Colombia tropieza ante Bolivia en El Alto y pierde su invicto en las eliminatorias (1-0)
El equipo de Óscar Villegas anula a la tricolor a 4.150 metros de altura, le propina su primera derrota en el camino hacia el Mundial de 2026 y llega a una seguidilla de tres victorias inédita desde los años noventa
Si había dudas de que el Estadio Municipal de El Alto se había convertido en el as bajo la manga de la selección de Bolivia para ir al Mundial de 2026, este jueves se ha confirmado: el equipo del altiplano ha vencido 1-0 a Colombia en su temida localía, a 4.150 metros sobre el nivel del mar. Ha caído el único equipo que no había perdido en las eliminatorias más difíciles del mundo. Y Bolivia, el otrora comodín de las eliminatorias, ha enlazado su tercera victoria consecutiva, tras haber vencido en las dos fechas pasadas a Venezuela, también en El Alto, y a Chile a domicilio. La derrota no significa peligro para Colombia, que sigue en la parte alta de la tabla. Sí representa un cambio para Bolivia, que sube de manera parcial a la quinta casilla y empieza a disputar un cupo directo al mundial para poner fin a la ausencia que comenzó cuando fue eliminado en el Mundial de 1994, paradójicamente también en Estados Unidos.
Puesta la altura, el primer tiempo comenzó con un sol intenso que iluminaba todo el rectángulo del campo de juego, y una hinchada boliviana que empujaba a su selección, envalentonada tras las victorias de las fechas pasadas. A pesar de la posibilidad de convocar a jugadores experimentados en la altura, el entrenador de Colombia, Néstor Lorenzo, apostó por mantener la columna vertebral del equipo con el que llegó a la final de la Copa América y que mantenía una marcha sin errores en las eliminatorias, con James Rodríguez y Luis Díaz como punta de lanza. En los días previos al partido, se mostró cauto, pese al envión anímico de la victoria contra Argentina en la fecha pasada y a la estadística de no haber perdido en Bolivia desde hace 21 años. El equipo local, dirigido por Óscar Villegas, optó por una alineación compuesta sobre todo por jugadores habituados a la altura.
Las primeras acciones de juego fueron previsibles, pero no por ello menos peligrosas: Bolivia enfiló su artillería y probó desde media distancia a Camilo Vargas: tres disparos potentes exigieron al portero del Atlas de México, que supo responder volando de palo a palo. Lorenzo, vestido con su atuendo cabalístico con camisa vinotinto, miraba inquieto a través de sus gafas oscuras de sol. El balón corría rápido en la cancha y dificultaba el control de los pases largos, pero Colombia reaccionó pronto al asedio boliviano y a los cinco minutos de un juego que ya pintaba intenso, tras un centro desde el sector izquierda, Roger Martínez buscó de cabeza sorprender la portería rival custodiada por Guillermo Billy Viscarra. El remate, débil, no representó peligro. Bolivia volvía a buscar de media distancia el gol, pero siempre encontró una respuesta de Vargas y de la zaga que lo respaldaba cuando el balón se hacía incontrolable.
El juego, en el que hasta entonces ambos equipos trataban a su manera y con sus recursos ganar algo de ventaja, pareció tener un quiebre con la expulsión de Héctor Cuéllar tras una falta como último defensor contra Roger Martínez, que tuvo que salir lesionado. La afición colombiana recordó la violenta falta del mismo Cuéllar contra Luis Díaz en un amistoso que disputaron poco antes de la Copa América de Estados Unidos, en junio pasado.
Sin embargo, los bolivianos, aupados por sus seguidores en las tribunas de El Alto, seguían buscando hacer daño a la portería de Vargas, y lograron vulnerarla, aunque el gol fue anulado por un fuera de lugar. Colombia, queriendo aprovechar el jugador de más, intentó aproximarse al área boliviana por los costados. Llegó por la derecha, llegó por la izquierda, pero por ningún lado Jhon Córdoba, el sustituto de Martínez, logró convertir para los cafeteros. Así, en ceros, ambos equipos se fueron a los vestuarios.
Para el segundo tiempo, Lorenzo cambió la vocación del equipo y sacó a Matheus Uribe para mandar a Richard Ríos en busca de un mayor peso en el ataque. Pronto el volante del Palmeiras se hizo presente con un remate de media distancia que no logró controlar del todo el portero Viscarra, pero tampoco pudo aprovechar Córdoba, a quien no se vio cómodo mientras estuvo en el campo. Poco después de dilapidar esa opción, se hizo realidad lo que la tradición popular dice de los equipos que no aprovechan sus ocasiones de gol: Miguel Terceros encaró por el sector derecho, evadió a tres rivales y, con el arma letal de la media distancia en la altura, fulminó a Camilo Vargas con un remate esquinado, imposible de atajar.
Quedaba media hora por delante, y Colombia no lograba hacer valer la ventaja del jugador de más. Bolivia mantuvo el orden en defensa, a la espera de algún contraataque que le permitiera sentenciar el juego. La tricolor insistía, de media distancia, desde los costados, con James Rodríguez buscando soluciones, ideando un plan que le permitiera a su equipo rescatar un empate que a 4.150 metros habría sabido a victoria. Nada funcionó: los cabeceadores que en otros juegos han llevado al triunfo al equipo, este jueves no aparecieron. Los pases largos se hacían difíciles, los desplazamientos eran cada vez más cortos y lentos, el equipo cayó en el desespero. Al minuto 88, pareció que el partido todavía tenía historia cuando Jhon Córdoba se lanzó para buscar un cabezazo que pasó a menos de tres dedos del balón, que siguió derecho y salió del campo. Fue la última opción con peligro del juego.
Con la victoria, celebrada a rabiar en la tribuna, Bolivia inicia con pie derecho las fechas de octubre de las eliminatorias, en las que, aparte de Colombia, enfrentará también a Argentina de visita el martes. Por lo pronto, suma 12 puntos en la tabla, y se ubica quinta, a la espera de lo que hagan sus escoltas más cercanos ―Brasil, Paraguay y Venezuela― en sus respectivos juegos. La tricolor, por su parte, se queda en 16 puntos, y espera pasar la página de un partido cuya previa estuvo llena de intrigas e incógnitas por las condiciones extremas de El Alto, para recibir la visita de Chile, golpeada, en Barranquilla. Con la selección del altiplano en la pelea, la lucha por ir al Mundial se aprieta, y los seis cupos directos, que parecían demasiado en un principio, empiezan a parecer muy justos.
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