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Tribuna
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Sincera Andrea

"Rompo una lanza en favor de este raro espécimen entre la fauna conservadora que es Andrea Fabra"

Rompo una lanza en favor de este raro espécimen entre la fauna conservadora que es Andrea Fabra. Seguro como estoy de que el cinismo impune con el que el PP maneja su discurso es el ácido que corroe la escasa salud de la política española, reivindico la sinceridad y desparpajo de la otra hijísima de España, la otra Andreíta.

España es un país homologable, también en su morfología sociopolítica, a Francia, Grecia, Holanda o Austria, por citar varios países donde el electorado de extrema derecha ha cristalizado en partidos propios que permiten medir y determinar su fuerza e influencia.

Sin embargo, de las muchas anormalidades que definen a nuestra derecha patria, sin duda, la más singular es la placidez con la que convive bajo una misma papeleta el más moderado de los democristianos con el más cerril de los ultraderechistas.

¿Cuál es, se preguntarán ustedes, el misterio que explica, en el caso del PP, esta extraña y ya antigua convivencia? En mi opinión, el secreto radica en la hábil estrategia seguida por los dirigentes populares a la hora de dividir los canales de difusión de su doctrina. Conscientes de la doble alma que anida en su cuerpo; a la primera, la moderada, la alimentan con el discurso; a la segunda con los hechos.

En el Parlamento valenciano asistimos a diario a la ceremonia de esta extraña eucaristía de doble hostia.

Ahora vemos a Alberto Fabra subir a la tribuna de las Cortes Valencianas para prometer tolerancia cero ante la corrupción. Pero al descender del púlpito se funde con Blasco en un abrazo untado de la repugnante materia de la que sea que estén formados aquellos que son capaces de robar el dinero a niñas violadas y enfermas de sida.

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En los pasillos del mismo hemiciclo Ciscar jura en arameo que se acabó el despilfarro. Y mientras lo jura, cruza tras su ajustado traje de fil a fil los mismos dedos que firmaron la transferencia al paraíso fiscal indicado por Ecclestone.

Tres metros más allá Alicia de Miguel con su mano izquierda sujeta su último teletipo. Anda indignada por lo “violentamente fascistas” que han sido los trabajadores de Canal 9 en sus protestas. Al mismo tiempo, con su mano derecha, y en nombre de la eficiencia económica, subraya en fosfi la lista de depurados de la misma televisión que su partido ha arruinado.

Dejad en paz a Andrea. Por lo menos ella no es una hipócrita

Así que, dejad en paz a Andrea. Por lo menos ella no es una hipócrita. Andrea es una devota de su credo y su “que se jodan” le salió de esa misma parte del alma que a mi tía Macarena le salen los “guapa” al paso de la Virgen del Rocío. A Cospedal no le molesta el exabrupto que comparte, lo que le jode es el arrebato de sinceridad de Andrea y su falta de diligencia a la hora de observar la estricta obediencia a una estrategia basada en no decir nunca lo que realmente se piensa. Cuánta falta nos haces. Sincera Andrea.

Josep Moreno es diputado del PSPV en las Cortes Valencianas.

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