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Torró ofrece a Miró dos meses para buscar otra ubicación a su escultura

Si no hay acuerdo sobre la alternativa, el alcalde de Gandia trasladará la obra El artista presentará una demanda contra la decisión

Ferran Bono
Antoni Miró, Arturo Torró y Vicent Gregori, en el estudio del primero
Antoni Miró, Arturo Torró y Vicent Gregori, en el estudio del primero

Se evidenciaron las diferencias ideológicas, se constataron los planteamientos artísticos divergentes, pero se llegó a un principio de acuerdo. El alcalde de Gandia, Arturo Torró, del PP, ofreció ayer a Antoni Miró, aplazar su decisión de cambiar la actual ubicación de la escultura del artista alcoyano a la entrada del pueblo y buscar durante los próximos dos meses un nuevo emplazamiento que pueda agradar al creador. Si no hay entente cordiale, cada uno, a lo suyo: el regidor a plasmar su empeño de quitar la obra 25 d’abril. 1707 de su rotonda y el creador a presentar una demanda por lesionar sus derechos y los del patrimonio pagado con dinero público.

Ahora bien, ayer por la tarde el ambiente fue “muy cordial”, según expresó primero el alcalde y ratificó después el artista. Tal vez la agradable atmósfera del estudio que el creador tiene en la población de Ibi, donde se celebró el encuentro, contribuyó a crear esas buenas vibraciones; o tal vez es la calma estival que antecede a la tormenta. Porque a tenor de la reacción de un centenar de artistas valencianos y de entidades culturales de Gandia, además de la oposición, al reciente anuncio unilateral de Torró de cambiar la escultura, el futuro traslado no será un tranquilo paseo en barca. De hecho, el alcalde ha tomado la decisión de aplazar su propósito.

Cordial

“Hemos estado hablando relajadamente y hemos acordado buscar durante los próximos dos meses una nueva ubicación para dignificar la escultura, porque no hay ninguna razón política detrás, sino que pensamos que en la rotonda donde está no se puede entender bien la obra”, explicó el regidor, que estuvo acompañado por el concejal de Cultura, Vicent Gregori.

“Ha ido bien el encuentro. Cordial. Él quiere quitar mi escultura y yo no; él tiene su potestad y yo mis derechos, pero hemos acordado que me presentarán en dos meses alternativas a su actual ubicación, para la que fue expresamente concebida. Ya veremos qué pasa”, señaló Miró, por su parte.

Aunque un día antes, Torró había despachado los apoyos a Miró como un intento de provocar el renacimiento del “catalanismo”, ayer fue más comedido y tan sólo se refirió a las diferencias ideológicas y al entendimiento democrático con el artista.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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