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El Festival de Cantonigròs se muda a Vic

La soprano Maria Bayo inaugura la gran cita veraniega con el canto coral

La soprano María Bayo.
La soprano María Bayo.JAVIER SALAS

El Festival de Cantonigròs cambia el paisaje y la tranquilidad del pequeño pueblo de la comarca de Osona que le da nombre y se va a la capital, Vic, en cuyo Teatro l’Atlàntida inaugurará esta tarde su 30ª edición con un concierto protagonizado por la Jove Orquestra Nacional de Catalunya (JONC) dirigida por Manuel Valdivieso que contará con la colaboración de las corales Canigó y Sant Jordi y que tendrá como solista a la soprano María Bayo. En el programa un fragmento de el Pessebre de Pau Casals, la suite Peer Gynt de Eduard Grieg y los ciclos de canciones Combat de somni, de Mompou, y las Cinco canciones negras, de Montsalvatge. Esta es la segunda vez que Bayo participa en el festival.

Motivos económicos y musicales para poder contar con un espacio acústica adecuada para ofrecer conciertos han sido los que han motivado este cambio de ubicación. El descenso de las subvenciones públicas que recibe el festival y la caída de patrocinadores ha provocado que el festival no pueda asumir el coste de montar la carpa auditorio en el que prado que les ha acogido desde 1983 y las instalaciones apropiadas para atender a los cerca de 20.000 visitantes que recibía el festival durante los cuatro días que dura.

En total, este año participan en el festival, que tiene carácter competitivo, 35 grupos corales y de danza de 24 países, cifra ligeramente inferior a la de la edición pasada en la que el festival acogió 10 grupos más. La competición empezará el viernes y durará hasta el domingo en que se harán público los coros y grupos de danza ganadores, que se repartirán 9.400 euros.

El festival, que este año cuenta con un presupuesto de 260.000 euros, contará como ya es habitual con un ejército de voluntarios, 450, que contribuyen de forma decisiva a que el festival, donde la mayorías de cantantes de coros que participan se alojan en casas particulares de familias de la comarca, sea año tras año, y ya van 30 con esta edición, un éxito.

Habrá que ver si con el cambio de ubicación de un pueblo de 300 habitantes a una ciudad de 40.000 el festival pierde esa característica que le ha singularizado como espacio de convivencia y lugar de encuentro.

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