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¿Quién es Luis Felipe Jaspe? Una iniciativa para revivir el legado del Gaudí de Cartagena de Indias

El artista y urbanista cartagenero, contemporáneo del arquitecto catalán, es el creador de lugares emblemáticos de la ciudad caribeña como la Torre del Reloj o el Teatro Heredia

Torre del reloj, en Cartagena.
Torre del reloj, en Cartagena.CHELO CAMACHO
Santiago Torrado

“¿Sabes quién es Luis Felipe Jaspe?”. Juan Carlos Lecompte hace la pregunta con insistencia mientras camina y saluda con desparpajo caribeño por las calles del centro histórico de Cartagena de Indias, dentro y fuera de sus famosas murallas, patrimonio de la humanidad. La escena se repite por igual si su interlocutor de turno es un guía turístico, el portero de algún edificio patrimonial o un vendedor de lotería. Como la respuesta suele ser negativa, reivindica de inmediato la notoria huella que ha dejado la obra de su tatarabuelo, artífice de varios de los mayores símbolos de la ciudad, como la icónica Torre del Reloj (de 1888) o el Teatro Heredia (1911), que se prepara para albergar este enero una nueva edición del Hay Festival.

Juan Carlos Lecompte, en la Torre del Reloj.
Juan Carlos Lecompte, en la Torre del Reloj.CHELO CAMACHO

Jaspe (1846-1918), un artista, arquitecto, paisajista, pintor y urbanista de larguísimos bigotes, olvidado por los ciudadanos de a pie, es a Cartagena lo que Antoni Gaudí es a Barcelona, defiende sin complejos Lecompte, que promueve una serie de iniciativas para recuperar su figura de la mano de la corporación de turismo. Ambos fueron contemporáneos, con un desfase de pocos años, y exponentes del romanticismo, argumenta. Comenzó a idear el proyecto hace cinco años, cuando vivía en Barcelona, al observar cómo mientras allá idolatraban a Gaudí, “aquí en Cartagena nadie sabe quién es Jaspe”, a pesar de que todos identifican los grandes símbolos que levantó. “Quiero promover cartageneidad, porque este es un cartagenero que le dio a Cartagena el salto a la modernidad, que la sacó del letargo en que estuvo gran parte del siglo XIX. Creo que nos representa, nos puede cohesionar como sociedad, dar un sentido de pertenencia a los cartageneros a semejanza de los catalanes”.

El Teatro Heredia, oficialmente Teatro Adolfo Mejía, diseñado por Luis Felipe Jaspe.
El Teatro Heredia, oficialmente Teatro Adolfo Mejía, diseñado por Luis Felipe Jaspe.CHELO CAMACHO

El romanticismo en Cartagena se caracterizó por su espíritu ecléctico, dentro de una amalgama estilística que entremezcló estilos renacentista, gótico, barroco, neoclásico y mudéjar, explica Lecompte, un arquitecto que se dedicó a la publicidad y ha pasado los últimos años investigando a su antepasado. Es una arquitectura de ensamble, sostiene. El proyecto La Cartagena de Jaspe, ya en marcha, contempla crear una ruta que recorra sus edificios, parques y esculturas, así como la capacitación de guías. También otro tipo de conmemoraciones y exhibiciones que incluyan su obra pictórica, buena parte de la cual se encuentra en el Museo Nacional de Bogotá.

Entre los muchos hitos de ese recorrido que Lecompte traza con entusiasmo, está la Ermita del Cabrero, de influencia neogótica, en el primer barrio que se desarrolló afuera de las murallas. Allí se encuentran los restos de Rafael Núñez, quien fue presidente de Colombia en cuatro ocasiones, y de su esposa Soledad Román. También el cementerio de Manga, un barrio que proyectó el propio Jaspe y donde se encuentra su mausoleo. A los atractivos se suman la propia Torre del Reloj, el Camellón de los Mártires y el Parque Centenario, además de la Plaza de Bolívar o el Convento Recoletos de San Diego. Su obra de mayor envergadura, el Mercado Municipal, ya no está en pie, pues dio paso en 1978 al Centro de Convenciones sobre la Bahía de las Ánimas.

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Un hombre camina en el exterior de el Teatro Heredia, en Cartagena.
Un hombre camina en el exterior de el Teatro Heredia, en Cartagena.CHELO CAMACHO

Autodidacta, obsesionado con la simetría, las formas octagonales y los arcos, Jaspe tuvo la destreza para buscar soluciones arquitectónicas que respondían al momento histórico que vivió. Cartagena tiene un pasado colonial que pesa mucho, y que salta a la vista. Pero su patrimonio no se agota en ese periodo. A la ciudad le tomó casi todo el resto del siglo XIX recuperarse del sitio de Pablo Morillo, el momento cumbre de la reconquista española de 1815, y de las posteriores guerras civiles. Fue por décadas un lugar en decadencia, al punto que se redujo su población.

La obra de Jaspe es la representación de la arquitectura republicana tardía en Cartagena. Y que haya sido tardía demuestra la crisis que vivió la ciudad en el siglo XIX, apunta el historiador Javier Ortiz. Mientras La Habana había desarrollado una arquitectura neoclásica, republicana, supremamente impresionante gracias al bum azucarero, Cartagena vivía todavía con las ruinas coloniales de la época virreinal, explica. “Cuando aparece una figura como Luis Felipe Jaspe y empieza a hacer estas obras, hay allí un reflejo de cierta recuperación de la ciudad”, valora.

Torre del Reloj, en Cartagena.
Torre del Reloj, en Cartagena.CHELO CAMACHO

Para el Teatro Heredia –hoy llamado Teatro Adolfo Mejía–, que levantó sobre la estructura de una vieja iglesia colonial que también albergó un faro, Jaspe viajó justamente a La Habana para inspirarse en el Teatro Tacón. Antes había estudiado en la escuela de bellas artes de Martinica, entonces una colonia francesa. “Lo interesante de todo esto es que a una ciudad como Cartagena de Indias las referencias de la renovación arquitectónica, es decir, de la modernidad arquitectónica, llegan a través del Caribe, no de otra vía. Eso muestra, una vez más, la conexión histórica”, destaca Ortiz. “Uno no puede entender las transformaciones políticas, sociales y económicas de Cartagena sin la referencia con esa Gran Región Caribe”, añade.

La importancia de Jaspe tiene que ver con el papel que desempeña en un momento importante en la historia de la ciudad, como fue la recuperación económica que experimenta a finales del siglo XIX e inicios del XX después de un largo letargo, coincide el historiador Orlando Deavila, profesor de la Universidad de Cartagena. “La gente identifica los edificios o los monumentos como iconos de la ciudad, pero no saben o no conocen la historia detrás de eso, ni tampoco quién era Luis Felipe Jaspe”, detalla. “Estas obras son evidencia del espíritu de la época, de ese afán, de esa procura por la modernidad, que también tenía un ánimo estético y arquitectónico que Jaspe supo interpretar bastante bien”. Su marca está presente a pesar de que su nombre, por ahora, no resuene con tanta fuerza.

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Santiago Torrado
Corresponsal de EL PAÍS en Colombia, donde cubre temas de política, posconflicto y la migración venezolana en la región. Periodista de la Universidad Javeriana y becario del Programa Balboa, ha trabajado con AP y AFP. Ha cubierto eventos y elecciones sobre el terreno en México, Brasil, Venezuela, Ecuador y Haití, así como el Mundial de Fútbol 2014.
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