Pollo a lo gitano en Girona

Cuando se habla de cocina, lo primero es probar bocado. Decenas de personas han podido degustar, en la plaza de Miquel de Santaló de Girona, pollo a lo gitano (con pimiento y ajo), papas con calabaza, migas, galletas fritas, gachas o pan de aceite, entre otros manjares. 16 familias gitanas han ofrecido a todo el que se ha acercado su plato típico. Las recetas pasarán a la posteridad gracias a un libro que recoge además la historia de cada clan del barrio gerundense de Font de la Pólvora.

La aventura ha sido también recopilada en un DVD que refleja la vida detrás de las recetas. Sentadas en el brazo del sofá y en varias sillas, las tres mujeres el clan de Los Pereira escuchan al 'Nene', un joven también gitano que les pregunta por el plato típico en la familia. Ellas inauguran los "encuentros culinarios". 'El Nene' les cuenta que en las entrevistas participará también una vecina, La Fernanda, que va a cocinar hormigos. "¿Eso qué es?", se preguntan. "Un guisao así con patatas y harina", responde él sin demasiada convicción.

El formato se repite con cada familia. Los Pereira cuentan que la frita es un plato navideño típico de Portugal. Los Follares, que el pollo a lo gitano es el que lleva lo poco que había. "Como no tenían nada, echaban lo que pillaban, Si había un cacho de pimiento, echaban el pimiento", explican. Y así, todas. Siempre mujeres.

La iniciativa ha valido para unir al barrio. "Gente que antes no se saludaba, ahora son muy amigas", ha explicado desde una tarima con un pequeño micro Nicolasa Zapata, de 57 años, ataviada con un delantal rojo y lunares negros. Ella se refiere en especial al clan de las portuguesas. "Antes cada una hacía lo suyo en su casa. Ahora nos pasamos las recetas y nos juntamos para cocinar", ha festejado. La idea del libro salió de ella.

A partir de ahora Los Chonchos, Los Pereira, Los Carabitos, Las hija del Nano, La Loles del frasco, Los Machado, Los Follares y el resto de gitanos de la Font de la Pólvora protagonizan en un librito, editado con la ayuda del Ayuntamiento de Girona, la asociación de vecinos, la asociación de padres de la escuela... Cada uno ha puesto su grano de arena. Lo que ha unido la cocina, que no lo desuna el hombre.