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El despegue de Rodolfo Hernández en las encuestas complica el pase a segunda vuelta de Fico Gutiérrez

Los últimos sondeos confirman el liderazgo de Petro, pero ponen en duda la capacidad de la derecha de mantener a su candidato en la recta final

Jorge Galindo

A una semana y un día de su cita con las urnas, las encuestas indican que los colombianos dispuestos a votar lo harán en su mayoría por Gustavo Petro. Sin embargo, no parece que vayan a ser suficientes como para darle una victoria en primera vuelta. El promedio ponderado por calidad de los últimos sondeos le dejan alrededor del 42%, el nivel que obtuvo en la segunda vuelta de 2018. Los ocho puntos que le restan hasta la mitad más uno necesaria para cerrar la victoria el próximo 29 se antojan como una brecha difícil de cubrir, especialmente dado su lento crecimiento en las últimas semanas. Así las cosas, la pregunta que todos se hacen es quién quedará segundo ganándose el puesto para disputarle la presidencia en el balotaje del próximo 19 de junio.

Hasta hace una semana esa plaza parecía asegurada para Fico Gutiérrez, dibujando un escenario de polarización izquierda-derecha que hoy está mucho menos claro debido al súbito ascenso de Rodolfo Hernández. El exalcalde de Bucaramanga ha hecho despegar su candidatura a base de un discurso contra Fico y Petro, pero no contra la polarización, sino estableciendo un tercer polo anti-establecimiento en el que pretende estar solo. Es así como le ha arrebatado el espacio de la centralidad a quien lo detentaba tradicionalmente, Sergio Fajardo, quien se ha hundido en todos los sondeos sin visos de mejora.

La oportunidad para hacerlo se la dio el atasco de la campaña de Gutiérrez. Después de un ascenso vertiginoso una vez se supo a mediados de marzo que sería la opción por la derecha para plantarle cara a Petro, a diferencia de su predecesor (el presidente saliente Iván Duque) ha sido incapaz de convertir la oportunidad que le ofrecía ser una persona menos conocida en apoyos efectivos, acabando incluso con cierto descenso en su tendencia de las últimas semanas. Dos factores podrían haber jugado en su contra: su escoramiento a la derecha que sin ser el más extremo del panorama colombiano (donde hay políticos con admiración declarada a Trump, Bolsonaro o los españoles de Vox), resulta innegable; y su asociación con viejas élites conectadas a la pobremente valorada presidencia saliente en un momento en el que la demanda de cambio se antoja como mayoritaria en el país. Así, el exalcalde de Medellin ha resultado poco competitivo en los dos ejes clave (izquierda-derecha y nuevo-viejo).

Aún así, el escenario central ahora mismo no es que pase Rodolfo, sino que lo haga Fico. Eso sucede en seis de cada siete mundos según la aplicación de un modelo probabilístico de código abierto desarrollado por Recetas Electorales, estimado con los promedios realizados por EL PAÍS. Este modelo sirve para calibrar mejor la incertidumbre en torno a los escenarios dibujados por las encuestas. Lo hace mediante la simulación repetida de elecciones supuestas con diferente resultado pero anclando su probabilidad en el promedio. De este ejercicio aproximativo resulta que Petro queda primero en un 90% de las simulaciones, y Fico supera a Rodolfo para meterse en segunda vuelta en tres de cada cuatro. Pero un 22% de las veces el que pasa es el de Bucaramanga. Una probabilidad nada despreciable.

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Todo ello se debe al hecho básico capturado por los sondeos de que Gutiérrez mantiene una ventaja frente a Hernández. Pero el tamaño de la ventaja varía mucho de un sondeo a otro: el empate técnico que arrojan CELAG (con ligerísima ventaja a favor de Rodolfo) o CNC (a favor de Fico) hasta los más de diez puntos que anticipa Massive Caller dibujan dos escenarios muy distintos.

Esta variación es especialmente importante en tanto que los focos que iluminan las preferencias electorales de los colombianos se apagarán este fin de semana. La ley electoral prohíbe la publicación de cualquier tipo de encuesta en la semana anterior a la votación. Esto siempre dificulta la toma de decisiones de los votantes indecisos o dubitativos, que en una disputa cambiante como la que al parecer enfrenta a Fico y Rodolfo pueden ser cruciales. El voto es siempre una combinación de dos fuerzas opuestas: el deseo de escoger a la persona o plataforma más cercana posible a las propias convicciones, y la aspiración a que el voto no se pierda sino que sirva a alguien que gracias a él pueda llegar al poder. Las encuestas son el espejo que guía la coordinación de esfuerzos que necesitan candidatos en disputa para convencer a quienes dudan entre la expresión y la utilidad. Ya pasó en 2018, cuando Sergio Fajardo quedó al borde de pasar a segunda vuelta bajo la oscuridad de la veda de sondeos. Parece que este año podría repetirse la historia.

Metodología y fuentes

El promedio de encuestas se realiza sobre el total de votantes probables, tanto válidos como indecisos, incluye las últimas publicadas de cada casa encuestadora registrada ante el Consejo Nacional Electoral hasta la fecha de publicación del artículo, desde el 14 de marzo de 2022 (el día posterior a las consultas interpartidistas que terminaron por definir las candidaturas a la presidencia). La recopilación se recoge desde la plataforma recetas-electorales.com, y se contrasta con la publicación en diversos medios.

Cada encuesta tiene un peso ligeramente distinto en el promedio que depende de la valoración numérica realizada por el Semáforo de Encuestadoras de lasillavacia.com, que califica a cada una de las casas de encuestas de acuerdo con una serie de parámetros técnicos, metodológicos y de acierto en el resultado final. Para evitar sesgar en exceso el promedio, el peso asignado solo varía en un 20%, de manera que la encuesta de la encuestadora mejor valorada recibe un 100% y la peor valorada recibe un 80% de peso sobre el promedio final. Cuando una encuestadora sí está registrada ante el CNE pero no está valorada por lasillavacia.com, el promedio le asigna un punto intermedio entre ambos extremos.

Este promedio, a diferencia de los anteriores, elimina a los indecisos de la base de cálculo. Esto obedece a dos motivos: primero, ahora hay al menos una encuesta (Los 3 Mosqueteros) que no explicita la cantidad de indecisos, lo que hace imposible reproducir un promedio con indecisos; segundo, la cantidad de indecisos se ha ido reduciendo a medida que nos hemos acercado a los comicios, hasta el punto de que resulta menos riesgoso metodológicamente la normalización con su eliminación de la base ahora que al principio de la campaña. De hecho, las dos encuestadoras con mejor valoración priorizan la difusión de sus estimaciones sin indecisos incluidos. La tabla recoge las estimaciones correspondientes a cada encuesta realizada e incluida en el promedio una vez se eliminan los indecisos de la base de cálculo. La única casa de encuestas con valoración propia ha sido la de ‘Mosqueteros’: se le ha aplicado la valoración más baja con base en su escasa representatividad territorial y su lejanía respecto a los resultados de 2018.

El modelo probabilístico aplicado sobre el promedio arriba descrito para obtener una aproximación de escenarios parte del realizado por recetas-electorales.com, pero alimentado con el promedio normalizado propio.

Al igual que sucede con los datos utilizados como alimento para el promedio desde las plataformas mencionadas, el código empleado para el presente análisis, así como sus resultados brutos a día de hoy que sirven de base para los gráficos elaborados, está a disposición de cualquiera en este repositorio abierto.

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Sobre la firma

Jorge Galindo
Es analista colaborador en EL PAÍS, doctor en sociología por la Universidad de Ginebra con un doble master en Políticas Públicas por la Central European University y la Erasmus University de Rotterdam. Es coautor de los libros ‘El muro invisible’ (2017) y ‘La urna rota’ (2014), y forma parte de EsadeEcPol (Esade Center for Economic Policy).

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