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Petro responde a Netanyahu e insiste en un cese el fuego en Gaza

El presidente colombiano envía una carta al primer ministro de Israel en la que afirma que trabaja para la liberación del connacional retenido por Hamás y reitera la necesidad de iniciar conversaciones de paz

Gustavo Petro y Benjamin Netanyahu.
Gustavo Petro y Benjamin Netanyahu.Bloomberg / Getty
Santiago Triana Sánchez

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha respondido a la carta que le envió el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, el pasado 11 de enero, en la que le pedía interceder a favor de la liberación de los rehenes retenidos por Hamás desde el 7 de octubre. En el texto, fechado el 29 de enero pero difundido este miércoles 31, Petro, un agudo crítico con la respuesta del Gobierno y del Ejército de Israel en Gaza, asegura que el Ejecutivo que lidera está trabajando para lograr la liberación del ciudadano colombiano que se encuentra entre los retenidos por el grupo armado e insiste en la necesidad de iniciar unas conversaciones de paz para lograr la liberación de todos los secuestrados.

En la carta, Petro asegura: “Con el propósito de garantizar su integridad, este Gobierno está adelantando las gestiones al más alto nivel, en aras de permitir el buen retorno a casa del señor [Elkana] Bohbot y la reunificación familiar”. Netanyahu, en el texto que le envió hace casi tres semanas, le había dicho que Colombia e Israel tienen la “causa común” de luchar por la liberación de las 136 personas secuestradas por Hamás, al haber entre ellas un ciudadano colombiano. Bohbot, ciudadano israelí, está casado con la colombiana Geraldyn González, y fue retenido en la incursión del grupo islamista que produjo más de 1.000 muertos en suelo israelí y desató una respuesta militar que ha ocasionado la muerte de más de 25.000 personas, incluyendo cuando menos 12.000 niños.

Para facilitar su liberación, el Gobierno colombiano le otorgó a Bohbot la ciudadanía el 21 de noviembre. Sin embargo, esa medida no ha surtido efecto por ahora. Petro menciona la nacionalización en la carta que remite a Netanyahu, pero también le recuerda que en septiembre, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, propuso la instalación de dos conferencias de paz, una sobre Ucrania y otra sobre Palestina. “Dije que era necesario acabar la guerra para tener el tiempo de salvarnos”, rememora en la carta el presidente. En aquella asamblea, Petro dijo: “Las mismas razones que se expresan para defender a [el presidente de Ucrania, Volodimir] Zelenski, son las mismas razones con las que se debería defender a Palestina”.

Más allá de las gestiones del Gobierno colombiano para lograr la liberación de los rehenes, Petro pide en su carta un cese el fuego, medida que Netanyahu ha rechazado en varias ocasiones: “Considero prioritario que se avance rápidamente hacia un cese inmediato de hostilidades e iniciar conversaciones para la liberación de todos los rehenes”. Además, propone crear una comisión de paz, integrada por varios países, que trabaje a favor de las liberaciones y para poner fin a “la violencia desatada entre Israel y Palestina”.

De esta manera, Petro ofrece los oficios de su Gobierno para todos los esfuerzos que lleven al fin del conflicto, el principal foco de tensión bélica en Oriente Próximo en la actualidad. “He rechazado y rechazaré enérgicamente actos que supongan la eliminación del otro”, sigue el presidente en su escrito, en el que también hace una breve exposición preliminar de su trayectoria política, su paso de la vida en la guerrilla a la política sin armas y su compromiso con “la paz y la justicia social” en Colombia. Más adelante agrega: “No derramar sangre significa hablar, buscar caminos comunes, una y otra vez, hasta que el pueblo no sea arrodillado”. Y finaliza reiterando que el país “no ahorrará esfuerzo alguno para que la paz sea una realidad en el planeta”.

Desde la escalada de la violencia en Gaza, Petro ha sido uno de los presidentes latinoamericanos más críticos con la vehemencia de la respuesta ejercida por Israel en la Franja, que ha justificado con el derecho a defenderse tras el ataque de Hamás. Pocas horas después de la incursión de ese grupo, en octubre, el presidente desató críticas de la comunidad judía colombiana al comparar la situación en Gaza con la del más famoso campo de exterminio de judíos durante el Holocausto: “Ya estuve en el campo de concentración de Auschwitz y ahora lo veo calcado en Gaza”, escribió en X.

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A raíz de sus declaraciones, el presidente se enfrascó en una polémica diplomática en la que intervino el embajador israelí en Colombia, Gali Dagan, que motivó una reprimenda por un supuesto “antisemitismo” y la decisión de Israel de dejar de enviar equipos de seguridad al país. En ese momento, Petro incluso evaluó la posibilidad de suspender las relaciones entre ambos países. El Gobierno, además, respaldó la denuncia de Sudáfrica ante el Tribunal de Justicia Internacional de la ONU en la que acusaba a Israel de incitar a un genocidio en Gaza. “La demanda de Sudáfrica es un valiente paso en la dirección correcta”, dijo la Cancillería colombiana en un comunicado.

Debido a esa postura inamovible del Gobierno colombiano, el tono conciliador de la carta de Netanyahu parecía sorprendente por su aparente intención de tender puentes. Aquella comunicación ―que era también una exposición del primer ministro sobre sus enemigos en la región y contra los países y organizaciones que, según él, facilitan o financian a Hamás―, en un aparte, decía: “Cualquier presión que pueda ejercer con ese objetivo [la liberación de los rehenes], especialmente frente a Irán, Qatar y Turquía, al igual que la Cruz Roja, será invaluable y ayudará a salvar vidas inocentes”.

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Santiago Triana Sánchez
Periodista de EL PAÍS en la edición América Colombia. Ha pasado por la sección de Cultura y por la redacción del Diario AS, en Madrid. Es egresado de Periodismo de la Universidad Javeriana y Máster en la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.
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