Anik Lapointe: “Se publican demasiados libros y demasiado parecidos”
La editora es una de las responsables de que España empezara a tomarse en serio la novela negra
Canadiense de Montreal (57 años) afincada en Barcelona, Anik Lapointe es una de las responsables de que España empezara a tomarse en serio la novela negra. Tras dignificar el género en RBA, ahora sigue en la lucha desde Salamandra.
¿Qué libro la convirtió en lectora? Fantomette, la vigilante enmascarada, de Georges Chaulet. Una serie de aventuras que me marcó para siempre.
¿Y en editora? A los veinte años, un verano me planté en la sede de Black Sparrow Press, en Santa Bárbara (California), para manifestarle al editor mi admiración por John Fante y Charles Bukowski. Y me quedé tan fascinada con él y con la editorial que la respuesta a su pregunta seguramente es la lectura de John Fante y de Charles Bukowski.
¿Qué tres virtudes debe tener alguien que se dedica a la edición? Curiosidad y pasión ilimitadas y saber escuchar a todo el mundo.
¿Cuál fue el primer título que contrató? El corazón perdido de Asia, de Colin Thubron.
¿Cuál es el gran defecto de la industria editorial española? Se publican demasiados títulos y demasiado parecidos.
¿Y la gran virtud? La increíble evolución de la industria en pocos años. Su dinamismo.
¿Qué libro aparecido en un sello ajeno en el último año le habría gustado publicar? Agente Sonya de Ben Macintyre.
¿Qué libro ha reservado para leer por puro placer cuando el trabajo le dé un respiro? ¿Sólo uno? La biografía de Simenon de Pierre Assouline. Hace un año que me espera…
De no ser editora le habría gustado ser… Editora… A veces sueño que me hubiera gustado ser viajera/arqueóloga a principios del siglo XX o detective privado en los felices años veinte.
¿Qué título de novela negra merece estar en el canon de la gran literatura y no está? El talento de Mr. Ripley de Patricia Highsmith.
¿Qué ingredientes debe tener una buena novela negra? Una muerte, una investigación, una resolución… son las bases de la novela negra. Luego, como en toda buena novela, sea black o no, vienen el talento, la escritura, la profundidad psicológica de los personajes, la innovación…
¿Cuál es el mayor prejuicio que pesa todavía sobre la novela negra en España? Que cualquier novela negra sea considerada como de serie B, sin distinciones, cuando hay diversidad y talento en abundancia.
¿Cuáles son sus autores clásicos (es decir, muertos) favoritos? En novela negra… Raymond Chandler, Dashiell Hammett, Jim Thompson, James Crumley, Margaret Millar, Patricia Highsmith, Simenon, Jean-Patrick Manchette, Graham Greene, William McIlvanney, John le Carré… y Balzac.
¿Qué echa de menos de Canadá cuando está en España? Familia, amigos… Y pequeñas cosas: la primera manzana ácida de la temporada, el contraste entre el azul luminoso del cielo y los ocres de los árboles en otoño, el crujido de los pasos sobre la nieve helada.
¿Y viceversa? Familia, amigos… Y pequeñas cosas que echas de menos cuando estás lejos: el bullicio de las calles, los bares y restaurantes como forma de vida, el azul intenso del mar, el primer calor del verano, la douceur de vivre.
¿Cuál es la película que más veces ha visto? Taxi driver de Martin Scorsese.
Si tuviese que usar una canción o una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería? Girl from the North Country, en la versión a dúo de Bob Dylan y Johnny Cash.
¿Qué está socialmente sobrevalorado? La extroversión.
¿A quién le daría el próximo premio Nobel? Sin duda alguna, a una canadiense: Margaret Atwood.
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.