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Por qué Latinoamérica sopesa ahora un recorte de las tasas de interés

La política monetaria de los bancos centrales de países como Brasil, México, Perú o Chile reconoció la amenaza inflacionaria con anticipación

Una foto del folleto facilitada por el Banco Central de Brasil muestra varios de los nuevos billetes de 200 reales.
Una foto del folleto facilitada por el Banco Central de Brasil muestra varios de los nuevos billetes de 200 reales.Raphael Ribeiro / Central Bank o (EFE)
Isabella Cota

El pasado 22 de junio, el Banco de Inglaterra sorprendió a los mercados al anunciar una subida de su tasa de interés referencia en 50 puntos básicos. Unos meses antes, la autoridad monetaria había sugerido que el ciclo de alzas estaba cerca de terminar y había empezado a subir a paso más lento. La decisión de junio confundió a los mercados. “No tiene sentido”, comentó el especialista financiero Robin Brooks en redes sociales. Unos días antes, su contraparte en los Estados Unidos, la Reserva Federal, generó una reacción similar cuando anunció que haría una “pausa” al ciclo de alzas en su tasa de interés antes de retomarlo. “Solo contribuye a la incertidumbre y a la confusión”, escribió en este EL PAÍS otro especialista, Gerardo Esquivel.

A la reciente tendencia de anunciar decisiones “sorpresa” se le suman los bancos centrales de Australia y de Canadá. Mientras tanto, en América Latina, donde los bancos centrales autónomos tienen menos tiempo de existencia, la política monetaria se ha mantenido estable y se empieza a sopesar la posibilidad de un recorte de tasas.

“Hay comportamientos bastante diferenciados entre lo que están haciendo los bancos desarrollados y los bancos emergentes”, opina Rodolfo Navarrete, director de análisis y estrategia de inversión en Vector Casa de Bolsa. “La situación en la que están Brasil, México, Perú y Chile, por ejemplo, ya es una situación diferente. Habría que regresar un poquito hacia atrás y a ver qué es lo que hicieron diferente”.

Lo diferencia es que, al ver la cantidad de recursos que las economías desarrolladas estaban inyectando a sus respectivos países, reconocieron una amenaza inflacionaria de manera temprana, dice Navarrete. Una vez tomada la decisión se subir los costos de financiamiento, la acataron de manera predecible y gradual. El Banco Central de Brasil fue uno de los primeros en el mundo en subir su tasa de interés en 2021 y mantuvo una política de incrementos moderados hasta agosto del año pasado. Con una inflación que en su pico más reciente llegó al 12%, hoy se encuentra por debajo de 4%, cerca de llegar a su meta.

Chile y México siguieron a Brasil en subir tasas. En su comunicación más reciente, el Banco Central de Chile redujo sus perspectivas para la inflación, indicando que pudiera estar listo para iniciar un recorte gradual de tasas. En México, las minutas de la reunión de la Junta de Gobierno del banco central, publicadas esta semana muestran que los sub gobernadores están de acuerdo en que la tasa de 11,25% se debe mantener por un tiempo “prolongado”.

Si bien hay bancos centrales que pueden tener más de un mandato, todos buscan prevenir que la inflación se salga de control. Su tarea más importante, por lo tanto, es comunicar de manera exitosa. Más allá del lenguaje que utilicen en sus mensajes hablados, la decisión de subir o bajar la tasa, en un punto, medio punto o un cuarto de punto porcentual, comunica también. Su razón de ser es comunicarle al mercado y a los ciudadanos que hay un grupo de expertos que trabajan para que su dinero no pierda valor. Pero, sobre todo, es comunicar que saben lo que están haciendo. Un incremento en la tasa después de decirle al mercado que están cerca de no incrementar es un “comportamiento muy errático”, dice Navarrete, “están mandando señales equivocadas porque te das cuenta que hay un error en el diagnóstico de la inflación... Estos señores son los profesores de los de los banqueros centrales de países emergentes”.

El caso de la Fed, sugiere Navarrete, es importante. “¿Cuál era la necesidad de pausar? El mercado le entendió clarito que el ciclo de alzas en la tasa ya terminó y ahora la Fed está esforzándose lo máximo posible por decirles ‘no me interpreten así, voy a aumentar la tasa dos veces más’. Bueno. ¿Y por qué no aumentaste?”, sostiene Navarrete. “Los bancos centrales de países desarrollados se están equivocando. No solo se están equivocando en diagnosticar, sino que están equivocando en actuar”.

Los bancos centrales en la región que operan de manera autónoma e independiente (no es el caso de Argentina, Ecuador y Venezuela, entre otros), están viendo los resultados de haberse mantenido consistentes en sus alzas de tasa en los últimos años, mandando señales claras al mercado. La inflación parece haber alcanzado su pico, aunque todavía está por encima de las metas deseadas, escribió la empresa de análisis y de riesgo crediticio Fitch Ratings en un reciente reporte. “Dada la desinflación en curso, los bancos centrales de América Latina están bien posicionados para desvincularse del ciclo monetario de la Reserva Federal de EE UU”, escribieron especialistas de Fitch.

Es decir, si Latinoamérica empezó su alza en tasas como anticipación a lo que pudiera hacer la Fed, ahora tiene la libertad de abaratar su dinero, habiendo ya navegado la parte más dura de la tormenta.

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Sobre la firma

Isabella Cota
Es corresponsal económica para América Latina. Como periodista de investigación trabajó con Quinto Elemento Lab, NHK, BusinessWeek y OpenDemocracy, entre otros. También fue staff de Bloomberg News y Reuters en Centroamérica y Reino Unido. Es licenciada en Comunicación y Máster en Periodismo de Negocios y Finanzas por City University London.

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