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Un diputado de Milei defiende que los padres pueden sacar a sus hijos de la escuela para que trabajen

El Gobierno argentino se distancia de las declaraciones de Alberto Benegas Lynch y defiende la educación como herramienta contra la pobreza

Bertie Benegas Lynch
Bertie Benegas Lynch, diputado por el partido oficialista La Libertad Avanza, durante una sesión especial, en enero de 2024.DiputadosAR

Argentina hizo obligatoria por ley la educación primaria en 1884 y un 99% de su población está alfabetizada, la segunda tasa más alta de Sudamérica tras la de Uruguay. La caída de la calidad educativa ha sido motivo de preocupación de sucesivos gobiernos, pero nunca se había cuestionado ese pilar del Estado argentino como lo hizo uno de los diputados más conocidos del partido oficialista La Libertad Avanza, el economista Alberto Bertie Benegas Lynch. “Vos a tu hijo le querés dar lo mejor y muchas veces puede pasar, y sobre todo en la Argentina, que no te podés dar el lujo de mandar a tu hijo al colegio porque lo necesitás en el taller con el padre trabajando”, declaró Benegas Lynch el domingo durante una entrevista radial. “¿Cómo va a ser el Estado quien decide sobre el chico? A mí no se me ocurre una cosa tan invasiva”, destacó el diputado en unas declaraciones tan polémicas que han obligado al Gobierno de Javier Milei a salir a distanciarse de lo que ven como una opinión personal.

Benegas Lynch es hijo del intelectual homónimo a quien Milei considera su máximo referente ideológico. En opinión del diputado, la educación es “responsabilidad de los padres” y, por ese motivo, no debería intervenir el Estado en ella.

La defensa del trabajo infantil del legislador le valió duras críticas de políticos, educadores y organizaciones internacionales. “Trabajar aleja a los chicos y las chicas de su derecho a aprender, jugar y crecer felices”, contestó Unicef. “Mi papá tuvo que empezar a trabajar a los 8 años. Nacido en 1938 e hijo único de madre soltera, en su casa no hubo alternativa. Lamentablemente, falleció hace muchos años. De estar vivo, iría a trompear al diputado ignorante para contarle de qué se trata el trabajo infantil”, tuiteó el exministro de Cultura macrista Pablo Avelluto.

La edad mínima para trabajar en Argentina es de 16 años y se penaliza a los empleadores que se aprovechan económicamente del trabajo de niños y adolescentes. Sin embargo, cerca del 10% de la población de entre 5 y 15 años del país sudamericano realiza al menos alguna actividad productiva, según datos de la Organización Internacional del Trabajo.

Distancia oficial

El Gobierno salió a marcar diferencias con el diputado este lunes. “Lo que dice el diputado Benegas Lynch corre por cuenta del diputado Benegas Lynch”, aclaró en rueda de prensa el portavoz presidencial, Manuel Adorni. “En la batalla contra la pobreza lo más importante es tener la posibilidad de capacitarse, de educarse y de tener un futuro”, dijo respecto a la postura oficial. El propio presidente calificó de “frase desafortunada” lo dicho por el legislador, pero advirtió que hay que evitar algunos medios de comunicación. “Es un error de Bertie haber ido a ese lugar [a FM Millenium]. Acá hay que entender que los periodistas juegan, juegan para destruir. No tenés que darles notas a esos periodistas, no les interesa saber cómo pensar. Les interesa una frase que te hagan daño”, dijo Milei durante una entrevista en Neura Radio.

Desde Capital Humano, el megaministerio creado por Milei que reúne las áreas de Educación, Trabajo, Desarrollo Social y Cultura, evitaron confrontar de forma directa con el legislador oficialista pero sí apoyaron la legislación vigente. “La educación obligatoria fue propuesta en el contexto del pensamiento humanista liberal justamente para promover la libertad de los menores tutelados por adultos”, escribió en sus redes sociales la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. La educación obligatoria, según Pettovello, “derivó muchas veces en el adoctrinamiento o en monopolio ideológico, pero de esto no deben seguirse falsas soluciones que caen en otros absolutismos, como el de los padres sobre los hijos”.

Las palabras de Pettovello recuerdan que el Gobierno de Milei mantiene una cruzada contra lo que considera “adoctrinamiento ideológico” en las escuelas y ha anunciado que enviará un proyecto de ley para penarlo. Para lograrlo confía en las denuncias ciudadanas y ha anticipado que habilitará un canal en el que padres y alumnos denuncien “la actividad política que no respete la libertad de expresión”, una medida muy criticada desde el sector educativo.

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