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Los Char, sin rival ni en el papel: el primer coletazo electoral de la detención de Nicolás Petro

El partido Colombia Humana retiró el aval que pocas horas antes le había otorgado a Máximo Noriega, quien buscaba competir por la Gobernación del Atlántico y contaba con el beneplácito del hijo del presidente. Esa decisión benefició a la familia más poderosa de la región Caribe

Juan Pablo Vásquez
Máximo Noriega en Barranquilla, el 20 de julio de 2023.
Máximo Noriega en Barranquilla, el 20 de julio de 2023.RR.SS

Dar el batacazo, como dice la jerga futbolística, y quitarle los principales cargos de elección popular a la familia Char y a sus aliados. La coalición que llevó a la presidencia a Gustavo Petro, el Pacto Histórico, se trazó esta ambiciosa apuesta y depositó serias esperanzas en mejorar los resultados de hace cuatro años, cuando Antonio Bohórquez y Nicolás Petro, hijo del presidente, consiguieron el segundo lugar en las votaciones para la Alcaldía de Barranquilla y la Gobernación del Atlántico, respectivamente. Ninguno estuvo cerca de triunfar, pues no llegaron ni al 20% de los votos, pero sembraron una semilla que planeaban que diera fruto el próximo 29 de octubre, día en que se llevarán a cabo las elecciones regionales. Una orden de captura de la Fiscalía General de la Nación, sin embargo, ha arrebatado cualquier optimismo con el que la izquierda pretendiera competir en las urnas. Y gran parte de la responsabilidad recae sobre una de sus figuras más visibles.

El pasado 29 de julio fue turbulento en términos políticos, especialmente para las fuerzas afines al Gobierno. Todavía no amanecía en algunas regiones del país cuando la Fiscalía anunció la captura de Nicolás Petro y Daysuris Vásquez, su expareja. Los hechos detrás de su detención eran de público conocimiento desde marzo: según Vásquez, durante la campaña presidencial de 2022, el hijo mayor de Gustavo Petro se reunió con exnarcotraficantes y contratistas, y éstos le entregaron millonarias sumas de dinero para financiar la campaña presidencial. La hoy detenida ha dicho que ese dinero no ingresó a las cuentas de la campaña, pues Nicolás se lo apropió. La Fiscalía considera que —luego de casi cinco meses de investigación— tiene elementos suficientes para imputar a Nicolás Petro por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos. La noticia coincidió con el día del cierre de inscripción de las candidaturas para las elecciones regionales; es decir, a la izquierda le tocó pasar el trago amargo mientras ultimaba detalles sobre quiénes serían sus representantes en los comicios. Todo esto generó un desbarajuste en el Atlántico, uno de los departamentos mas poblados y ricos del país.

Máximo Noriega fue coordinador de la campaña presidencial de Gustavo Petro en 2010 y gerente de la campaña a la Gobernación de Nicolás Petro en 2019. La cercanía entre ambos es conocida. No sólo comparten filiación política, sino también un escándalo judicial. Daysuris acusa a Noriega de ser el encargado de recoger las millonarias sumas de efectivo para entregarlas al hijo del primer mandatario. “Todo se hizo a través de Máximo. La plata que entregaban, se la entregaban a Máximo”, le comentó Vásquez a Semana en una entrevista.

Al margen de estos líos, Nicolás Petro promovió a Noriega como candidato del Pacto Histórico a la Gobernación del Atlántico. Si bien Noriega cuenta con un largo historial de militancia, el respaldo de un miembro de la familia presidencial dotaba de credibilidad su aspiración. Nicolás Petro era quien le daría el empujón que le faltaba para asegurarse el visto bueno de la principal coalición de partidos y movimientos de izquierda del país. Ese apoyo automáticamente lo convertiría en el rival más fuerte de los Char, el grupo reinante en ese departamento desde hace dos décadas.

Noriega, en principio, obtuvo el aval del movimiento de Petro, Colombia Humana, en abril. Ese paso le aseguraba dos escenarios: medirse en una eventual consulta con precandidatos de otros partidos para determinar quién representaría al Pacto o ser directamente el candidato de esa coalición de varios partidos y movimientos de izquierda en caso de que nadie más diera un paso hacia adelante. Transcurrieron los meses y la última posibilidad parecía tomar forma, pero Noriega, pese a que insistía públicamente en redes sociales, jamás recibió un documento que lo certificara como el candidato oficial y le diera vía libre para inscribirse. Su hoja de ruta se complicó aún más cuando empezaron a circular rumores sobre que algunos sectores de izquierda preferían apoyar a Alfredo Varela, exconcejal de Barranquilla y candidato de la Alianza Verde a la Gobernación. Todo fue incertidumbre hasta el último día. El desenlace fue, cuando menos, folclórico.

Nicolás Petro había sido apresado solo unas horas antes del cierre de las inscripciones. No obstante, Noriega llegó a la sede de la Registraduría en Barranquilla con un documento que lo avalaba para ser candidato. El asunto parecía zanjado: era el elegido por el Pacto Histórico. Sin embargo, en cuestión de minutos, otro Noriega le cerró el paso. El abogado Eduardo Noriega, portavoz de la Colombia Humana ante el Pacto Histórico y esposo de Catalina Velasco (ministra de Vivienda), revocó el aval y dejó sin sustento legal las intenciones de Máximo Noriega. En otras palabras, a contados momentos del pitazo final, el Pacto optó por no tener candidato y todo indica que apoyará a Alfredo Varela contra los Char y su candidato aliado, el exgobernador Eduardo Verano de la Rosa.

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EL PAÍS contactó a Noriega, pero no recibió respuesta. Varela, que anteriormente hizo parte del partido de centroderecha Cambio Radical, donde militan los Char, prefirió no referirse a la situación, que colateralmente terminó beneficiándolo. “Yo he hecho un llamado público y el Pacto tomará sus decisiones. Miembros del Polo Democrático me han pedido un espacio, nos reunimos y me han contado cómo, desde su ideología, les gustaría que funcione el departamento. También me reuní con el Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS) y la gente de La Fuerza de la Paz. Les he dicho que aquí estamos para generar consensos y no vetar a nadie”, comentó.

Para la Alcaldía de Barranquilla, en cambio, el Pacto Histórico sí le dio el visto bueno al concejal Antonio Bohórquez, quien quedó en segundo lugar en las elecciones de 2019. Bohórquez reconoce que estas disputas pueden afectar su candidatura, pese a que se trata de un problema que se originó en la Colombia Humana y no en el también izquierdista Polo Democrático, en donde milita. “Ya tenemos un plan para que esto no nos golpee. Nosotros no tenemos que ver con esta discrepancia y nos estamos jugando nuestra candidatura por una propuesta de ciudad diferente. Estamos preparados para salirle al paso a eso”, señaló.

Alejandro Char y Eduardo Verano de la Rosa son los más opcionados a ser por tercera vez alcalde y gobernador, respectivamente. Bohórquez y Varela buscan revertir la historia, pero lo que sucedió con Noriega no es el mejor comienzo. El desarrollo de la campaña dictará la pauta, aunque de entrada arrancan con tropezones. Todo por cuenta del escándalo que rodea al hijo mayor del presidente y, como diputado del Atlántico, cabeza de la oposición local de izquierda al grupo Char.

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Juan Pablo Vásquez
Es periodista de la edición colombiana de EL PAÍS. Nació en Bucaramanga, Santander. Anteriormente se desempeñó como periodista judicial en 'Revista Semana' y de investigación en Caracol Radio y 'Cambio'.

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