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El eccehomo de Borja es “recuperable”

El Instituto Valenciano de Conservación recuerda que el mural estaba ya dañado en un 60%

Carmen Pérez muestra imágenes del estudio sobre el eccehomo de Borja.
Carmen Pérez muestra imágenes del estudio sobre el eccehomo de Borja.ÀNGEL SÁNCHEZ

Un retrato que Sorolla pintó en homenaje a la mujer de un amigo quedó eclipsado ante un extraño compañero de mesa: el eccehomo de Borja (Zaragoza), el mural que el valenciano Elías García pintó hace 100 años y que ha sido destrozado por el fallido intento de restauración de una mujer octogenaria. En las últimas semanas, el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración (Ivacor) ha compaginado los trabajos de un proyecto internacional para analizar la obra de Joaquín Sorolla con los estudios para determinar qué hizo Cecilia Giménez, la vecina de Borja, en su intento de salvar al eccehomo de su iglesia. Ambas obras se mezclaban en la mesa del laboratorio. “Estábamos con esta investigación que pasa desapercibida y de repente llega un bodrio como esto y capta todo el interés”, se lamentó este viernes Carmen Pérez, directora del Ivacor.

El análisis del estado del mural tras la “desafortunada intervención” de Cecilia ha durado unas tres semanas. Pérez explicó que la imagen original ya estaba en mal estado debido a un “ataque de sales” por la humedad, que hace saltar la pintura. “Es esto lo que motivó a la señora [Cecilia Giménez] a intervenir sobre los desperfectos”, apuntó. Pero las partes importantes, como el rostro, estaban casi intactas y aun así sufrieron el paso de la mano de la octogenaria. “Si se hubiera dedicado solo a la parte baja no nos habría metido en este embrollo”, dijo. Para la directora del Ivacor, el principal error es que “no ha respetado la obra porque debía haber tocado solo las partes afectadas y no toda, eso jamás se lo plantea un restaurador”.

El destrozo, no obstante, no es irreversible. Los análisis realizados por David Juanes y Livio Ferrazza concluyen que el mural original es “recuperable”. “No creo que se haya producido mucho daño porque es un óleo reciente que se ha puesto sobre otro óleo de hace 100 años, por lo que puede resultar fácil quitar el repinte”, explicó Juanes. Él y Ferrazza participan también en los análisis de la obra de Sorolla.

“Se podrá recuperar el original, pero no las partes que ya estaban perdidas antes de la intervención”, apuntó la directora. En cuanto a la posibilidad de mantener la obra y el “repintado” de Cecilia, avanzó que “será complicado mantener las dos”. Solo sería factible si la pintura tuviera un grosor importante.

La decisión sobre qué hacer a partir de ahora la tendrá que tomar el Ayuntamiento. “Es más una decisión política que técnica, con la expectación que ha despertado, ¿conviene o no eliminarla?”, se pregunta.

Terminado el trabajo, Pérez saca otra conclusión: “También es bueno que sucedan cosas como esta para que los responsables de las obras se piensen mejor en qué manos las dejan”.

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