospitalaria en un almacén de verdura", ha criticado Nieves Planet, auxiliar administrativa. Desde hace una semana los empleados vienen denunciando las condiciones "lamentables" en las que trabajan. La sustitución de empleados para sustituir a los que están en huelga o la contratación de camiones frigoríficos para el transporte de la ropa son algunas de las quejas más sonadas entre ellos.

Iván López ha corroborado la situación en el transporte. "Somos 14 conductores y ninguno hemos salido a trabajar desde hace 18 días porque dicen que no tienen permiso de movilizar los vehículos del Sermas. Y nos tienen haciendo labores de celador", dice este conductor de la lavandería.

A la protesta también se ha unido la mesa en defensa de la sanidad pública. "No daremos un paso atrás en la defensa de la sanidad pública y todo lo que le concierne", ha dicho una representante. También han estado presentes empleados de algunos hospitales como Javier Cordón, personal de oficio en el Ramón y Cajal, que ha criticado que desde hace cuatro años Flisa se ha hecho cargo del servicio de lavandería de su centro con mala calidad. "Ya no lavan tu propio uniforme, lo que hace que algunos trabajadores lo laven en su casa", cuenta.

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