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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Peinando canas con dignidad

"Fue la mejor noche que se les recuerda aquí en mucho tiempo"

Teniendo en cuenta que la banda de Mike Scott ha visitado Valencia en numerosas ocasiones en las últimas décadas, y sin dejar de tener presente que no van a desperdiciar ese bucle nostálgico en el que se ha convertido el circuito musical en directo, y del que nuestra ciudad, particularmente, participa con tanta entrega (era previsible que su reciente álbum musicando poemas de Yeats no iba a gozar de lugar preeminente), calibrar la valía de su concierto del viernes obliga a reparar en detalles.

Porque la elección del Palacio de Congresos en Valencia solo puede entenderse como una necesidad de aforo, y no como un marco en el que, ni mucho menos, los Waterboys fueran a aligerar la carga rockera y grandilocuente que siempre les ha singularizado. Ni veleidades acústicas ni rebajas de intensidad.

Y porque si tenemos que hablar de momentos con los que ratificar que fue la mejor noche que se les recuerda aquí en mucho tiempo, hay unos cuantos que pueden servir: el arrollador toque de corneta con Rags; la fusión folk de filiación celta entre The Thrill Is Gone y esa And The Healing Has Begun de un Van Morrison al que siempre han reverenciado; la extraordinaria lozanía exhibida por unas apabullantes e inoxidables Glastonbury Song, Be My Enemy o The Pan Within; y, sobre todo (y esta era la novedad), la imponente capacidad teatralmente dramatizadora de Mike Scott para hacer de médium de W. B. Yeats en News For The Delphic Oracle y Mad As The Mist And Snow, justo en el interludio de un concierto en el que, arropado por una banda que ejecuta al dedillo, se mostró pletórico.

Nadie es perfecto

Motivos suficientes para hacer la vista gorda ante la forma en la que, quizá llevado por el pegajoso ardor ambiental (cánticos populares vengan o no a cuento, una traductora improvisada e incluso la recuperación de aquella camiseta del equipo de fútbol del Valencia que le fue regalada hace diez años), desbravó The Whole Of The Moon para convertirla en soniquete de fondo para presentar a su banda. Nadie es perfecto.

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