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El encargado de Cultura de Medellín: “No tengo ni idea, no me da pena decirlo”

El alcalde de la ciudad, el excandidato presidencial Fico Gutiérrez, pide la renuncia al secretario de ese sector, Manuel Córdoba

Manuel Córdoba y Fico Gutiérrez, en una imagen compartida en redes sociales por el encargado de Cultura en Medellín (Colombia), el pasado 6 de enero.
Manuel Córdoba y Fico Gutiérrez, en una imagen compartida en redes sociales por el encargado de Cultura en Medellín (Colombia), el pasado 6 de enero.
Juan Diego Quesada

En un arrebato de sinceridad poco común entre los políticos, el encargado de Cultura de la ciudad de Medellín ha reconocido que no tiene ni idea de lo que hace. Manuel Córdoba, en un vídeo de apenas 35 segundos que se ha hecho viral en redes sociales, explica, en un tono altanero, que recibió el encargo del alcalde, el excandidato presidencial Fico Gutiérrez, de estar al cargo de los temas culturales de la ciudad sin tener ninguna experiencia, sin ni siquiera saber cuál es el manejo de una biblioteca. “No me da pena decirlo”, reconoce sin sonrojarse. Fico le ha pedido este miércoles por la mañana la renuncia y el ahora exsecretario la ha presentado pocos minutos después. Su carrera ha sido breve y cuesta creer que vaya a gozar de una segunda vida.

El alcalde de Medellín fracasó en su intento de medirse como candidato presidencial a Gustavo Petro en 2022. Fico representaba una especie de continuidad respecto al anterior presidente, Iván Duque, y eso jugó en su contra. A pesar de contar con el apoyo de los empresarios y del establecimiento en general, ni siquiera pasó a la segunda vuelta. Sin embargo, en las elecciones municipales del año pasado arrasó como candidato a alcalde de su ciudad, donde es muy querido y donde va a ejercer un segundo mandato. A la luz de lo que ha ocurrido en las últimas horas, resulta que no ha estado muy acertado a la hora de conformar su gabinete. Córdoba, en lo que se conoce hoy en día como un sincericidio, ha puesto en cuestión su buen ojo como reclutador.

Lo peor es que el exfuncionario involucra directamente a Fico en esta franca desconsideración primero, ante los ciudadanos y, segundo, ante el mundo de la cultura. En el vídeo lo explica sin rodeos, sin que haya posibilidad de segundas interpretaciones: “Fico fue el que me dijo: recibí el mandato de la ciudadanía de Medellín, que fueron 700.000 votos. Manolito, hacete ahí, resolveme ese chicharrón tan verraco. Yo sé que a veces no tenés ni idea de temas culturales”. A continuación se muestra orgulloso de su desconocimiento: “Yo sí puedo pecar en descacharme qué es un registro, qué es una biblioteca, todas esas cosas, y no me da pena decirlo. Pero lo que no me puedo descachar es la contratación. Pues como me dice Fico a mí: guevón, ya ganamos las elecciones y por eso también tengo la facultad y me fascina darme el lujo de decir que soy un paracaidista y que me fascina el vallenato. Por eso no me van a bajar, puedo decir lo que quiera”.

Los ciudadanos pocas veces tienen —tenemos— la posibilidad de asistir a una muestra de franqueza de parte de un político o un alto funcionario como esta. Córdoba se creía intocable, dice en el vídeo, y pensaba que podía decir lo que le diera la gana. Con esa actitud ha dejado en evidencia lo que muchas veces ocurre tras las bambalinas del poder, donde prima la elección de amigos y arribistas a la de verdaderos expertos en su campo. La incompetencia o el desconocimiento no importan, qué más da si ya nos han votado y ocupamos los cargos. Seguramente sin intención, Córdoba nos ha dejado ver por una mirilla lo que ocurre en el punto ciego de la política.

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

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