Nelson Abadía deja la selección femenina de Colombia entre éxitos y acusaciones de vetos

La Federación Colombiana de Fútbol (FCF) ha anunciado este jueves que Nelson Abadía dejará de ser el entrenador de la selección femenina de mayores. El técnico caleño dirigió al equipo desde 2017, cuando asumió el cargo en propiedad tras haber sido asistente técnico de Felipe Taborda desde 2014. La Federación indicó que de momento no se ha elegido a la persona que sucederá a Abadía, y que deberá preparar los partidos amistosos programados para disputarse el 26 y el 29 de octubre contra Estados Unidos en las ciudades de Sandy (Utah) y San Diego (California).

Abadía deja el equipo con un balance positivo, en especial después de la reciente participación de la selección en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, en el que avanzó hasta los cuartos de final, instancia en que fue eliminado por Inglaterra. En los partidos de las fases previas, la selección, que se nutrió de la experiencia de jugadoras como Catalina Usme, Daniela Montoya o Mayra Ramírez y del talento joven de Linda Caicedo y Ana María Guzmán, tuvo presentaciones muy destacadas, la más recordada, quizá, en la victoria contra Alemania en la ronda de grupos.

El entrenador también aportó en otros logros como la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de 2014 (como asistente), la de oro en los Panamericanos de 2019, y en el subcampeonato en la Copa América de 2022. Algunas versiones de prensa mencionan un supuesto interés de la Federación Mexicana de Fútbol por fichar al entrenador colombiano para su equipo femenino.

Las acusaciones de vetos

Una de las polémicas más sonadas en los últimos años en el entorno de la selección femenina y de la FCF ha sido la de los supuestos vetos impuestos a algunas jugadoras. En específico, a Yoreli Rincón, Natalia Gaitán, Isabella Echeverri y Vanessa Córdoba, todas ellas figuras importantes en la construcción del equipo de moda hoy por hoy en Colombia, pero relegadas de las convocatorias. Según ellas, por un veto; según Abadía, por motivos técnicos.

El choque se remonta a 2018, después de que el Atlético Huila ganara la Copa Libertadores. En ese momento, Rincón, la figura del equipo, publicó un video en sus redes sociales en el que aseguró que el premio por ganar la competencia continental era de 55.000 dólares, pero que ese dinero no llegaría a ellas, sino al Atlético Huila masculino, que tenía un presidente diferente al del equipo femenino. “El fútbol femenino sí da plata, pero no llega a nosotras”, afirmó. El entonces presidente de la Dimayor, Jorge Enrique Vélez, rechazó, en el programa El VBar de Caracol Radio, la afirmación de la jugadora: “Las palabras de la niña son desacertadas. Ese tipo de declaraciones hacen mucho daño”.

A las denuncias de Rincón sobre la falta de continuidad, el trato poco profesional y los presuntos malos manejos por parte de los dirigentes del fútbol femenino se sumaron Gaitán, Echeverri y Córdoba, quienes no han vestido de nuevo el uniforme de su selección en partidos oficiales. En 2022, ninguna de las cuatro jugadoras fue convocada para disputar la Copa América, cuya sede era Colombia. Echeverri escribió en sus redes sociales con amargura: “Se acaba un sueño con la tranquilidad de que hice todo lo que estaba en mis manos para volver a estar ahí”. Rincón, por su parte, reconoció que fue un golpe anímico fuerte. El equipo convocado fue subcampeón, tras perder con Brasil en la final

Abadía siempre ha negado la existencia de vetos a las jugadoras en sus convocatorias. Ha afirmado que los dirigentes de la Federación jamás le pidieron relegar a nadie, y que sustentaba los llamados en la regularidad y el nivel futbolístico, y también en la renovación del grupo. Esos procesos, según el entrenador, siempre despiertan algún tipo de reticencia. No obstante, el exarquero de la selección masculina Óscar Córdoba, padre de Vanessa, afirmó en ESPN en 2022 que sí hay una resistencia contra algunas jugadoras, que no son llamadas a la selección a pesar de tener participaciones destacadas con sus equipos.

Por otra parte, poco después de anunciarse su salida del equipo, el entrenador halagó en una entrevista con el diario El Tiempo el trabajo que hizo como seleccionador y negó una mala relación con las jugadoras del actual plantel, aunque dio pistas de posibles roces con algunas, que él achaca a su decisión de no negociar la disciplina y a ser una persona exigente. Sin embargo, restó importancia a esos desencuentros, al considerarlos normales en cualquier equipo de fútbol: “No acepto que digan que yo me peleé con el grupo de jugadoras. Pude haber tenido roces normales que ocurren en todos los equipos de fútbol, ya sean masculinos o femeninos”.

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