Brasil sospecha que la patera extraviada llevaba 25 africanos a Canarias que murieron de hambre y sed
Los investigadores localizaron 25 impermeables y creen que la embarcación salió de Mauritania después del 17 de enero, según el superintendente de la policía de Pará
Los documentos y pertenencias que había en la patera con nueve cadáveres que arribó a Brasil han ofrecido valiosas pistas para empezar a recomponer la letal travesía. La policía brasileña sospecha que a bordo iban 25 personas procedentes de Mauritania y Malí, quizá de algún país más, que salieron de la costa este de África con dirección a las islas Canarias (España) después del pasado enero y que probablemente murieron de hambre y de sed, según explicó el superintendente de la Policía federal en el Estado de Pará, Jose Roberto Peres, a la prensa el martes a última hora.
“Las investigaciones nos llevan a entender que esta embarcación muy probablemente salió de Mauritania y tenía como destino las islas Canarias. Hay un intenso flujo de inmigración ilegal entre estos dos países”, subrayó el responsable de las pesquisas.
Dentro del cayuco, junto a los nueve cadáveres en avanzado estado de descomposición, los investigadores encontraron 25 impermeables, lo que les lleva a apuntar que ese era el número de emigrantes a bordo. De ellos, 23 eran iguales, todos verdes. Los otros dos, amarillos. Para el jefe de la policía Peres, los chubasqueros “demuestran que detrás de esto hay una organización que probablemente alquiló el barco y vendió las plazas” para emprender la peligrosa travesía por el Atlántico hasta Europa.
Los nueve cadáveres ya han sido trasladados al Instituto de Medicina Legal de Belém, la capital del Estado, donde este miércoles han comenzado los análisis. “Allí se determinará la causa de la muerte, que probablemente fue la falta de alimentos y agua”, añadió el superintendente. Los investigadores también han concluido, tras analizar los enseres y los documentos localizados en la patera, que esta zarpó de África, concretamente de Mauritania, después del 17 de enero de este año. Pero no han explicado cuál es la pista concreta que les ha llevado a esta conclusión.
“Probablemente, el barco se perdió en el mar. Debió coger una corriente marina y llegó a Brasil”, explicó el jefe de la investigación policial, que añadió que “en 2021 se localizaron siete embarcaciones idénticas a esta. La mayoría en el Caribe y una de ellas en Ceará [otro Estado del litoral nordeste de Brasil]”.
Esta última patera llegada a Brasil fue descubierta en una isla frente a la costa de Pará. Trasladar la embarcación con los cadáveres a tierra firme, en concreto a la ciudad de Bragança, la más cercana, río arriba, fue una operación compleja que llevó día y medio.
La embarcación, de unos 13 metros de eslora, fue la primera pista que apunto el origen africano de las víctimas. Tiene el tamaño y la forma de los cayucos que los mauritanos usan para pescar y que son usados también hace años para recorrer la distancia entre ciudades como Nuadibú y el archipiélago canario. Las llegadas de emigrantes a sus costas se han disparado en los últimos meses hasta multiplicarse por seis en lo que va de año respecto al mismo periodo de 2023.
El superintendente Peres adelantó que el trabajo de los forenses durará varios días, probablemente hasta el fin de semana. La embarcación que arribó desde África hace tres años al Estado de Ceará, en Brasil, tenía dentro tres cadáveres de mauritanos. La policía también localizó con ellos decenas de teléfonos y dinero de varios países africanos. Aquel año, al menos otras seis pateras que cruzaron el Atlántico a la deriva fueron localizadas, todas ellas con cadáveres de africanos a bordo, según una investigación periodística de Associated Press. Uno de los barcos alcanzó la costa de Nicaragua.
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